Donald Trump ha hecho esta semana el tradicional discurso sobre el Estado de la Unión que, como es tradicional, el presidente de los Estados Unidos hace cada año. Por otro lado, los demócratas se han encontrado con una guerra interna después de que una parte de los senadores apoyara a los republicanos para levantar el cierre del Gobierno. Por último, el KremlinGate se ha encontrado con una polémica inesperada que los republicanos miran de utilizar para desacreditar Robert Mueller y la investigación sobre la influencia rusa en las elecciones presidenciales.
El discurso del Estado de la Unión en los EE.UU. es el equivalente al debate del Estado de la Nación en España o al debate de Política General al Parlamento de Cataluña. En este discurso el presidente hace balance del último año y fija la agenda para el siguiente. Gran parte del discurso la centró en temas domésticos. Inmigración, economía, bolsa y comercio como temas centrales donde insistió que pondría siempre en los Estados Unidos por ante todo y todo el mundo. El presidente explicó que espera que el Congreso esté más unido el próximo año -la división en este último año ha sido total- así como va mencionar explícitamente su antecesor, Barack Obama, para decir que su objetivo era borrar todo su legado. Seguramente el grande ausente durante su discurso fue el Plan de Infraestructuras que prometió en campaña, focalizando mucho sobre la polémica de las últimas semanas: la DACA y los dreamers, y es que a pesar de que prometió un acuerdo inminente con los demócratas, este acuerdo todavía sigue sin llegar.
Trump afirma al discurso sobre el Estado de la Unión que su objetivo es borrar todo el legado de Obama
Los demócratas viven una crisis interna -los recuerdo que los republicanos también- debido al levantamiento del shutdown en el Senado. El día antes de que se produjera el cierre se produjo una votación en el Senado donde los demócratas votaron en contra de una extensión presupuestaria para evitar el cierre sin la DACA pero con sanidad incluida por los dreamers -el programa CHIPS. La cosa es que tres días después la mitad de los demócratas votó a favor del mismo contenido y permitió la apertura del Gobierno sin obtener nada a cambio excepto la prometida de los senadores republicanos y del presidente Trump que buscarían una solución a la DACA (dreamers).
El último nazi que todavía trabaja con Trump es la principal traba para llegar a un acuerdo sobre los 'dreamers' entre demócratas y republicanos
La dificultad al encontrar una solución rae en el sector neonazi del partido republicano. Steve Miller, el último nazi que todavía trabaja al equipo del presidente, tiene muchísima influencia sobre Trump, cosa que dificulta enormemente poder llegar a un acuerdo sobre inmigración dentro del Partido Republicano, cosa que impide llegar a un acuerdo con el Partido Demócrata. El debate empieza a girar sobre como hacer plegar Miller de la Casa Blanca, puesto que algunos analistas consideran que Miller es la única traba seria que existe para llegar a un acuerdo sobre la DACA, acuerdo que hace más de 17 años que republicanos y demócratas traen negociando.
El fiscal Mueller sigue trabajando en el KremlinGate ytendremos noticias bien pronto
El KremlinGate ha vivido un episodio bastante extraño esta semana. El FBI notificó la semana pasada que perdió 50.000 mensajes entre el agente Peter Strozk y la abogada Lisa Page entre diciembre de 2016 y mayo de 2017. Strozk trabajó en el caso de los mails de Hillary Clinton y fue uno de los artífices del cierre del caso. Además, el agente y la abogada mantenían una relación sentimental, cosa que permite que entre los mensajes encontramos opiniones personales más íntimas del habitual.
En uno de estos mensajes, Strozk denomina Trump "idiota", el que ha sido utilizado por los republicanos como motivo para afirmar que hay predisposición contra el presidente, pero el cierto es que el reglamento interno del FBI permite manifestar opiniones políticas abiertamente a sus agentes a condición de que esto no afecte su rendimiento profesional. En otro mensaje, Strozk firma que no sabe si aceptar el caso del KremlinGate porque cree que "no hay nada allá dentro", mensaje que ha sido debidamente ignorado por los republicanos.
La filtración de estos mensajes ha dado mucho juego a la prensa y a la política americanas esta semana pero el cierto es que el Departamento de Justicia ha salido al paso explicando que tuvo un problema técnico y que estos mensajes los han perdido ellos. Además, afirman que perdieron más mensajes referentes a otros casos. La dirección de los republicanos ha aprovechado este tema para pedir un segundo fiscal especial en sustitución de Robert Mueller pero el cierto es que el tema no da de sí y está condenado a morir en el ostracismo. Mueller sigue trabajando ytendremos noticias bien pronto. Los prometo que no los decepcionará.