El verano es tiempo de reflexión. Ya lo avanzaba el escritor Xavier Roig: "Vuelve el turismo". Cómo siempre? Quién sabe, el tiempo dirá. Queremos turismo de calidad, pero todavía tenemos demasiado presente el turismo de masas que hemos vivido a lo largo de los últimos años. Aquel turismo que nadie quiere de cara al público, pero que muchos echan de menos en el boca-oreja. "Es la economía, estúpido", que diría James Carville durante la campaña presidencial de BillClinton. Es el mantra de la cantidad que, desafortunadamente, todavía impera demasiado amenudo frente a la calidad o la sostenibilidad. "El viajero practica una forma de cultura -la historia está llena de ilustres viajeros-. El turista no. El turismo es ignorante y depredador. Por definición, no persigue otra cosa que pasar el rato sin ninguna otra aspiración que cambiar de ambiente -o hacer aquello que a su país no le dejan hacer-", escribía el ingeniero. Hagamos un viaje por el turismo de entre pasillos.
Para empezar, los datos no engañan: la hosteleria y el turismo representaban el 13,6 % de la ocupación en Catalunya en 2019, superada por la industria con un 17,6 % y muy lejos del 3,3 % de las TIC. La actualización de estas cifras ha quedado alterada y en stand by por la pandemia. Estamos en pleno verano, a la esquina de agosto, y el turismo vuelve a su ritmo a ser una realidad importante en tiempos de covid-19. Los visitantes -principalmente del resto de España- sacan la cabeza por Catalunya. Volvemos a la pregunta de antes: cómo siempre? En VIA Empresa hemos querido ir hasta el fondo de la cuestión con algunas conversaciones de primera fila.
Roig: "El viajero practica una forma de cultura -la historia está llena de ilustres viajeros-. El turista no. El turismo es ignorante y depredador"
La compañera Margalida Vidal ha hablado este julio con Eduard Torres, presidente de Turisme de Barcelona, y Manel Casals, director general del Gremi d'Hoteles de Barcelona. A golpe de titulares, respectivamente: "Las aerolíneas apuestan por Barcelona" y "Queremos superar los niveles de turistas previos a la pandemia". Toda una declaración de intenciones, pero vamos por partes.
¿Turismo de sol y playa?
El presidente de Turisme de Barcelona se muestra en estos momentos "relativamente optimista" y recuerda que Barcelona es el primer destino europeo y la sexta ciudad en todo el mundo en plazas de vuelo. Ahora bien, parece que la gente prefiere volar a la costa o hacer un paseo por la naturaleza antes que visitar la gran ciudad. Alerta: más del 50 % de los hoteles de la capital catalana siguen cerrados. Se prevé que 2022 sea el año de la recuperación y se espera con los brazos abiertos la nueva edición del MWC y el ISE.
"Es deseable que tengamos el turismo que teníamos antes, pero distribuido de una manera diferente: más repartido en el resto de Barcelona y en el resto del territorio, y con unas estancias más largas. Esto es lo que ya trabajábamos antes de la pandemia para hacer el turismo más sostenible", apunta Eduard Torres. Pregunta: ¿Turismo de masas? Respuesta: "No me gusta este concepto. Desconcentremos el turismo".
Torres: "¿Turismo de masas? No me gusta este concepto. Desconcentremos el turismo"
Cómo? Pasando del relato del turismo de sol y playa a la tierra de la cultura, la innovación, la formación, la investigación o la tecnología. Según Torres, "no hay ciudad más atractiva que aquella en la que el local se mezcla con el turismo". Así pues, quizás nos tendríamos que creer primero los de aquí este relato de lo que tenemos para poderlo explicar a los viajeros del mundo. ¿Que qué tenemos? Todo esto y mucho más y también sol y playa, pero no sol y playa, todo esto y también muchas cosas. El orden sí altera el producto turístico.
La tierra prometida
Por su parte, el director general del Gremi d'Hotels de Barcelona fija el 2023 como año de la recuperación e incluso, superación del turismo previo a la pandemia. Pero, ¿de qué tipo de superación estamos hablante? De nuevo, se habla del turismo sostenible. Parece la tierra prometida a la que nunca se acaba de llegar del todo, pero que todo el mundo predica. Quizás tendríamos que definir bien antes que quiere decir turismo sostenible y qué está dentro y fuera de este marco.
Mientras ustedes leen y nosotros escribimos, cada noche se alojan de media casi 10.000 personas en los hoteles de la capital catalana. Todavía poca gente para las tradicionales noches de verano, pero tanto Torres como Casals tienen una fe casi ciega en "el relanzamiento" del MWC y el ISE a partir de febrero como sí de la vacuna económica del turismo se tratara.
"Creemos que tendríamos que seguir creciendo en hoteles, pero es necesaria no solo una gestión turística, sino una buena gestión turística. Durante muchos años, se ha ignorado el turismo porque la administración pensaba: "Que bien, estos hoteleros, que llevan gente y enriquecen la ciudad", explica Casals poco antes de criticar los 10.000 pisos turísticos de Airbnb o los "modelo agresivos" de Glovo y Cabify con "las personas y el entorno".
Casals: "Es necesaria no solo una gestión turística, sino una buena gestión turística. Durante muchos años, se ha ignorado el turismo porque la administración pensaba: "Que bien, estos hoteleros, que llevan gente y enriquecen la ciudad"
Según Casals, "cuando viajes a un lugar, tienes que ser responsable de lo que pasa". Me recuerda a aquello de no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti o viaja por el mundo cómo te gustaría que viajaran por tu casa. Cuando se le pregunta por los trabajadores de los hoteles de Barcelona, el director general del Gremi responde que "una camarera de piso, según convenio, en Barcelona cobra 1.580 euros al mes. Es un sueldo adecuado al perfil".
La polémica en las redes del diario no tarda en encenderse con todo tipo de comentarios de lo más escépticos y críticos.
Ahora bien, no le falta razón a Manel Casals cuando saca el manual del management y dice que "lo que tenemos que tener claro como destino turístico es qué queremos hacer, qué queremos conseguir con el turismo, qué tipo de turismo queremos tener y qué estrategia queremos seguir como ciudad". Así es, en materia de turismo y prácticamente en todo a la vida. Primero pensar y después, hacer.
Pensar el turismo, hacer el turista
Así pues, quién piensa y cómo se tiene que pensar hacia el turismo que queremos ir? Los políticos, dirán unos. El sector privado, dirán otros. La sociedad civil, dirán los del medio. Después de pensar, tocará hacer y también dejar hacer. "El problema que tenemos a la hora de gestionar el turismo es que no tenemos experiencia. Hay muchos ámbitos de gestión de una ciudad, como el urbanismo, que hace centenares de años que se planifican. Nosotros hace 15 años que gestionamos el turismo y, por lo tanto, no sabemos. En lugar de ser consciente, nos pensamos que lo hacemos muy bien", alerta el director general de Turisme de Barcelona.
Castellarnau: "Los hoteleros leridanos sufrimos el año pasado la criminalización que este año reciben los jóvenes"
El presidente del Gremi d'Hostaleria de Lleida, Josep Castellarnau, también se muestra "moderadamente optimista" en una entrevista en VIA Empresa porque su turismo es interior y no depende de aviones o barcos. "Más que ser un problema, siempre hemos querido formar parte de la solución... Los hoteleros leridanos sufrimos el año pasado la criminalización que este año reciben los jóvenes", alerta Castellarnau.
Más concretamente, el presidente del Gremi d'Hostaleria de Lleida reivindica que no son "profesionales solo preocupados por el dinero" y critica el hecho de ser "el asno de los golpes cuando las cosas van mal" por parte de la administración. La petición es clara: "Le pedimos a la Generalitat progresividad en el momento de implantar medidas, puesto que se tiene que cuidar la fina línea que hay entre salud y economía". Aquella fina línea que recuerda a la famosa película de Terrence Malick. "Necesitamos que la Administración piense en la economía que se mueve alrededor de nuestro sector", defiende Castellarnau. Piensa en la salud, administración... Pero no te olvides de la economía.
Aymerich: "Nos hemos preocupado poco por el turismo, no nos lo hemos tomado seriamente y lo hemos dejado crecer y crecer. El problema es que ahora estamos atrapados"
Para acabar, la recomendación del libro La fàbrica de turistas. El país que va canviar la indústria pel turisme (Pórtico, 2021) del periodista Ramon Aymerich y una reflexión final suya: "Quizás hemos ido demasiado lejos. Nos hemos preocupado poco por el turismo, no nos lo hemos tomado seriamente y lo hemos dejado crecer y crecer. El problema es que ahora estamos atrapados. Necesitamos que los turistas vuelvan a llenar hoteles, restaurantes y tiendas, porque depende el trabajo de mucha gente... El turismo dinamiza y tiene fama de aguantar cuando todo el resto falla, pero esta vez nos ha arrastrado a todos".
Mientras tanto, disfrutemos del verano como se pueda y no dejemos de leer y sobre todo pensar porque el turismo, como la economía, el periodismo y tantas otras cosas, o lo haces o te lo hacen.