Las nuevas reglas de déficit y deuda de la UE comenzarán a aplicarse este martes, tras haber recibido la luz verde del Consejo de la UE este lunes. Después de que el Parlamento Europeo las aprobara la semana pasada, la ratificación del Consejo de la UE era el último paso necesario para la aprobación definitiva de las nuevas reglas fiscales. Las nuevas normas mantienen los objetivos fiscales anteriores a la crisis de la covid-19, que fijan un déficit inferior al 3% y una deuda por debajo del 60% del PIB. Sin embargo, introducen nuevos objetivos individuales de cuatro años teniendo en cuenta la situación de cada país y abren la posibilidad de ampliar el período a siete años si los estados se comprometen a aplicar reformas e inversiones.
Las nuevas normas mantienen los objetivos fiscales anteriores a la crisis de la covid-19, que fijan un déficit inferior al 3% y una deuda por debajo del 60% del PIB
Las nuevas normas también fijan exigencias de reducción de la deuda y el déficit en aquellos países que presentan peores cifras. En cuanto a la deuda, aquellos estados que se sitúen por encima del 90% del PIB -como es el caso de España- deberán reducirla como mínimo un punto porcentual cada año. En el caso de los estados con una deuda entre el 60% y el 90% del PIB, el ajuste anual será del 0,5%.
En cuanto al déficit, los países que se sitúen por encima del 3% deberán hacer un ajuste estructural del 0,4% anual. Sin embargo, esta reducción puede llegar a ser más laxa -hasta el 0,25% anual- si los estados acuerdan planes fiscales a siete años con la Comisión Europea. En caso de incumplimiento, Bruselas someterá a los países afectados a un control periódico y estricto de sus finanzas. Si finalmente la cifra de déficit -la deuda es un agravante- no se reduce, los estados pueden enfrentarse a multas semestrales de hasta el 0,05% de su PIB.