Esto se acaba. Vacaciones, y tal día hará un año. Cuando volvamos ya veremos como está el país; como está nuestra empresa y si podemos alargar los erto's.
Pero ahora, ahí se quedan; necesitamos desconectar. No tenemos claro donde lo haremos y quizás lo tendremos que hacer cerrados en casa y yendo a dormir bien temprano.
No obstante veremos si somos capaces de dormir. Por si tienen dificultades para hacerlo, unas recomendaciones de lectura.
Dice una amiga y alta directiva que los que leemos mucho lo hacemos para huir de la realidad. Totalmente de acuerdo. Y suerte de los libros. De aquí estas recomendaciones para relajarse y sumergirse en otra realidad. Paralela o no.
Aquí van:
Cinco no policíacas:
- El Barça davant la crisi del segle. Roger Vinton
- La dictadura de la incompetència. Xavier Roig
- Quina mena de gent som. Gaziel
- El "Dietari" de la La Marxa de Catalunya. Miquel Macià
- Mafias & Economía & Política. Joan Queralt
Cinco policíacas:
- Serie Bergman. Michael Hjorth-Hans Rosenfeldt
- Ética para inversores. Petros Markaris
- Advertencia razonable. Michael Connelly
- Mañana te toca a tí. Stefan Ahnhem
- El caso Hartung. Soren Sveistrup
Y dos de la cosa esta del periodismo:
- Hombres de papel. Santi Giménez
- Papel mojado. Mongolia
En este último apartado también pueden incluir el de Michael Connelly.
Con estos doce libros les garantizo unas buenas vacaciones y una desconexión absoluta.
Y una advertencia importante: ni se les acuda tocar, mirar, abrir ningún tipo de libro que hable de fórmulas mágicas de cómo reinventarse, de cómo liderar y de cómo vender más. Si tienen "mono" cojan los artículos de Xavier Roig, Genís Roca o de Josep M Ganyet en VIA Empresa, y si todavía necesitan más, vuelvan a leer Los retos del management, de Francisco M. López, también publicado en este diario. O los de Roger Vinton, que publica periódicamente.
Lo que nos queda pendiente
En julio pasa lo mismo que en diciembre. Aquí acabamos el semestre y el contable (controller, perdón), que es quien ahora manda en la casa, ya ha pasado el rastrillo por los presupuestos y nos ha soltado la bronca porque hemos gastado demasiado (nosotros le decimos que hemos invertido, pero esta gente de los números no está para sutilezas ni por intangibles) y hemos ingresado poco. Vaya, lo de cada año desde que estos personajes mandan.
Decíamos, pues, que una vez acabado el semestre, nos damos cuenta de todo aquello que queda pendiente, pero con un vacío terrible que es medianos de julio y tres semanas de agosto. Y todo queda psra dentro de un mes y medio, con el añadido que el rebrote del bicho pone todavía más interrogantes a la recuperación prevista (no fundamentada) para septiembre. Y todos hemos empezado a trabajar y a planificar con esta esperanza y que todo estará arreglado. Y ahora nos insinúan que quizás no será así. Que octubre es más seguro.
Y que le queda pendiente en este país tan nuestro?
Sin entrar en política y a grandes rasgos lo podríamos resumir, como en los libros, en cinco:
- Fondos Europeos: ¿tendremos los catalanes? ¿Y donde los tendremos que gestionar? ¿Aquí o allá?
- Erto's: los prorrogarán o nos dirán que se han acabado
- Créditos ICO: prórrogas, condonación, aplazamiento...
- B-40: ¿seguiremos con un kilómetro el año?
- Autopistas libres de peaje: quién pagará el mantenimiento
Tres temas finales
Y, como siempre, la torna:
1.- Será capaz el conseller de Economía de aguantar las embestidas de la política o podrá defender criterios económicos? Lo veremos con los presupuestos.
2.- El sector de la hosteleria será capaz de repensar su modelo de negocio o seguirá esperando las subvenciones? Cuando sus estrategias están centradas en alargar ertos no hacen otra cosa que firmar su sentencia de muerte. País de subvenciones i de “rifetas”.
3.- Los amigos de VIA Empresa me envían una serie de comentarios a raíz del artículo de Roger Vinton. Incluso les amenazan con no ponerles publicidad nunca más. ¿Todavía se hacen estas cosas? Y todo por publicar datos del registro. Ni especulaciones, ni rumores, ni chantajes. Pues cuando expliquen la realidad de esta empresa catalana no sé que harán.
A la gente de VIA Empresa les recomiendo que con gente como esta es mucho mejor no tener relaciones; ni personales ni comerciales. El tipo de anunciante de un medio también dice mucho de él. Y según qué publicidad vale más tenerla bien lejos.
Y ahora sí que acabamos. Seguramente para siempre jamás. Y para despedirse nada mejor que un poco de humor. Esta vez Eugenio.
Qué ustedes se la pasen bien.