Una divina comedia empresarial

Las compañías italianas han comprado en diez años 149 empresas españolas, las 'made in Italy' han tenido mucha más suerte que las nostrades a la hora de adquirir sociedades en el país transalpino

La empresa familiar Prada és uno de los bastiones del 'made in Italy'
La empresa familiar Prada és uno de los bastiones del 'made in Italy'
Aiats Agustí
Periodista
Barcelona
01 de Junio de 2017
Act. 01 de Junio de 2017

Desde el siglo XIII hasta el XV, la rivalidad mercantil entre Barcelona y Génova por el control de la Mediterránea occidental enfrentaba las dos ciudades. Unos cuántos siglos más tarde esta pugna parece que la gana Italia. El último episodio de esta batalla es la OPA de Atlantia sobre Abertis, unos años después de que la catalana intentara comprar la italiana. Históricamente, las empresas nostrades no han tenido buena estrella cuando han intentado adquirir compañías a la península transalpina. Según la consultora Dealogic, desde el año 2000 las empresas italianas han comprado 149 compañías españolas. En este mismo periodo de tiempo, el saldo de las operaciones es positivo para las empresas italianas: las empresas españolas han comprado 109 compañías madein Italy .

 

La compra (quiebra) italiana

Si bien ha habido algunos casos de éxito relevantes como las adquisiciones de Laborest por parte de Uriach, Pastificio Lucio Garofalo comprada por Ebro Foods, la compra de ComsCon por parte de Cellnex, Galyleo por parte de Indra o, en el ámbito de las startups, cuando Glovo compró Foodinho; los intentos de las grandes empresas de la península Ibérica de comprar compañías italianas ha sido un fracaso detrás el otro.

El año 2006 el consejo de Administración de Abertis aprobó una oferta por Autostrade, el actual Atlantia. La oposición política del gobierno de Romano Prodi a la operación hizo descarrilar la compra. Ahora las posiciones se han invertido y el grupo que tiene como accionista principal la familia Benetton quiere comprar la empresa catalana de gestión de infraestructuras.

 

Un año antes, algo pareciendo experimentó el BBVA, cuando Unipol le arrebató de las manos la Banca Nazionale del Lavoro (BNL). El banco vasco renunciaba, pues, a adquirir la entidad financiera italiana.

Las empresas italianas han comprado compañías españolas en sectores clave: energía, infraestructuras y medios de comunicación

 

De las 13 quiebras del imperio español, siete arruinaron los banqueros de gènova. La venganza de la historia no se llegó a cumplir nunca, pero. El Santander también entró al mercado financiero italiano: llegó a ostentar el 6,8% del Instituto San Paolo di Torino. También formó parte del consorcio que quiso comprar el banco Antonveneta, que finalmente fue comprar por el Monte dei Paschi di Siena, que quebró. Esto que se ahorró el banco de los Botín.

La lista la completa Telefónica cuando salió del capital de Telecom Italia. El grupo español entró a la italiana en 2007 controlando el 14,78% y acabó de retirarse el 2015 con pérdidas millonarias.

El investigador del Instituto de Economía de Barcelona, Gianmarco Daniele, apunta que "es cierto que históricamente los gobiernos italianos se han posicionado en contra de adquisiciones extranjeras. El caso más destacado es el de Alitalia, cuando en 2008 bloquearon la venta de la firma a Air France por razones electorales. La compañía fue comprada por inversores italianos y su mala gestión está trayendo la aerolínea a quebrar", apunta. El economista añade que, a veces, "los fuertes vínculos entre la política y las grandes empresas desincentiven ciertos inversores extranjeros a comprar firmas italianas, porque temen que se tomen decisiones en base a resultados electorales más que en cálculos comerciales".

La pizza se come la tortilla de patatas

Las empresas italianas han tenido más suerte a la hora de introducirse en el mercado español. Las adquisiciones por parte de compañías del país transalpino van de sectores tan estratégicos como las infraestructuras a la energía y los medios.

Endesa ha acabado siendo "italiana antes que catalana o alemana"

 

Quizás el sector más italiano quea ha al Estado español está precisamente el de los medios de comunicación. De la mano de Silvio Berlusconi nace el 1989 Telecinco, el accionista principal de la cual es Mediaset, el imperio mediático de Il Cavaliere. Además, el gigante italiano tiene el 42,63% de Antena 3, el canal del grupo De Agostini y Planeta. A la vez, la empresa RCS MediaGroup también posee el 96% de Unedisa y Recoletos, la empresa editora del Mundo, Marca y Expansión , entre otros.

Después de que resonara la frase "Endesa antes alemana que catalana", finalmente el tira y afloja en la compra de la eléctrica acabó con Enel haciéndose con el control del 92% de sus acciones. La italiana puso fin a una larga batalla por el control de la empresa energética más grande de España que se inició el 2005 con la OPA de Gas Natural. Finalmente, Endesa ha quedado "italiana antes que catalana o alemana".

La pugna por el sector energético no se acaba aquí, pero. Italgas, la distribuidora italiana de gas más grande del país, quiere hacerse con los activos que Gas Natural tiene en su tierra. En concreto, tiene como objetivo adquirir las tres filiales que la multinacional energética catalana tiene en Italia.

El francés ataca el belio paese

Al capitalismo, pero,juega todo el mundo. Y si bien las empresas italianas se han hecho con sectores estratégicos a esta orilla del Mediterráneo, muchas grandes empresas made in italy han perdido este sello. Lujo, automoción y agroalimentació, sectores de renombre en Italia, han sido adquiridos, sobre todo, por grupos franceses. Y esto hace daño al orgullo italiano.

El grupo Kering adquirió a finales de los 90 la firma de moda Gucci y posteriormente Bulgari. LVMH –Lous Vuitton, Fendi- y rival de Kering compró Loro Piana, una famosa productora de cachemira. El amo de LVMH, Bernard Arnault tiene también la pastelería Empolla, una mítica tienda con 200 años de historia al centro de Milà.

El grupo alimentario francés Lactalis controla los productores de queso Galbani, Invernizzi y Locatelli y también el líder al sector lácteo Parmalat. En el mismo sentido, el grupo español Campofrío compró en 2011 la empresa càrnia Fiorucci. Así mismo, el gigante suizo Nestlé compró a la década de los 80 la emblemática Buitoni.

El único proveedor de neumáticos de la Fórmula 1, la milanesa Pirelli, fue adquirida por ChemChina, la empresa estatal química de la China. A la vez, Ducati fue adquirida por la alemana Audi.

Inversión desigual

Parece, en cuanto a las adquisiciones, que Italia receli de abrir el accionariado de sus empresas. Este hecho, no obstante, queda ligeramente desmentido por las inversiones catalanas (y españolas) en el país vecino y viceversa, que muestran un tira y afloja de capital entre países dependiente del año. La inversión catalana en Italia en 2016 fue de 622,9 millones de euros y representa el 75% del total del Estado español (que invirtió en Italia 831 millones el 2016, un 27.6% menos que un año antes) y el 19,9% del total de la inversión realizada por Cataluña. A la contra, las inversiones italianas en el Principado el año pasado ascendieron a 41,8 millones de euros y representan el 32,7% del total invertido al Estado español (que va ascendiera 128 millones de euros, un 19,2% menos que un año antes) y el 0,9% de la inversión total recibimiento por el Principado.

Hay 503 filiales de empresas catalanas establecidas en Italia, entre las que destacan Gas Natural, CaixaBank, FCC, Abertis, Grífols, Cobega, Planeta, Vueling, Nortia y Punto HACE (Mango).

Por otro lado, según datos de Deloitte, en total en el Estado español hay 702 filiales italianas que facturan unos 34,8 millones de euros y dan trabajo a 50.523 trabajadores. El número de empresas italianas con sucursales en casa nuestra asciende hasta 651, según de ades de Acción, entre las que hay que destacar Enel, Assicurazioni Generali, Mediaset, Fiado, Prysmian, Calzedonia, Ferrero, Pharmafin, GF Distribuzione o De Rigo Holding. Esto quiere decir que el 92% de las empresas italianas al Estado español estarían en Cataluña, y representan el 8% de las empresas extranjeras establecidas al Principado.

En Italia hay 503 filiales de empresas catalanas establecidas

 

Según explica a VÍA Emprendida la Secretaría General de la Camara Italiana en Barcelona, Federica Falzetta, grandes empresas italianas tienen la sede en Barcelona, sobre todo de sectores estratégicos como el farmacéutico, la moda, logístico, navieras y agroalimentaria: "Del sector farmacéutico tienen sede en Barcelona Menarini, Chiesi, Angelini, Zambon o LivaNova/Sorin, navieras como Grimaldi, Costa Crociere, Grandi Navi Veloci, Mesina o MSC, también, del sector alimentario tenemos Barilla, Ferrero, Campari; y del sector de la moda, por ejemplo Max Mara y Luxottica", apunta.

 

 

Los italianos nos han invadido y ya son la primera comunidad extranjera en Barcelona, con 26.993 ciudadanos el 2016, según el Idescat. Son mayoría a los cuatro distritos más ricos de la ciudad: Sarriá-Sant Gervasi, Las Corazones, el Ensanche y Gràcia. Pero no solamente vienen los italianos, también venden sus empresas.