El año 1992, el de las olimpiadas, el aeropuerto de El Prat atendió 10 millones de pasajeros. Este 2019 la cifra ya ascendía a más de 52 millones de usuarios, y ahora se está discutiendo como llegar hasta los 70 millones. Dicen que lo necesitamos si queremos desarrollar nuestra economía y hacer crecer el país. Ahora mismo se están atendiendo 78 operaciones aéreas por minuto, y como mucho se podría llegar a las 90, pero necesitamos más y todo el mundo está de acuerdo: hace falta un aeropuerto más grande si queremos un país más grande.
"Los gestores del aeropuerto dicen que hay que hacer crecer el aeropuerto para un país mejor. Es cómo si los fabricantes de azúcar nos recomendaran más azúcar para una vida más sana. Y si considerásemos otras opciones?"
Hay toda una discusión técnica sobre cómo hacer crecer el aeropuerto de El Prat, y estos últimos días parece que se apuesta por ampliar unos quinientos metros la tercera pista. Se ha descartado una cuarta pista, y también se han descartado otras opciones que podrían molestar a los vecinos. La opción elegida haría desaparecer un espacio natural protegido por la Unión Europea, la Ricarda, pero dicen que nos lo compensarían con una superficie cinco veces más grande en algún otro sitio de quien sabe dónde. Sabe mal esto de la Ricarda, pero es por el bien del país.
Los gestores del aeropuerto dicen que es necesario hacer crecer el aeropuerto para un país mejor. Es como si los fabricantes de azúcar nos recomendasen más azúcar para una vida más sana. ¿Y si considerásemos otras opciones?. Quizás no queremos aumentar el número de vuelos que se atienden en El Prat, sino escoger mejor cuáles queremos atender. ¿Y si para atender los que sí queremos cancelásemos los que ya no queremos?.
Janet Sanz, concejal del Ayuntamiento de Barcelona, ya ha comentado la posibilidad de eliminar los vuelos de corto radio que tengan una alternativa razonable en tren. Madrid está a dos horas y media de Barcelona en AVE, mientras que en avión es una hora y cuarto de vuelo, más todo el tiempo de seguridad, embarque y desembarque, e ir de la ciudad hasta las afueras donde está el aeropuerto. Por tiempo las dos propuestas son parecidas, pero el avión contamina diez veces más. Y además, necesitamos liberar las pistas del aeropuerto para dejar espacio a esos vuelos que tanto necesitamos para desarrollar nuestra economía y hacer crecer el país. Y de paso, salvamos la Ricarda. Deberíamos aumentar el número de trenes y reducir al mínimo el número de vuelos entre Barcelona y Madrid, uno de los trayectos aéreos más densos del mundo. Es por el bien del país.
No renunciamos a recibir 70 o 100 millones de pasajeros, pero no queremos que lleguen todos en avión. La cuestión climática debería ser suficiente. España firmó los acuerdos de París y asumió formalmente unos compromisos que no parecen demasiado coherentes con sus planes de abrir un nuevo aeropuerto en Huelva y ampliar los de Barcelona, Madrid y Palma.
De momento un tribunal de Gran Bretaña ya ha detenido la ampliación del aeropuerto de Heathrow precisamente por incumplir lo firmado en los acuerdos de París. Ya era hora que un acuerdo firmado internacionalmente obligue a alguna cosa. Ampliar la tercera pista de Barcelona también sería un incumplimiento de los acuerdos de París, y en nuestro caso además implica cargarse la Ricarda, un espacio natural preservado por la red Natura 2000 de la Unión Europea. El Ayuntamiento de Barcelona ha pedido la opinión de Europa, y parece difícil que sea positiva.
"Ampliar la tercera pista de Barcelona también sería un incumplimiento de los acuerdos de París, y en nuestro caso además implica cargarse la Ricarda, un espacio natural preservado por la red Natura 2000 de la UE"
Gatwick está a media hora en tren de Londres, y está considerada con normalidad como uno de los aeropuertos de la capital. Girona está a media hora en tren de Barcelona, pero su aeropuerto no se puede considerar de la capital porque no tiene estación de tren. Tanta tontería con el AVE y con que somos el país con más kilómetros de vía y nos olvidamos de conectar los aeropuertos. Haber desplegado muchos kilómetros de vía no equivale a haber desplegado un servicio ferroviario.
El año que viene, 2021, se completará la fusión entre Eurostar, la compañía que gestiona el túnel bajo el canal de la Mancha, y Thalys, la compañía franco-belga de trenes de alta velocidad. Tienen sobre la mesa una propuesta para ofrecer viajes en tren de Londres a Barcelona en poco más de 6 horas sin paradas. De St. Pancras a Sants en 6 horas. En 5 horas de Londres a Milán. En 4 horas de Londres a Ginebra. En 3 horas de Londres a Frankfurt. Quizá lo que queremos no es ampliar la tercera pista de El Prat, sino ampliar nuestra capacidad de gestionar otras redes viarias. Por el bien del país. Y del planeta.