La Unión Europea y China negocian un posible aumento en el precio de los vehículos eléctricos fabricados en el gigante asiático antes de que los aranceles impuestos a los coches chinos entren en vigor el próximo 30 de octubre. En un comunicado, la Comisión Europea informó de una nueva reunión por videoconferencia entre el vicepresidente del ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, y el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, un encuentro en el que ambas partes reiteraron su compromiso de alcanzar "una solución acordada" a la disputa, dentro de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Aunque no se ha llegado a un acuerdo, el comunicado asegura que se producirán nuevas conversaciones "muy pronto"
"La UE ha subrayado que, según las normas de la OMC, la posibilidad de ofrecer compromisos de precios está abierta a las diferentes empresas que participan en la investigación", señaló la Comisión Europea en el comunicado.
Sobre esta cuestión, el portavoz de Comercio del ejecutivo comunitario, Olof Grill, aseguró que las conversaciones se mantendrán hasta el 30 de octubre y valoró encuentros como el de este viernes. "El hecho de que hoy se haya celebrado una videollamada indica que existe la voluntad de llegar a una solución", expresó.
Los aranceles se están imponiendo de forma provisional desde el pasado julio
En caso de que ambas partes no alcancen un acuerdo, los aranceles entrarían en vigor el 30 de octubre, una vez se publiquen en el Diario Oficial de la Unión Europea. Los gravámenes en cuestión se aplicarían al grupo SAIC (en su caso serían del 35,5%), a Geely (18,8%) y a BYD (17%), que se sumarían a los aranceles del 10% ya existentes. También afectarían a otras empresas que producen en China como Tesla, a la que se le aplicaría un arancel adicional del 7,8%, mientras que otros grupos chinos que han cooperado con la Comisión Europea durante su investigación tendrían que asumir tasas del 20,7%.
Los aranceles se están imponiendo de forma provisional desde el pasado julio, después de que Bruselas concluyera que los subsidios que reciben los productores de vehículos eléctricos chinos son "injustos" y generan "competencia desleal".
Preocupación por una guerra comercial
En el mismo comunicado publicado por la Comisión, se indica que Dombrovskis ha trasladado su preocupación por la decisión de China de elevar los aranceles a las importaciones de brandy europeo, una decisión que se tomó pocos días después de que los Estados miembros dieran luz verde a la subida de aranceles sobre los coches eléctricos.
Sobre estas prácticas, Dombrovskis defendió que "no tienen fundamento" y confía en que Pekín no tome el mismo camino en sectores como el porcino o el de productos lácteos, también señalados por China.