Han apostado por la integración de trabajadores discapacitados en sus equipos y los ha ido muy bien. Al 2013, Grupo Sifu ha facturado 38 millones de euros y ha creado 400 nuevos puestos de trabajo; El Hayedo cerró 2012 con un total de 12 millones de euros y Laboratorio Dado también ha generado beneficios.
Las cifras apoyan su esfuerzo porque la capacidad del trabajador no sea cuestionable y la empresa, de éxito. Son los llamados centros especiales de trabajo, que pueden ser con o sin ánimo de lucro, pero que funcionan como una empresa y que, por definición, buscan buenos resultados.
SIFU, de las fincas al servicio integral
"Los discapacitados pueden hacer el trabajo muy muy hecha". Con rotundidad se expresa Cristian Rovira (@cristian_rovira) socio y vicepresidente del Grupo Sifu, centro especial de trabajo con ánimo de lucro especializado en la inserción laboral de personas con discapacitado.
Ubicados en L'Hospitalet de Llobregat, el proyecto surgió hace 20 años, cuando Albert Campabadal -el fundador- se preguntó qué trabajo podría hacer un familiar suyo que sufría una discapacidad intelectual. Arran este planteamiento nació Servicios Integrales de Fincas Urbanas (SIFU), dedicada a ofrecer facility services a comunidades de vecinos.
El buen hacer de los trabajadores y la satisfacción de los clientes los animó a dar un paso adelante, iniciando su expansión por el territorio español y ampliando servicios. Hoy en día tienen contratados más de 3.000 trabajadores, 700 de los cuales son de difícil inserción. "Queríamos ser diferentes entre los que se dedicaban a hacer inserción de discapacitados, poner por ante la profesionalidad antes de que la discapacidad de los trabajadores", explica Rovira.
Grupo Sifu ha conseguido colaborar con grandes empresas como Repsol, Media Markt, Boehringer Ingelheim,El Corte Inglés, Mango e Ikea, donde sus trabajadores están a las cajas vendiendo las características bolsas azules de la firma sueca. Por el contrario, renunciaron al contrato con Renfe para gestionar el servicio Atendo (atención a las personas con discapacitado a las estaciones) porque los habría obligado a despedir un buen númerodeempleados. "Somos una empresa integradora y nos gustaría ser un espejo por el resto de empresas", apunta Rovira.
Laboratorios Dado, packaging farmacéutico rentable
"Hace más de 10 años empezamos a buscar salida en un grupo de esquizofrénicos y se nos ocurrió montar un laboratorio farmacéutico. Cuando íbamos a Madrid a pedir los permisos, nos decían que estábamos más locos que una cabra". De este modo relata Ramón Vila, presidente de la Fundación Pimec, como fue el inicio del Laboratorio Dado, del que es director técnico.
Es otro ejemplo de centro de trabajo especial, sin ánimo de lucro, que se dedica al packacking farmacéutico, a la cosmética y que está certificado por la Agencia Española del Medicamento. A Laboratorio Dado trabajan 46 personas con discapacitado derivada de enfermedad mental severa y otros 10 empleados como personal de staff y de oficina. "La filosofía de este tipo de empresa es superar las barreras que tiene el colectivo", explica Anna Cohí, su directora.
Con sede en la Zona franca de Barcelona , Laboratorios Dado ha cerrado 2013 con una facturación de 2,5 millones de euros y un crecimiento positivo del 10%. En palabras de Vila , independientemente de la ética personal, "la empresa siempre tiene que trabajar por la comunidad".
El Hayedo, compromiso y productos de alimentación
La empresa fundada por Cristóbal Colón es otra de las que han apostado por la discapacidad como valor añadido a su perfil de empresa. Colón llevaba muchos años trabajando con enfermos mentales. Inició a Salto talleres de laborteràpia, haciendo manualidades con enfermos mental "en vez de no hacer nada en todo el día o estar cercados", explica Albert Riera, director de comunicación del Hayedo.
"Nuestra política es darnos a conocer por la calidad del producto. Queremos que los trabajadores vean que hacemos el mejor trabajo del mundo por el orgullo sano de hacer las cosas bien es muy importante", apunta Riera. El Hayedo es una cooperativa sin ánimo de lucro que produce yogures, mermeladas y helados en su fábrica del Hayedo de en Jordà (Garrotxa).