Toni Fitó (Barcelona, 1969) es vicepresidente primero de la Cambra de Barcelona desde el 2021; vocal desde el 2019. También representa la quinta generación de la empresa catalana Semillas Fitó, donde forma parte del Consejo de Administración. Es uno de los 20 cónsules que conforman el histórico Consulado de Mar. Y hasta hace unos pocos meses, también era patrón de la Fundación "la Caixa".
En el 2000 fundó 453 Law Firm, el despacho de abogados que dirige como socio y director, y en el que recibe a VIA Empresa, haciendo este baile figurado de sombreros -entre las múltiples funciones y cargos que ejerce- que le permite tener una visión privilegiada sobre el tejido productivo catalán, sobre cómo se configuran los órganos de gobierno tanto de grandes instituciones como de compañías, o sobre la empresa en sí, tanto familiar como propia.
En este abanico de sombreros, hay uno que se quitó hace poco. Ya no es patrono de la Fundación "la Caixa". ¿Por qué?
La Caixa la fundaron en 1904 cinco entidades, que curiosamente todavía existen hoy en día. Son Foment del Treball, la Cambra de Barcelona, el Ateneu Barcelonès, la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País y l’Institut Agrícola Sant Isidre. Cuando se hizo toda la remodelación del modelo español de sociedad bancaria apareció en 2014 la ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias (Ley 26/2013). Las cajas desaparecieron como tal y la obra social de las cajas se convirtió en las fundaciones bancarias de hoy en día. Y, por ley, estas fundaciones bancarias tienen que reservar, como mínimo, uno de los patrones al representante de las entidades fundadoras. Y en el caso de la Fundación "la Caixa", lo acordado es que de los 15 patrones sólo uno está reservado a las entidades fundadoras y éste tiene que rotar cada dos años.
"En la Fundación "la Caixa" el patronato gestiona la Obra Social, que aproximadamente son 500 millones de euros"
¿Y qué hace un patrón?
El patronato es el órgano máximo de gobierno en el caso de una fundación. Todo se concentra en el patronato porque no hay una propiedad. No hay acciones y, por lo tanto, no hay socios.
En la Fundación "la Caixa" el patronato gestiona la Obra Social, que aproximadamente son 500 millones de euros.
A usted lo sucedió el expresidente de Foment, Joaquín Gay de Montellá Herrero-Vidal.
Exacto. Según los estatutos, el representante de la entidad fundadora no puede ser el presidente de esta. Por eso, cuando el presidente de la Cambra era en Joan Canadell no podía ser el representante como patrón en la Fundación "la Caixa".
Un sombrero menos. También es uno de los 20 cónsules del Consulado de Mar…
Sí, soy miembro del Consejo de Veinte del Consulado de Mar. Es un órgano de Gobierno presidido por el presidente de la Cambra o con quien delegue -que en este caso es el abogado Jordi Domingo- y 20 cónsules.
Una institución histórica en Catalunya.
Sí. Apenas ahora estamos celebrando los tres cuartos de milenio. Y de estos 750 años, la entidad ha vivido las últimas décadas con un papel de perfil bajo, pero ahora queremos poner sobre la mesa su potencial en la sociedad.
¿Hasta qué horizonte lo quiere llevar?
Hasta donde podamos. Lo queremos volver poner en el mapa y realzar su principal función: la resolución de conflictos. Sobre todo, mediación y arbitraje. Estamos haciendo una apuesta muy fuerte por la mediación empresarial.
"El recurso de la justicia ordinaria cada vez es más lento. Cada vez está más colapsada la administración de la justicia"
Es fundamental para poder ayudar a las empresas cuando entran en diferencias con clientes o proveedores. El recurso de la justicia ordinaria cada vez es más lento. Cada vez está más colapsada la administración de la justicia.
Y esto que en verdad es un inconveniente, os abre una posibilidad.
Sí, especialmente en el ámbito de la mediación que, de hecho, es un modelo mucho más exitoso que otros para la resolución de conflictos. La solución nace de las partes enfrentadas y, por lo tanto, refuerza la relación futura entre ambas partes. No viene impuesta por un tercero, como pasa con el arbitraje o la jurisdicción ordinaria.
Esta, de hecho, es también una de las grandes razones de ser de la Cambra respecto al tejido productivo catalán. La de mediar. Como también lo es escucharlo, informarlo, orientarlo, representarlo ante las instituciones públicas…
Las Cámaras de comercio tienen por ley reconocida lo que se llama la representación y promoción de los intereses generales de la industria, el comercio, las asociaciones y los servicios. Y la mediación y el arbitraje es una de estas funciones que están reconocidas. Pero tenemos otras muchas, como la colaboración con las administraciones públicas. Y de aquí nace uno de los proyectos que hemos estado trabajando estos dos últimos años: la creación de una Sindicatura Empresarial.
"Necesitamos una administración más eficiente y más ágil, que permita dar esta respuesta a las necesidades de las empresas"
Su objetivo es identificar aquellas áreas donde la administración interactúa con el tejido productivo y su respuesta no se ajusta a las necesidades reales de laempresa . Necesitamos una administración más eficiente y más ágil, que permita dar esta respuesta a las necesidades de las empresas, y por eso queremos crear, de la mano del Consell de Cambras, esta sindicatura. Es nuestro papel y nos lo reconoce la ley.
¿Y cómo se lo ha tomado la Administración?
No lo ven como quién tiene la intención de fiscalizar su actuación, sino como una manera de promover la mejora de su actuación.
¿Qué falta para ponerlo en marcha?
Ahora está en una fase muy avanzada. La misión, el objetivo y cómo tiene que funcionar, están claros, pero hay un tema de recursos que exige poner en marcha esta sindicatura.
¿Y verá la luz antes o después de las elecciones?
Nos gustaría que sea antes, pero no sabemos de hecho ni cuándo serán las elecciones. Todo depende de cuando se publique el decreto electoral, que es responsabilidad de la Conselleria d'Empresa, que nos consta que están trabajando y lo tienen muy avanzado. Viendo los plazos, se espera que las elecciones se celebren entre mayo y septiembre.
También tenéis sobre la mesa la nueva ley de cámaras.
Sí. La tenemos muy avanzada y consensuada entre todos las cámaras y con diferentes actores. Tenemos luz verde de Foment a nuestra última versión, pero con Pimec estamos encallados. Es la única entidad con quien no tenemos un acuerdo completo.
¿En qué puntos acontece la fricción?
En la prestación de servicios que damos a las empresas, que está ligada con la financiación que tendrían que tener las cambras. En el escenario ideal, tendríamos que tener una financiación adecuada que nos permitiera no prestar tantos servicios privados, pero hoy en día los tenemos que hacer, además que los tenemos reconocidos por ley. Entiendo que este punto entra en competencia con Pimec, pero creo que hay espacio por todos.
¿Y veremos una candidatura de Toni Fitó?
Nosotros nos volveremos a presentar y esta vez de manera ampliada, porque en las anteriores elecciones había 40 vocalías a llenar. El pleno son 60 miembros de los cuales, en 2019, 40 eran vocalías que se escogían por sufragio universal, 6 estaban reservadas a representantes de las patronales y 14 eran las reservadas a empresas de mayor aportación voluntaria.
Las sillas de plata.
Exacto, aquellas que ocupan una vocalía en el Pleno con una gran aportación económica. Pero tengo que decir que las hemos conseguido reducir hasta su mínimo legal y han pasado de ser 14 a solo 2. La ley básica estatal fija que tienen que haber representantes de empresas de mayor aportación en el Pleno, pero no dice cuantos. Y como habla en plural, el mínimo son 2.
En la Cambra de Barcelona el precio mínimo de salida de una silla de plata es de 75.000 euros al año
Las 12 sillas restantes, por lo tanto, vuelven a ser vocalías escogidas por sufragio, ¿no?
Así es. Nosotros entendíamos que estas sillas no son una manera democrática de poder acceder al Pleno. Es cierto que colaboran con la financiación de la Cambra, y esto es bueno, pero lo que sucede en verdad es que están comprando una vocalía que no solo les da voz, sino también les da voto.
¿Cuánto cuesta una silla de plata?
En el caso de Barcelona el precio mínimo de salida es de 75.000 euros al año. Por lo tanto, en cuatro años de mandato son 300.000 euros para ser miembro del pleno.
Pero volvamos: ¿veremos una candidatura con Toni Fitó al frente de la Cambra de Barcelona?
En la candidatura, de momento, no hay nadie por delante. Nos presentamos todos con pie de igualdad. Nos presentamos para representar unos ámbitos de actividad, no para presidir la Cambra.
Por un lado, en el sistema actual de las Cámaras de comercio, los electores votan un representante de su gremio, del epígrafe. Cuando ya se ha constituido el Pleno, ya se escoge el presidente y el resto de miembros del comité ejecutivo. Por lo tanto, nosotros, una vez pasado el filtro de las elecciones, veremos quién ha tenido acceso al Pleno y entonces se decidirá quién se postulará a ser presidente o presidenta.
Y más allá de este mecanismo electoral, siempre hemos dicho que venimos a gobernar y no a presidir. Por lo tanto, para nosotros lo importante es el equipo. Es importante quién presidirá, pero lo es más el trabajo del equipo.
¿Cuáles son los puntos estratégicos de esta candidatura?
Consolidar el proyecto Catalunya 2030/40 que iniciamos en el 2019, donde identificamos 15 ejes de actuación. Principalmente, digitalización, sostenibilidad medioambiental y social, internacionalización, apuesta por el territorio… prioridades que con la pandemia tuvimos que parar y que ahora ya podemos recuperar.
¿Creéis que estuvisteis junto a la empresa catalana durante la crisis de la covid-19?
Sí, creo que hemos estado al lado. En la etapa de los decretos y el estado de alarma, cuando se decidía y comunicaba de un día por otro si cierta actividad podía abrir o no, o con qué condiciones, tuvimos que interactuar constantemente con la administración, por un lado, y con las empresas, por la otra.
"En el pico de la crisis de la covid-19, Catalunya perdió cerca de 20.000 cuentas de cotización"
Fue un golpe duro para la empresa catalana y, de hecho, muchas no consiguieron superar la etapa. En el pico de la crisis, Catalunya perdió cerca de 20.000 empresas. O, para ser más preciso, 20.000 cuentas de cotización, que no tienen por qué equivaler a empresas.
Las que supieron sortear la crisis, además de una colchón económica, tenían algo más. Hay diferentes elementos que hacen sobrevivir a las empresas en el transcurso de los años y de las crisis. ¿Cuáles cree que han sido los elementos que han fortalecido Semillas Fitó en estos 140 años de trayectoria?
Yo creo que cuando mi tatarabuelo empezó el negocio, no se imaginaba que esto pudiera crecer de este modo. Pero sí que tuvo una visión que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que ha permitido sobrevivir a las diferentes crisis y competencia del sector: identificar en cada momento histórico qué era lo que les podía aportar un valor añadido y apostar por ello.
En el caso de mi tatarabuelo Ramon, que era un agricultor como muchos otros, decidió dar un paso adelante y ser semillero, vender las mejores variedades de semillas de entonces. Y este fue un punto diferencial, porque esto no se hacía.
¿Cómo habéis repetido esta fórmula después?
Por ejemplo, en la cuarto y quinta generación se ha hecho una apuesta muy fuerte, por un lado, por la internacionalización -respondiendo a las necesidades de globalización del mercado- y, por el otro, por la investigación y el desarrollo. En esta última rama, de hecho, ahora estamos dedicando un 20% de la facturación y cerca de un 37% de la plantilla, con el objetivo de obtener variedades nuevas. Para encontrar estas variedades podemos tardar de entre 7 y 8 años, y tenemos que hacer una gran inversión de recursos, pero sabemos que si acertamos, tenemos garantizada una etapa donde recuperaremos la inversión. Y es esta apuesta por la investigación y desarrollo lo que nos permite continuar en el mercado.
"Tanto mi abuelo como mi padre sintieron la empresa como algo intrínseco a ellos mismos y esto se transmite y palpa en casa"
¿Una quinta generación también vive la empresa en el sí de la familia, desde su niñez?
En nuestro caso así fue. Tanto mi abuelo como mi padre sintieron la empresa como algo intrínseco a ellos mismos y esto se transmite y palpa en casa.
¿Un primer recuerdo?
Yo tenía cinco años. Quizás aquel día tenía fiesta en la escuela. Recuerdo que mi padre me llevó al despacho, que en aquel momento lo teníamos en avda. Marqués de Argentera. Y recuerdo estar jugando en su despacho mientras él trabajaba.
Y ahora, ¿de qué manera entra en el "despacho" Fitó?
Los miembros de la quinta generación estamos en el Consejo de Administración o bien de la parte propiamente del negocio de las semillas y de la rama patrimonial. En mi caso durante mucho tiempo estuve más ligado a la parte tradicional del negocio y ahora lo estoy más a la patrimonial. Al frente ahora están mis hermanos Eduard y Cavier Fitó Baucells y mi prima Eulalia Fitó Castillo, y recientemente también se ha incorporado mi hermana Elisabet.
Usted, en cambio, funda su despacho de abogados en el 2000, 453 Law Firm.
Yo tengo vocación como abogado, siempre la he tenido. Abogado de empresa. De hecho, el despacho siempre lo hemos enfocado hacia un cliente corporativo que, en muchas ocasiones, han sido empresas familiares, hecho que me ha permitido aportar un valor a Semillas Fitó en cuanto a gobernanza o aspectos jurídicos.
Y con todos estos otros proyectos, ¿dónde queda el despacho? ¿Qué porcentaje de la jornada le dedica a tu negocio?
Hoy en día supone el 45-50% de mi jornada, y la Cambra, que empezó siendo un 30, ahora lo es un 40-50% también. Y no es fácil, pero lo consigo gracias al apoyo de mi familia, de los socios del despacho e incluso de los otros miembros del órgano de la Cambra.
Esto también responde a una filosofía, a una manera de ser.
También les pasa a otros compañeros del comité ejecutivo. Somos personas activas e implicadas que, mientras la salud nos acompañe y nos lo permita, estamos encantados de poderlo hacer.
"Sabemos qué es pisar la calle, subir la persiana o tener un negocio y, a la vez, tenemos bastante, capacidad e ímpetu para definir y entomar nuevos proyectos"
También creo que, en la Cambra, los compañeros que formamos parte de la candidatura y del gobierno actual, tenemos una edad óptima para asumir estas responsabilidades.
¿En qué sentido?
Tenemos una experiencia de 25-30 años de ejercicio profesional. Sabemos qué es pisar la calle, subir la persiana o tener un negocio y, a la vez, tenemos bastante, capacidad e ímpetu para definir y entomar nuevos proyectos y sacarlos adelante. Tenemos muchas cosas por decir y hacer. Y, de hecho, no lo haríamos si no creyéramos que estamos capacidados para hacerlo.
Hablamos de un trabajo que, además, no está retribuido.
En efecto. Tenemos empresas que tenemos que continuar empujando y liderando y estamos dejando de dedicarle horas a nuestro trabajo. Lo hacemos con ganas porque lo hacemos por la sociedad y el tejido productivo catalán. En nuestro caso, además, lo hacemos para que el tejido empresarial catalán pueda tener el mejor escenario posible que, para nosotros, es el estado propio.