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El viaje de la asistencia sanitaria: un día en urgencias

No es necesario hablar de 'high tech', sino de tecnologías básicas al alcance de todos nosotros, pero con un gran impacto

Un paciente entra por urgencias en un hospital catalán | iStock
Un paciente entra por urgencias en un hospital catalán | iStock
Jordi Marin | VIA Empresa
Experto en transformación digital e innovación
Barcelona
10 de Abril de 2024

Hace unos días, debido a problemas de salud, tuve que ir a urgencias y estuve más de siete horas en total. Sin embargo, sin entrar en detalle sobre la alta tecnología vinculada a la salud, denominada health tech, de la que ya se ha hablado y hay grandes especialistas, me gustaría aportar algunos elementos de mejora. Considero que son relativamente fáciles y que harían que el viaje de la asistencia sanitaria diaria fuera mucho mejor, de la mano de la tecnología más básica. Conseguir más satisfacción, eficiencia y eficacia está al alcance. Y sé que algunos hospitales o servicios médicos probablemente ya están aplicando algunos elementos, pero creo que es urgente generalizarlo para la optimización, satisfacción y confort de la mayoría de los pacientes. Vamos a hacer este viaje.

 

Una vez sabemos que tendremos que ir a urgencias, se podría realizar algún trámite previo, como una petición de servicio que agilice nuestra llegada, introduciendo o confirmando nuestros datos

Hacía días que no me encontraba bien, pero "iba tirando". Al final ves que no puedes continuar así y acabas decidiendo que tienes que ir al servicio de urgencias. En este momento sería interesante poder consultar cómo están las urgencias, la duración media y por especialidades, incluso si tuviéramos un sistema de información en red que nos recomiende qué urgencias están menos saturadas, según la tipología de enfermedad o afección, por ejemplo. O, incluso, introducir una teleasistencia, como un cribado previo, con un servicio médico en línea, que nos podría orientar e incluso evitar posiblemente acudir a urgencias, según cada caso.

 

Una vez sabemos que tendremos que ir a urgencias, se podría realizar algún trámite previo, como una petición de servicio, a través de alguna aplicación que agilice nuestra llegada, introduciendo o confirmando nuestros datos. También el servicio, si lo sabemos por especialidad, los síntomas, etc. Esto también facilitará a los profesionales la previsión de su demanda.

Una vez llegamos al lugar, solo necesitaríamos identificarnos, ya que nuestra petición existe en el sistema. Por lo tanto, ya saldrá nuestra llegada, el motivo y nuestra salud con toda la documentación previa activada. Y, sobre todo, nos asignará en nuestro móvil un código que será el que trace todo nuestro recorrido por el servicio

Un médico consultando con un paciente en la sala de espera de un hospital | iStock
Un médico consultando con un paciente en la sala de espera de un hospital | iStock

Cuando nos llamen para el cribado inicial, los servicios de asistencia ya tienen toda nuestra información recargada, tanto nuestro historial como la información que hemos proporcionado al hacer la petición de servicio de urgencias al principio. Por lo tanto, los servicios de enfermería de cribado ya tienen gran parte de los detalles y, a partir del reconocimiento personal, pueden ser asistidos por alguna inteligencia artificial (IA) para tener un prediagnóstico y asignarnos al especialista o servicio adecuado para nuestra enfermedad.

Detrás de este proceso, los servicios de gestión del hospital tienen una mejor previsión de la demanda, por especialidades, por horarios aproximados, etc. Por lo tanto, pueden hacer una gestión óptima de los recursos necesarios. Además, pueden gestionar, hacer predicciones y mejorar los tiempos de espera y reacción.

Una vez transcurrido este punto y, entendiendo que las gestiones anteriores habrán hecho más ágil todo el proceso y los gestores habrán podido ajustar la demanda y oferta, seguramente el tiempo de espera para la atención por parte del servicio médico será mucho más corto. En el momento del servicio, que debe ser muy eficiente gracias a toda la preparación previa realizada, con asistencia de la IA, es posible que nos deriven a pruebas médicas especializadas. Aquí, según mi experiencia, los tiempos de espera están más vinculados a las capacidades de traslado interno que a los mismos servicios especializados, que suelen ser bastante ágiles y tienen tiempos de respuesta comprometidos cuando se trata de pacientes derivados de los servicios de urgencias.

Globalmente, hemos mejorado la satisfacción y el confort del paciente, que además, en ese momento, se encuentra más sensible

Con toda la información previa recopilada, la interacción con el servicio médico y las pruebas recogidas, seguramente la IA ya tiene rápidamente un primer diagnóstico que puede ayudar al servicio médico a agilizar su diagnóstico final, la personalización y la prescripción en el caso de medicamentos, el alta o el ingreso del paciente.

Finalmente, como resumen, es necesario recopilar todos los datos, que deberán servirnos primero para mejorar y personalizar la atención y asistencia sanitaria del paciente. En segundo lugar, desde la perspectiva médica, recopilar este caso y agregar mejoras en diagnóstico, prescripción, patrones, etc. Y, para finalizar, en el ámbito de la gestión de todos esos datos, tiempos o respuestas.

En conclusión, hemos mejorado la satisfacción y el confort del paciente, que además, en ese momento se encuentra más sensible. Por otro lado, hemos mejorado los servicios médicos, tenemos más datos y más capacidad de diagnosticar, personalizar y predecir. A nivel de gestión, optimizamos los recursos y aumentamos la satisfacción de nuestro paciente. Y no hemos hablado de high tech, sino de tecnologías básicas, muy al alcance de todos nosotros, pero con un gran impacto.