La tasa de variación anual del IPC en Catalunya se mantuvo estable en junio y se volvió a situar en el 2,6%, la misma que el mes anterior, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística. Se trata del cuarto mes consecutivo de incrementos y, nuevamente, supone la subida más acentuada desde abril de 2017, cuando el IPC creció un 2,8% anual. Los incrementos más destacados se volvieron a registrar en el transporte, con un 9,4%; seguido de la vivienda, el agua, la electricidad y los transportes, con un 9,1%. También subieron los alimentos y las bebidas no alcohólicas, en un 1,4%. Por el contrario, los precios en el grupo de las comunicaciones retrocedieron un 4,5%, en la enseñanza lo hicieron en un 4% y en restaurantes y hoteles en un 1,3%.
Sin embargo, la variación anual en el grupo de los transportes bajó seis décimas, ante el incremento del 10,1% registrado en mayo, mientras que en la vivienda y sus suministro (agua, electricidad y otros combustibles) subieron cuatro décimas, del 8,7% al 9,1%. Por su parte, los alimentos y las bebidas no alcohólicas, pasaron de una tasa anual del 0,9% al 1,4%. Al otro lado de la balanza, las comunicaciones mantuvieron el descenso del 4,5% y la enseñanza el 4% y se han mantenido invariables durante el mes pasado.
En la cesta de la compra, los grupos que han registrado las mayores subidas han sido, entre otros, el de los óleos y grasas, con un 10,8% (6,7 puntos más); el del agua mineral, los refrescos y zumos, con un 7,4% (medio punto más); el de la carne de ovino y porcino, con un 5% y un 1,8 %, respectivamente; el de la carne de ave en un 2,8%, y el pez fresco y congelado, con un 1,5%. En cambio, han registrado descensos el pan y la leche, concretamente de un 1% y un 1,2%, respectivamente; junto con el azúcar, en un 2,5%.
En cuanto al Estado, la tasa de variación anual del IPC también se mantuvo invariable, en este caso en el 2,7%. Los grupos que más influyeron fueron la vivienda, con un aumento del 10,9%, cinco décimas más que el mes pasado, sobre todo por el aumento de la electricidad. De hecho, el IPC de junio ya ha incluido los efectos de la nueva tarifa de la luz, que entró en vigor hace unas semanas. También han influido a la alza el incremento de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, con un 1,1%, tres décimas por sobre el mes de mayo.
Por el contrario, los grupos con más influencia negativa, fueron el ocio y la cultura registraron una variación anual del -0,8%, un punto menos, y el transporte registró una tasa del 8,9%, cinco décimas menos, como consecuencia de los precios de los carburantes y lubricants, que van aumentado menos que hace un año.