
La última milla es uno de los procesos más costosos para las empresas de transporte de mercancías. De hecho, representa un 40% del total de los gastos. Este hecho, unido a las limitaciones de acceso a las grandes ciudades con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y a los beneficios ajustados de las compañías logísticas, han impulsado la búsqueda de soluciones tecnológicas, preferiblemente sostenibles, dirigidas a la distribución en los centros históricos de las grandes ciudades. Fruto de esta necesidad, ha surgido la startup Vaive Logístics, ubicada desde hace poco más de un año en el Logistics Incubator 4.0 del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que ha buscado resolver este problema con ‘Ona’, un robot que funciona como un vehículo eléctrico para el transporte autónomo de mercancías y que se mueve libremente entre el punto de recogida y el de entrega. El codirector y cofundador de Vaive Logistics, Albert Baldó, destaca que “Ona ofrece a las empresas una solución competitiva, tanto desde el punto de vista de los costes económicos, como de la eficiencia energética”.
Ona es una solución alineada con la demanda, cada vez más creciente, en las grandes ciudades de articular zonas de bajas emisiones o las supermanzanas, como en la capital catalana. Vaive Logistics ha ensayado con un prototipo, que se probó el pasado mes de noviembre en el barrio del Born de la capital catalana, con algunas funcionalidades, como que el robot sea a la vez el responsable de la carga del transporte y de la clasificación de la mercancía. Igualmente, la startup ha comprobado cómo funciona el vehículo autónomo en lugares como Esplugues de Llobregat, Alemania y Hungría.
Las pruebas con 'Ona' han permitido que el robot sea a la vez el responsable de la carga del transporte y de la clasificación de la mercancía
En el caso de la prueba en el barrio del Born, Baldó señala que “hemos intentado validar la gestión del posicionamiento y la navegación, además de ver cómo se comportaba Ona en su interacción con los peatones y los obstáculos dinámicos y estáticos”. Una vez testeadas las baterías, que tienen entre seis y ocho horas de autonomía, el objetivo de la firma es incrementar la cifra de operaciones, con fórmulas como el ‘night delivery’, de forma que la entrega, a diferencia de un trabajador, se pueda realizar de forma continuada durante más de ocho horas.
El Logistics 4.0, un entorno clave
El vehículo eléctrico Ona, dado que no genera emisiones de CO2, resulta ideal para desplegarse en zonas concretas de las grandes ciudades, como los centros históricos o las áreas de alta densidad comercial. Baldó explica que el robot mueve entre 100 y 150 kilogramos de carga y que las empresas lo pueden contratar a través de un modelo de ‘leasing’. “No ofrecemos el servicio, sino que suministramos la tecnología que permite la solución”.
La elección de entrar a formar parte de Logistics 4.0 Incubator, la incubadora logística de la Zona Franca de Barcelona, responde “a la necesidad de estar en un entorno clave y en un ecosistema tecnológico donde podemos compartir situaciones similares con otros agentes”. Acciones como buscar rondas de financiación, las presentaciones ante los potenciales clientes o experimentar con las diferentes fases comerciales son posibles, según señalan desde Vaive Logistics, gracias a la presencia en la incubadora. Albert Baldó también añade las actividades de ‘networking’, el mentorazgo o las exposiciones de productos.
Sobre el Logistics 4.0 Incubator, Vaive asegura que “es un entorno clave en un ecosistema tecnológico donde podemos compartir situaciones similares con otros agentes”
Vaive Logistics permite dar respuesta a las necesidades de las empresas del sector logístico, ofreciendo una alternativa de transporte de última milla con una flota de vehículos autónomos, eléctricos e inteligentes. Con ello, se pretende reducir el alto coste y mitigar las externalidades negativas que suponen las entregas de última milla, así como optimizar la distribución de paquetería en áreas urbanas densas. Se pretende ofrecer a los operadores logísticos el uso y la integración de los vehículos autónomos mediante un modelo de suscripción.
“El auge del comercio electrónico ha generado un aumento sin precedentes de la demanda en este mercado en los últimos años. Además, esta demanda es cada vez más fragmentada, tanto en el ámbito espacial como de volumen, con lo cual es el sector donde los beneficios de los robots autónomos de reparto serán los mayores”, comenta Baldó.
Aunque hoy en día existen en el mercado otros vehículos no tripulados de reparto, estos tienen una carga útil mucho más pequeña, lo que reduce su eficiencia operativa. El de Vaive Logistics, no obstante, es capaz de realizar varias entregas por ruta (con un sistema de compartimentos internos), lo que mejora de manera exponencial su eficiencia también porque el proceso de entrega al cliente final es muy sencillo e intuitivo.
Entre los retos a desarrollar, Vaive quiere continuar con el despliegue tecnológico del prototipo actual con el fin de certificar y homologar el vehículo autónomo Ona. Asimismo, quiere validar la propuesta de valor desde una perspectiva de negocio real mediante una prueba piloto de larga duración. El objetivo es implantar un modelo escalable, que está vinculado a la obtención de financiación. Este año, está previsto que el prototipo se integre de forma comercial y haga un ensayo con operativa real en un parque logístico.