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Un crucero, un millón de euros que factura Barcelona

El turismo de cruceros crece en la ciudad desde 2001 pero su éxito genera un debate entre vecinos, administraciones e industria por el equilibrio entre beneficio económico y sostenibilidad

La terminal B del puerto de Barcelona, con gran actividad de pasajeros
La terminal B del puerto de Barcelona, con gran actividad de pasajeros
Neus Navarro
28 de Abril de 2016
Act. 28 de Abril de 2016
De los millones de visitantes que cada año pasean por las Ramblas de Barcelona, una buena parte son creueristes, turistas o excursionistas –depende de si pernoctan o no- que visitan la ciudad, atraídos principalmente para descubrir su arquitectura, cultura y entretenimiento. De su estancia sederivan 796 millones de euros que factura Cataluña cada año, el 75% de los cuales se quedan en la ciudad de Barcelona. El estudio presentado este jueves sobre la actividad de cruceros en Barcelona revela que cada crucero que escala al puerto barcelonés genera un millón de euros de facturación, 0,5 millones de euros de contribución al PIB, crea nuevo puestos de trabajo y produce 0,2 millones de euros de renta fiscal.

Son las conclusiones del informe elaborado por el Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab de la Universitat de Barcelona y que ha desglosado, punto por punto, la profesora Esther Vayá. En un acto celebrado a la Casa Palco de Mar, la gran asistencia y representación de autoridades municipales ha sido sintomático del que el turismo de cruceros empieza a suponer para la economía de Barcelona: 313,4 millones de euros de contribución directa al PIB de la capital catalana; 1,7 millones de euros de facturación diaria y 5.039 puestos de trabajo. "Tenemos que consolidar el que tenemos. Los cruceros representan el 7% de la actividad del puerto y es una de las actividades más rentables", ha declarado Sixte Cámara, presidente del Puerto de Barcelona.

Polémica entre vecinos e industria
Pero detrás las cifras y del éxito empieza a vibrar con fuerza el debate sobre el tipo de turismo que quiere consolidar la ciudad. La reflexión lo ha puesto sobre la mesa, tímidamente, la regidora de Ciutat Vella del Ayuntamiento de Barcelona, Gala Pin, que en su discurso ha celebrado las buenas cifras conocidas a la vez que ha pedido otros estudios para saber cuál es el impacto social. "El estudio nos tiene que permitir trabajar plegados porque no matamos 'la gallina de los huevos de oro', porque la ciudad continúe siendo atractiva, pero tenemos la oportunidad de planificar el turismo y velar por sus intereses. Nosotros entendemos la excelencia turística como el turismo que garantiza el derecho de los vecinos y también de los trabajadores de los cruceros, que desgraciadamente hay informes de los sindicatos que alertan de su situación", ha argumentado Pin.

    
Cámara, durante su parlamento al acto. M. Fernández Noguera (ACN)

En esta línea, se ha conocido –tal como recoge la Agencia Catalana de Noticias- que el Ayuntamiento plantea cobrar un impuesto a los creueristes que pasan en Barcelona unas horas, una propuesta en linea con las declaraciones de Pin, que también ha hablado de la necesidad quehaya un "mayor regreso fiscal" de la actividad de cruceros. La realidad es que son más los creueristes que pasan sólo unas horas en Barcelona (4,3 de media) que los que pernoctan en la ciudad, un 57,5% frente al 23,9% de un total de 2.364.292 movimientos totales de pasajeros de cruceros. "Un 18% de creueristes ni visitan la ciudad ni pernoctan en ella pero sí que salen desde aquí o sevan y los tenemos presentes porque por el hecho que no visitan la ciudad no significa que no hagan un gasto. Por eso es importante que el puerto de Barcelona sea un puerto base porque gasta más el creuerista que está aquí", ha reflexionado la profesora Vayá.

En cuanto al gasto, los creueristes turistas –que duermen 2,6 noches en la ciudad- gastan una media de 202 euros; en cambio, los excursionistas, 53 euros. El 94% de los turistas que son turistas se alojan en hoteles mayoritariamente de 3,9 estrellas, una cifra que el Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab de la UB ha comparado con el que gasta un turista vacacional de la ciudad: este último deja 156 euros de media, menos de la mitad se aloja en hoteles (47,5%) y los que lo hacen, eligen hoteles de 3,5 estrellas.

800 millones de euros para Cataluña
Importantes números para el turismo barcelonés y también por el catalán en su conjunto, puesto que la actividad creuerística supone también un total de 413 millones de euros de contribución al PIB catalán, facturar 2,2 millones de euros al día y mantener borde 7.000 puestos de trabajo a tiempo completo. "Tenemos que ser un destino consolidado, pero teniendo un turismo más sostenible, un sector que apueste por más calidad, más valor añadido y por una sostenibilidad y esto lo tenemos que hacer minimizando las externalidades negativas que provocan la llegada de turistas y con la colaboración de todas las administraciones porque de su fruto saldrán los beneficios más positivos", ha hecho llegar al público Jordi Baiget, consejero de empresa y Conocimiento.

Una no disimulada referencia en las declaraciones de Pin y en el debate social que empieza a haber y que ha sido visible al acto, puesto que un grupo de vecinos de la plataforma Stop Cruceros se ha personado a las puertas de Casa Palco de Mar para manifestar su inconformismo. Su manifiesto, repartido a los asistentes, exige al Puerto de Barcelona que "dialogue con la ciudadanía y limite el tránsito de cruceros a la ciudad, que ponga también la infraestructura necesaria para la alimentación de energía mediante la red eléctrica local, obligue a apagar los motores al puerto, que imponga normativas duras sobre tratamiento de residuos y que sólo trabaje con empresas con unos estándares laborales iguales a los locales".

Su protesta volverá a verbalitzar-se el próximo domingo 8 de mayo en un acto que se celebrará en el portal de la Paz para reclamar, entre otras peticiones, la municipalització del Puerto Viejo. Aquel mismo domingo, mientras este colectivo dice no a los cruceros, dos barcos de Norwegian Epic y Costa Fascinosa está previsto que amarren al puerto de Barcelona trayendo nuevos turistas, mostrando así las dos realidades de la misma ciudad.