Con la sensación -y la certeza que dan las cifras- de haber perdido la batalla, el turismo ya pide la hora a este incierto 2020. Las estadísticas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio muestran que la entrada de turistas (FRONTUR) ha caído un -75,46% desde enero, su gasto un -73,82% y las pernoctaciones, un -68,85%. Cómo si el árbitro estuviera en medio del campo, los empresarios de la hostelería se marcan el horizonte de la Semana Santa de 2021 o, incluso, del próximo verano, como el límite para decir que sí, esta vez sí que nos hemos recuperado. Fin del partido, por favor.
En Benidorm, en Alicante, donde el turismo de sol y playa tiene su máximo exponente, se celebra este martes la jornada EresTurismo: todos somos clavo en la reactivación del turismo, que organiza la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) de la mano de AEFA, APD, Cámara Alicante, CEV Alicante, EDEM y HOSBEC. Y es allí donde se han quejado los empresarios de "cómo estamos" a la vez que han intentado animarse los unos a los otros con el objetivo puesto en el próximo año.
"Hasta la primavera o la Semana Santa no habrá remontada", ha expresado José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, la asociación que agrupa a más de una treintena de grandes empresas del sector. Zoreda que, con una actitud pesimista ha reconocido que hay empresas conocidas que están a punto de presentar concursos de acreedores, ha lamentado que "se ha tardado bastante en entender que el turismo es un sector tractor de la economía española".
Zoreda: "Se ha tardado bastante en entender que el turismo es un sector tractor de la economía española"
En una conversación compartida con el director de desarrollo de negocio de IBM, César Romera, alrededor de las tendencias actuales, Zoreda ha exigido al Gobierno español herramientas nuevas, más allá de los ERTE y de los créditos ICO de los cuales también se ha beneficiado el turismo. "Somos un sector que necesita otro tipo de instrumentos, una mejor comprensión porque nosotros no podemos almacenar servicios. De cómo ayudarnos dependerá diseñar un futuro para sacar adelante los retos", ha añadido. Y como advertencia, ha recordado que nunca nadie dudó en crisis pasadas de que se tenía que ayudar a la banca o a otros sectores. "Pues ahora hay que ayudar al turismo".
Seguridad, palabra clave
La fuerza destructora de la pandemia es la que ha puesto en su lugar el valor del sector, también ha comentado. "Los rebrotes de la pandemia son los principales riesgos para el turismo, nada de lo que hagamos tendrá sentido si no podemos recuperar la imagen de seguridad", ha destacado Zoreda.
La seguridad también ha sido sustantivo importante en el discurso del empresario Kike Sarasola, mediático hostelero que gestiona una cadena de hoteles y otra de apartamentos, también con presencia en Barcelona, y que ha participado en la jornada para dar su visión. Sarasola, con un tono más positivo pero también muy crítico con las Administraciones públicas, ha advertido que esta es "la época de las oportunidades" pero que "sin turismo, no vamos a ningún sitio".
Sarasola ha puesto como ejemplo las medidas de Francia o Italia, que ha creado un bono turístico para gastar en hoteles del país, una medida que en el País Valencià también existe, puesto que el Consell anunciaba recientemente la creación del Bo Viatge Comunitat Valenciana, que busca estimular el consumo de las familias valencianas con una bonificación del 70%, una ayuda que llegará a los 600 euros, aproximadamente.
A la pregunta de Adolfo Tudor, presidente de Baleària, de cuáles son las cifras de Room Mate, su cadena hotelera, Sarasola ha explicado que actualmente mantiene abiertos 8 hoteles, ha reincorporado a sus trabajadores de los ERTE (previa polémica del vídeo viral que circuló por redes sociales en el que se enfadaba con los trabajadores que no querían volver) y tiene previstas inauguraciones en abril de 2021, tanto en Ibiza como en Magaluz, en Mallorca. Su grupo facturó en 2019 un total de 108 millones de euros y este 2020 preveía unos 140 millones de euros, pero el contador se redujo drásticamente con el confinamiento.
Por todo esto, Sarasola ha apostado porque "el 2021 sea el año de nuestra recuperación, pero nos tenemos que reinventar y reformular. La medida no puede ser contar los millones de turistas que vienen a visitarnos, no puede ser esta la fórmula, ya no. No podemos dedicar 'ni un duro' más a traer turistas de Europa, los que interesan son los chinos y los norteamericanos, que dejan dinero". Su propuesta implica defender más calidad en el servicio, poniendo el cliente en el centro y dando importancia a la palabra "seguridad". Por eso, ha explicado, hará tests de antígenos de coronavirus a los clientes de sus hoteles y a los trabajadores se los hará cada cinco días, como ya hace actualmente.