A pesar de que el ritmo de filtraciones sobre el kremlingate se ha reducido de acá que James Comey declaró a la Comisión de Inteligencia del Senado que se habían publicado algunas noticias falsas en el respeto (que no han tenido apoyo en esta columna), el mismo Donald Trump saca el tema una y otra vez, pero esta semana, por primera vez, el Presidente ha reconocido abiertamente que la interferencia rusa a las elecciones presidenciales existió.
Trump ha cambiado su estrategia y ahora insiste a culpar Barack Obama de esta interferencia argumentando que no hizo nada para contrarrestarla. El cierto, pero, es que los Estados Unidos son un Estado de Derecho y si alguien tiene que tomar medidas son los tribunales, puesto que el Presidente no tiene poderes legales para conspirar contra ciudadanos norteamericanos - de hecho, hacerlo es delito de traición-.
Además hay otra cosa que Donald Trump omite: en los EE.UU. la información clasificada proveniente de las agencias de Inteligencia no se puede utilizar en juicios, puesto que seria revelación de secretos. Así pues, utilizar esta información durante una campaña electoral contra un rival político y en beneficio de un candidato que es compañero de partido sería del todo inaceptable.
En los EE.UU. la información clasificada proveniente de las agencias de Inteligencia no se puede utilizar en juicios
El fiscal especial Robert Mueller III parece haber acabado el periodo de contratación y ya ha hecho las primeras pasas requiriendo información y, según algunas fuentes, después de vacaciones podríamos tener novedades sobre la investigación.
El resultado es que la Casa Blanca está pasando unos días con un nerviosismo extrañamente elevado que ha provocado que el Secretario de Comunicación, Sam Spicer, no permitiera retransmitir en directo las ruedas de prensa de la Casa Blanca. Tampoco se han permitido preguntas hasta este miércoles, cuando ambas prohibiciones fueron levantadas.
Llegará la Trumpcare?
La reforma sanitaria está llegando a un nuevo clímax. El pasado viernes, al atardecer, los Republicanos publicaron el borrador de la moción y lo enviaron a la oficina presupuestaria (CBO) que lunes publicó la evaluación. Los Republicanos necesitan que la moción reduzca el déficit público los debe de próximos años para poder aprobarla por mayoría simple y, en este aspecto, la evaluación de la CBO es positivo por qué Trumpcare reducirá el déficit público en 321.000 millones de dólares los cercanos 10 años.
Ahora bien, hay dos aspectos que ha provocado un alud de rechazo de los moderados Republicanos:
- La moción reducirá los fondos dedicados a Medicaid , que es el programa federal de apoyo al mandato individual (todos los adultos tienen obligación de contratar seguro médico) y estima que 22 millones de norteamericanos perderán la cobertura sanitaria.
- Las primas de los seguros se pueden encarecer por la clase mediana debido a la estructura de los créditos fiscales propuestos.
Once senadores republicanos han mostrado públicamente su oposición a Trumpcare así que la Casa Blanca no ha tenido más remedio que aplazar la votación hasta después del receso del Día de la Independencia (4 de julio).
Más tensión con el exterior
La política exterior, después de unos días de calma, vuelve al primer plan. La Casa Blanca hizo miércoles una cosa que yo no había visto nunca: emitir un comunicado acusando el régimen de Bachar Al-Assad de estar preparando un ataque químico y anunciante fuertes represalias si se llevaba a cabo. Además, la situación entre Qatar y la Arabia Saudí, con Irán apoyando Qatar, añade más tensión en Siria.
Un triunfo de Trump
El Tribunal Supremo levantó cautelarmente algunas partes suspensas sobre el Decreto Migratorio conocido como travel bando. Después del verano el Supremo emitirá un veredicto definitivo, pero establece excepciones en la aplicación del decreto: parentesco familiar y negocios. En estos dos casos no será posible prohibir la entrada de los países vetados por Donald Trump. Es un gran triunfo para el Presidente.
Bajadas y subidas del tipo de interés
La Reserva Federal podría dar detalles concretos sobre la reducción de su balance (que, de facto, implica un aumento del tipo de interés efectivo) el próximo mes de septiembre, a pesar de que la oposición a las subidas de tipos cada vez son más numerosas. Eso sí, los que se oponen a las subidas son los mismos que se oponían a las bajadas. La vida.