Más allá del pico tradicional de contrataciones por la actividad vinculada a la cosecha de la fruta durante los meses de verano, los empleados extranjeros son uno de los elementos claves para el buen funcionamiento del mercado laboral leridano. La percepción, más allá de la creencia general, la validan dos informes estadísticos recientes. El primero son los datos oficiales del Ministerio de Seguridad Social y Migraciones y la otra, el Observatorio Demográfico de la Universidad CEU-San Pablo. De hecho, del incremento de los afiliados a la Seguridad Social, que en el último año en la demarcación leridana ha sido de 7.633 cotizantes, más de 6.100, un 81% del total, corresponden a los trabajadores extranjeros. Con cifras del pasado mes de junio, el colectivo de empleados foráneos llega a las 51.224 personas, lo que representa casi uno de cada cuatro de los 210.600 cotizantes totales.
El incremento durante los últimos 12 meses entre los trabajadores extranjeros alcanza el 11%. A pesar de que en este crecimiento tienen un peso importante las necesidades productivas derivadas de la campaña de la fruta, la menor actividad requerida el año pasado por la caída de la cosecha en las comarcas de Ponent ha provocado un trasvase de los trabajos en el campo a otros no tan estacionales.
El colectivo de empleados foráneos llega a las 51.224 personas, lo que representa casi uno de cada cuatro de los 210.600 cotizantes totales
En una línea similar, el Observatorio Demográfico de la Universidad CEU-San Pablo destaca el peso relevante de la inmigración como fuerza laboral, especialmente en demarcaciones como la leridana. Esta contribución se hace patente en ámbitos como la agricultura o la construcción. Así, la mayor parte de la ocupación neta privada generada los últimos años tiene como protagonistas a los trabajadores extranjeros.
Crítica a la política migratoria
En el observatorio, bajo el título 'La inmigración en el mercado laboral español', su autor, el catedrático emérito, Joaquín Leguina, critica la gestión de los flujos migratorios del mercado laboral. "Con los altísimos niveles estructurales de paro, tanto entre los españoles nativos como (todavía más) entre los extranjeros, continúa llegando nueva inmigración de manera masiva, que en los últimos años es casi exclusivamente extracomunitaria". En algunas CCAA, según se detalla en el estudio, los extranjeros ocupan más de una cuarta parte de los puestos de trabajo, llegando casi a un tercio en Baleares. En Catalunya, el porcentaje se queda en el 24,6%. Paralelamente, el Estado español se sitúa a la cabeza de Europa en tasas de paro de nacionales e inmigrantes.
En el perfil que dibuja el informe de la Universidad CEU-San Pablo, se constata que los inmigrantes africanos son los que sufren más paro, seguidos de los europeos del Este e iberoamericanos. Los norteamericanos, chinos y europeos occidentales tienen menos desocupación que los españoles. Por sexos, las empleadas extranjeras acostumbran a trabajar en el sector servicios, mientras que los hombres lo hacen en la agricultura y la construcción. En relación con la calificación del lugar de trabajo, los no europeos son los que ejercen trabajos con menos requisitos formativos.
Necesidad de mano de obra
Esta realidad estadística contrasta con las necesidades laborales de las empresas. Es el caso de los agricultores de algunos pueblos del Baix Segre, zona cero de la recogida de las variedades de fruta de hueso durante los meses de verano, que denuncian reiteradamente la carencia de mano de obra para la campaña de la fruta, especialmente en los años, como este, en que la producción crece respecto a otros ejercicios. Los empresaris lamentan el retraso del Govern a la hora de convocar la línea de ayudas para ampliar o mejorar los equipamientos destinados a los trabajadores de la fruta.
Los empresarios lamentan el retraso del Gobierno a la hora de convocar la línea de ayudas para ampliar o mejorar los equipamientos destinados a los trabajadores de la fruta
De momento, la respuesta de la Generalitat ha sido elaborar un borrador con una propuesta de ayudas dirigidas a crear o mejorar los alojamientos para temporeros. Por eso, se cree que la convocatoria de ayudas se retrase más allá del verano. Desde hace una década, la Administración no ha abierto ninguna línea de subvenciones para alojamientos de los trabajadores de la fruta.
Este ejemplo ilustra la necesidad, todavía no cubierta, de integrar laboralmente a la inmigración, que en algunos lugares como Lleida, actúa como verdadero impulso del mercado de trabajo. Teniendo en cuenta la valiosa aportación laboral de los inmigrantes, todavía se tienen que dar pasos en la ordenación de los flujos migratorios en función de la demanda empresarial y de ocupación.