Crear un referente gastronómico con la voluntad de colocar la figura de Gaudí el centro de la mesa. Bajo esta premisa, el próximo mes de septiembre abrirá las puertas 'El Tribut', un restaurante que más allá de su propósito de servir como homenaje al icónico arquitecto catalán, quiere compartir sus valores, vinculados al carácter local, la fuerza de la naturaleza o el paisaje mediterráneo. 'El Tribut', que se situará en la planta superior del Balcó Gastronòmic, la nueva iniciativa de restauración y de alimentación que el Puerto Olímpico impulsa en el Moll de Gregal, apuesta por la innovación, tanto desde el punto de vista de la decoración como de la oferta gastronómica. Para hacer posible el proyecto, los impulsores del establecimiento han contado con el apoyo financiero del Instituto Catalán de Finanzas (ICF). El organismo de la Generalitat de Catalunya ha otorgado un préstamo participativo de IFEM.
Desde su experiencia en el mundo de la restauración, donde gestiona siete proyectos diferentes, David Carbó i Amorós, uno de los socios del establecimiento 'El Tribut', explica que "en todos los espacios que creamos, buscamos ir más allá del componente gastronómico y que los locales estén ubicados en lugares emblemáticos con un pasado histórico".
David Carbó es el socio del proyecto, que tiene experiencia en el sector del 'hospitality' en la ciudad. Se dedica al desarrollo de conceptos gastronómicos e implementaciones operativas desde Manageat Hospitality y es socio de otros proyectos de restauración en Barcelona, contando uno en Calella de Palafrugell. Tanto Margarita, en la emblemática playa de'n Caláis de Calella como Baldomero, un oasis en medio de la capital catalana situado en el emblemático Passatge Mercader, en el cual contó con la ayuda y financiación de ICF y Avalis. Según Carbó, trabajar con el ICF supone un apoyo financiero, sin el cual no hubiera sido posible desarrollar un proyecto de la envergadura del Tribut". Del restaurant se ocupará Pastanaga, que gestiona proyectos de restauración, a la que confían el desarrollo de la oferta gastronómica, la estrategia y la gestión de la operación diaria.
El restuarante quiere reflejar los valores de decoración, interiorismo y naturaleza reivindicados por Gaudí
Financiar un proyecto singular
A raíz del propósito de crecer y consolidar proyectos gastronómicos singulares, surgió la necesidad de financiación para sacar adelante la iniciativa del restaurante 'El Tribut'. En este escenario es donde apareció el apoyo del ICF en el ámbito del capital riesgo y el préstamo participativo de IFEM. En esta modalidad, el organismo aporta financiación con fondos de capital riesgo, inversores privados y 'venture builders' en forma de préstamo participativo para empresas en fases iniciales o en las primeras etapas de crecimiento. El ICF gestiona este vehículo de coinversión a través del IFEM. David Carbó señala que "en el ICF hemos encontrado un partner que no solo está centrado en el apoyo financiero, sino que defiende y favorece la posibilidad de desarrollar iniciativas singulares y de proximidad, vinculadas al territorio". La inversión de todo el proyecto del restaurante supera el millón de euros.
En la concepción del espacio, los impulsores del proyecto han decidido utilizar el sistema energético de la geotermia con el objetivo, según Carbó, de "poner la naturaleza en el centro de las decisiones, combinando la sostenibilidad con el interés económico, reflejado no solo en el interiorismo del local, sino también en la oferta gastronómica".
"En el ICF hemos encontrado un partner que no solo está centrado en el apoyo financiero, sino que defiende y favorece la posibilidad de desarrollar iniciativas singulares y de proximidad, vinculadas al territorio"
David Carbó añade que desde una visión local, tocando al mar, se quiere transmitir el carácter mediterráneo de Barcelona y de la figura del arquitecto Antoni Gaudí. "Además del producto de proximidad que utilizaremos en nuestra cocina, el personal del restaurante hablará catalán, aparte de otras lenguas, como muestra de compromiso con el territorio". Innovación, disrupción e inspiración en un cóctel que fusionará materiales constructivos resistentes, pero procedentes del reciclaje, alimentos provenientes del aprovechamiento y recetas clásicas de la cultura catalana, pero también asiáticas o latinoamericanas.
Diferentes niveles de la carta
El acercamiento culinario que proponerà 'El Tribut', tal como comenta Carbó, no se producirá desde la alta gastronomía, sino desde un espíritu mediterráneo. Así, la carta ofrecerá propuestas variadas, agrupadas en tres niveles: el Alto Tributo, la tradición catalana y las clásicas vinculadas al mar. En el primero, se encontrarán platos como el bocadillo de mejillones en escabeche, las sardinas a la llauna con miel de papada ibérica o la lubina al horno con vinagreta de albahaca y estragón. En el caso de la tradición catalana, habrá filete Wellington de cerdo, canelones de asado o esqueixada de bacalao. Otra opción son platos que el comensal espera encontrar en un restaurante que está tocando el mar, como el arroz del senyoret, el jamón, el marisco o el pescado al horno.
'El Tribut' pretende innovar, fusionando gastronomía, naturaleza y arte en un mismo espacio. El restaurante abrirá las puertas para hacer, tal como indica su nombre, un tributo a Antoni Gaudí. Han creado un espacio donde poderse reunir para vivir una experiencia de restauración auténtica e innovadora en torno a los valores e identidades que caracterizaron el Modernismo de hace más de un siglo. 'El Tribut' colgará sobre el mar gracias al Balcó Gastronòmic, el proyecto que prevé convertir el Moll de Gregal en una de las áreas de restauración más singulares de la capital catalana.