Este martes se han celebrado las elecciones en Estados Unidos. Durante todo el día estarán abiertos los colegios electorales para qué todos los estadeunidenses vayan a votar. Este miércoles, si no hay problemas de última hora, conoceremos quién es el nuevo presidente de los Estados Unidos. Los dos candidatos favoritos son Joe Biden (Demócrata) y Donald Trump (Republicano). La noche es larga...
El sistema electoral de Estados Unidos es un poco particular. Cada uno de los 50 estados y el Distrito de Columbia (donde está la capital Washington D.C.) se comporta como una circunscripción con sus votos electorales (con alguna excepción). En función de la población de cada circunscripción, esta recibirá más o menos votos electorales.
El candidato que gana en un estado se lleva todos los representantes de este (excepto Nebraska y Maine, donde los Estados se dividen en distritos). Del mismo modo pasa en el Distrito de Columbia. Entre todos los Estados y el Distrito de Columbia hay un total de 538 votos electorales. Esto quiere decir que quien tenga más de 269 votos electorales gana las elecciones.
Sabiendo como funciona el sistema electoral, ahora nos podemos hacer la pregunta. Y quien ganará? Esta es una pregunta difícil de responder, pero podemos mirar las encuestas para intentar predecir el resultado.
"Quién tenga más de 269 votos electorales gana las elecciones"
Lo cierto es que Biden va por delante de Trump, y por bastante. Sobre intención directa de voto, las encuestas nos dicen que tendrían un 51,7% y un 43,2% de votos respectivamente. Hay algunos Estados donde no está claro quién ganará todavía, por lo que estos números no son definitivos. Lo que sí que podemos decir, es que según cálculos de FiveThirtyEight (una empresa que analiza las encuestas), Trump tiene un 10% de probabilidades de ganar, y Biden un 90%. Se tiene que decir que las encuestas se equivocaron en las elecciones de 2016, pero este año se tendrían que equivocar mucho más para que ganara Trump.
Los dos candidatos distan mucho en medidas económicas propuestas, por lo que estas elecciones determinarán mucho la economía de los próximos años. Biden propone una recuperación económica basada en el gasto público. Este gasto iría centrada en infraestructuras, salud, proyectos verdes y energías renovables. Las empresas de estos sectores se podrían ver beneficiadas por estas inversiones estatales. Otro tipo de "proyectos verdes" serían las empresas canábicas, que también se verían beneficiadas por la descriminalización de la marihuana. También quiere subir el salario mínimo que tienen actualmente.
Para financiar todo esto, Biden tiene pensado subir los impuestos. Lo quiere hacer a las empresas y a los más ricos. Por eso las empresas que más perjudicadas se verían serían los bancos, energéticas convencionales, tecnológicas y empresas de consumo. En cuanto al conflicto con China, las relaciones serían menos tensas. Esto no quiere decir que no se quiere luchar por ser la primera potencia, pero Biden lo quiere hacer de una forma más inteligente. Se quiere juntar con los países aliados para dejar de depender tanto del gran asiático. Es por este motivo que empresas que tienen relaciones con China se podrían ver más beneficiadas por su victoria que por la de Trump.
"Trump y Biden quieren reactivar la economía, pero de una forma radicalmente diferente"
En cuanto a las medidas propuestas por Trump, son muy diferentes. El magnate americano quiere reactivar la economía, del mismo modo que Biden, pero de una forma radicalmente diferente. Lo quiere hacer con una combinación de bajar impuestos y con gasto público, que vendría de endeudamiento o de lo que se conoce como la curva de Laffer (esta curva dice que, en determinadas situaciones, si bajas los impuestos aumenta la recaudación por el aumento de la actividad económica).
Contrariamente al caso de la victoria de Biden, las empresas que se verían más beneficiadas serían las tecnológicas, bancos, empresas de consumo y energéticas convencionales. Se tiene que decir que también quiere aumentar el gasto en infraestructuras y, siendo un presidente republicano, el gasto en defensa y militar se vería beneficiada.
En cuanto a las empresas que no se verían beneficiadas por la victoria de Trump, estas serían las energéticas renovables (no hace falta explicar lo que piensa Trump del cambio climático), empresas verdes (como Tesla) y las canábicas. Finalmente, por lo que se refiere a las relaciones con China, seguramente seguiríamos viendo las tensiones que hemos visto hasta ahora. Trump quiere competir con China a solas, puesto que se está poniendo los aliados en contra por el poco gasto militar de estos últimos. Dice que los Estados Unidos están pagando gran parte del gasto en defensa de muchos países aliados, por lo que las relaciones no serían suficientemente buenas cómo para definir una estrategia conjunta en contra de la hegemonía china.
Así pues, sólo nos faltan unas horas para conocer el resultado. Ya hemos visto que dependiendo de quién gane, la economía cogerá un camino u otro, siendo los dos completamente diferentes.
Ojo a la bolsa!