Vamos a plantear una circunstancia común que, casi sin darnos cuenta, incide (o puede hacerlo) en nuestro futuro profesional: con tus amigos has salido de fiesta, de viaje, de comida o simplemente de tardeo. Y en algunos casos hasta has hablado de tu vida laboral. Pero, en realidad, el 99% no saben a qué te dedicas. Ignorar cuál es tu día a día. Y, yendo más allá, desconocen totalmente tu red de contactos y cómo podría ayudarles en un momento determinado.
¿Por qué decimos que esta circunstancia impacta en tu trayectoria profesional? Porque, en el caso de que la coyuntura ocurra a la inversa y alguien les pregunte si conocen a una persona con unas determinadas habilidades, es muy factible que no piensen en ti por simple desconocimiento. Y cuando te enteres te agarres un mosqueo descomunal.
No hablamos solo de oportunidades profesionales, que también. En un mundo donde los salarios son cada vez más bajos y el acceso al trabajo más complicado, disponer de una fuente de ingresos recurrente simplemente por poner en marcha tus capacidades de conectar gente puede convertirse en un auxilio económico. O en un sobresueldo que complemente lo que ya entra mensualmente en tu cuenta bancaria.
Al dar referencia de alguien a otra persona, no solo propiciamos negocio sino también confianza. Lo que derivará en nuevas posibilidades en el futuro
En los últimos años se ha hablado mucho del concepto win-win, pero en demasiadas ocasiones este solo viene asociado a lo monetario. Sin darnos cuenta de que, al dar referencia de alguien a otra persona, no solo propiciamos negocio sino también confianza. Lo que derivará en nuevas posibilidades en el futuro.
Además, a medida que alguien crece (en edad y en experiencia) acumula tal cantidad de conocidos que es imposible que le vengan a la cabeza en el momento en que sea necesario. Algo que es capaz de solventar la tecnología sin esfuerzo para el usuario y que ha conseguido calibrar Feending de manera sencilla en su plataforma.
Adiós a los networkings clásicos
No nos engañemos. Los networkings clásicos sin citas a ciegas donde escoges a uno o varios perfiles para hablar dos minutos por circunstancias que desconoces y donde estadísticamente vas a encontrar menos ‘matches’ de los que podías esperar inicialmente. A grandes rasgos es como tratar de ligar en una discoteca, de hecho. La comunicación visual inicial abre el camino y una primera conversación, pero como te enteres que a quien le tiras los tejos es del Real Madrid o le gustan las telenovelas turcas igual empiezas a pensar si has hecho bien. Y si has empleado tu tiempo de manera óptima.
La era del teletrabajo ha abierto nuevas oportunidades. Y no solo por encontrar gente que necesitas independientemente de dónde se ubique físicamente, sino sobre todo por poder crear conexiones de valor en cualquier huso horario.
Casi nunca acudimos a esta primera red de seguridad (y de conocimiento) para encontrar empleo o mejorar el que tenemos
Andamos siempre buscando opciones en Linkedin. Asistiendo a eventos con desconocidos por si suena la flauta. Creando publicaciones en redes sociales para intensificar nuestra marca personal. E incluso generando empresas innovadoras.
Y, sin embargo, siendo tan claro en las primeras fases de una startup en apoyo de los friends, fools and family, casi nunca acudimos a esta primera red de seguridad (y de conocimiento) para encontrar empleo o mejorar el que tenemos. Y ya es hora de poder hacerlo de manera sencilla. Y, además, monetizable.