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Küppers, el éxito de todos y la gasolina de los autónomos

El conferenciante defiende que la clave para afrontar "situaciones tan duras" está en el estado de ánimo y afirma que el gran problema de hoy son los pesimistas

Víctor Küppers y la psicología positiva
Víctor Küppers y la psicología positiva
Barcelona
07 de Mayo de 2020
Act. 23 de Julio de 2020

"El gran peligro que tenemos es el desánimo. ¿Qué nos quedará si decidimos vivir desde la inercia, la apatía y el abandono?". Si bien es cierto que los autónomos son uno de los colectivos más damnificados de esta crisis, también lo es que, a pesar de que las medidas que se les puedan aplicar -o no- no dependen de ellos, sí que está en sus manos la actitud que emprenden para afrontarla. Y Víctor Küppers lo tiene claro. El conferenciante licenciado en Administración y Dirección de Empresas, que se dedica a plantar el embrión de su forma de ver la psicología positiva allá dónde va, se ha convertido, durante una hora, en la "gasolina de los autónomos". Durante la conferencia Ser optimistas: una actitud y una única opción celebrada en el marco del Reactivem-nos impulsado por la Cambra de Comerç de Barcelona, Küppers ha repartido una dosis de ilusión y de motivación digna de una clase magistral de filosofía positiva. Un baño de realidad optimista que debería ser el libro de estilo del modus vivendi de toda la sociedad y no solo de los trabajadores por cuenta propia.

La Cambra daba ayer el pistoletazo de salida a estas jornadas que estrenaban la Llotja Virtual, un espacio para que empresarios, autónomos y emprendedores compartan ideas que les ayuden a poner el impulso necesario para salir lo menos damnificados posibles de esta crisis, así como a sumar fuerzas para continuar existiendo y no morir víctimas de la crisis. Ese toque de ilusión que se abría ante la ya desesperación empresarial por la falta de medidas aplicadas por el Ejecutivo que, lamenta, "no han pensando" en sus necesidades. "Estamos solos", repetían en una y otra conferencia. Y eso es una realidad que no se puede negar, pero sí decidir cómo se afronta.

"La diferencia entre el tú en su mejor versión y en su peor versión es tu estado de ánimo", señala Küppers, pero la buena noticia es que esto "lo podemos trabajar y no depende solo de las circunstancias que te afectan". Coger la sartén por el mando en sintonía con una realidad impuesta. Las frases en positivo se han puesto de moda en estos últimos años, pero es cierto que "hay muchas bonitas, pero que no son verdad". Y, en estos momentos, "la demagogia ayuda poco".

"Si quieres, (no) puedes"

En este sentido, Küppers desmonta esas frases para dar paso a las que realmente tienen sentido y poder de ser aplicadas. A menudo, escuchamos que "si quieres, puedes", pero eso no es así. "Querer no es poder" porque "hay circunstancias que nos afectan señala". ¿Un ejemplo? "Mi hijo quiere jugar en el Barça pero tiene 43 años. ¿Podrá?". También es "muy bonita" la frase que reza que "la actitud y la ilusión pueden con todo". Bonita, pero tampoco cierta. Muestra de ello es que "es difícil tener una mejor actitud que el ámbito sanitario y no pueden con todo".

Küppers: "Los seres humanos tenemos la capacidad de pensar y de elegir una respuesta, y eso marca la diferencia entre las personas grandes y las mediocres"

Frases que nacen fruto de la "presión social por ser felices" y que nos hace olvidar que "la vida a veces es muy divertida, pero a veces es una mierda". Pero ante esto, la única herramienta eficaz para controlar la situación es el estado de ánimo. Y frases como "de esta crisis saldremos más fortalecidos" o "la crisis son oportunidades" pierden todo su sentido para Küppers si se tiene una panorámica real de la realidad en que estamos inmersos. "Yo, para tener oportunidades así, prefiero no tenerlas", ironiza.

La clave, pues, es "no perder el ánimo" y aplicarse las frases que sí que tienen razón de ser. El neurólogo Viktor Frankl decía que "no elegimos las circunstancias, pero sí las formas de reaccionar a ellas". Esta, a parte de ser una frase bonita, es completamente aplicable y, ahora más que nunca, "tenemos la oportunidad de hacerlo". De hecho, sostiene, "los seres humanos tenemos la capacidad de pensar y de elegir una respuesta, y eso marca la diferencia entre las personas grandes y las mediocres".

El yo fabuloso vs. el yo asqueroso

Ese es el poder más grande del ser humano, la capacidad de elegir, de elegir cómo lo afrontamos, cómo respondemos a las adversidades o cómo nos posicionamos ante ellas. Küppers tiene claro que "el desánimo es lógico", pero avisa de que "no es la única alternativa". De hecho, apunta que "las emociones hay que sentirlas y experimentarlas", pero es importante saber gestionarlas después.

Küppers: "Cuando tienes ilusión y vas con ganas, sale el 'tú' fabuloso, cuando pierdes el ánimo, sacas tu yo asqueroso"

El miedo es un claro ejemplo de eso. Si nos dejamos guiar y arrebatar por esta emoción, acabamos paralizados y, como señala el conferenciante, "resignarse es fácil porque simplemente necesitas un sofá para tumbarte, lo que tiene mérito es arremangarse, trabajar y sacar lo mejor que llevamos dentro". Y eso todos lo sabemos. "Cuando estás contenta, tienes ilusión, vas con ganas, es un fabuloso, el que todos tenemos cuando vamos con ánimo. Cuando no estás motivado y pierdes el ánimo, sacas lo peor que llevas dentro, y eso también eres tú y es un  asqueroso". Y, advierte, "es asqueroso vivir sin ánimo y sin actitud porque pierdes tu manera de ser y pasas de ser una persona extracomunal a ser alguien normal".

Küppers durant la conferència sobre els autònoms del Reactivem-nos

Küppers durante la conferencia sobre los autónomos del Reactivem-nos

Gestionar el miedo, este miedo irracional que a menudo no sabemos de dónde baja, "va de relativizar las cosas" y de ver que "lo malo es fantástico comparado con lo muy malo". "Esto es malo, pero no es el fin del mundo, en 2023 seguiremos existiendo". Si bien es cierto que "hay problemas en categoría drama", como un fallecimiento, enfermedad o no tener dinero para llegar a final de mes, también lo es que los que no pasamos por esta situación "lo que tenemos son circunstancias a resolver": ayudar a los que sí que sufren y, en consecuencia, aprender a relativizar.

Adiós al piloto automático, bienvenidas (y sentidas) emociones

Aprender a relativizar es la primera idea básica y esencial para afrontar la situación. "Hay cosas buenas, pero a veces necesitamos una castaña para darnos cuenta de algunas cosas". Si hasta ahora hemos ido con el piloto automático puesto, esta situación nos ayudará a "ser conscientes de lo vulernables que somos" porque "no éramos conscientes ni de la muerte". "Nos daremos cuenta de lo que de verdad importa, de que lo ordinario era extraordinario y valoraremos más el contacto humano".

Küppers: "El gran problema de hoy son los pesimistas y hay que entender que no lo controlamos todo"

La segunda idea va de "no entrar en bucle" porque "hoy el gran problema son los pesimistas", mientras que la tercera se basa en "entender que no lo controlamos todo". Como reza la frase que se dice en reuniones de alcohólicos anónimos, y usa Küppers, "señor, tú me has dado la fuerza para cambiar lo que puedo cambiar porque hay cosas que están en nuestras manos, dame serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, aceptar con calma que es lo que hay".

Y es que, lógicamente, "existe el derecho al enfado, pero hay que pasar pronto esa fase porque no aceptar lo que no nos gusta es lo que nos pone de malhumor, lo que nos hace sufrir y hace dedicar nuestra energía a amargar a los demás". Y no solo eso, sino que "el exceso de preocupación lleva a la angustia, la angustia al miedo y el miedo al pánico" y la situación se convierte en el pez que se muerde la cola.

La terrible alternativa a ser positivos

¿Qué puedo hacer yo ante esta situación? La clave está en ser activos, proactivos y positivos porque es ahora cuando se verá "la diferencia entre el grande y el malo, entre el crack y el chusquero". Y es que "no se sabe quien se baña desnudo hasta que baja la marea". Además, la alternativa a no ser positivos "es terrible", pero, a veces, "hay que obligarse a pensar así porque la cabeza tiende a buscar la cantidad de cosas negativas que nos afectan". 

Y obligarse a hacer cosas no es nada malo. Si estás sólo, "busca amigos con quién hablar, oblígate a escuchar la música que te motive, ponte hobbies si no los tienes". Pero lo que no puede ocurrir es que toda nuestra frustración recaiga sobre nuestro entorno. "Si no vas a decir nada bueno, cállate". Y si lo dices, "y las emociones te superan, rectifica, trágate el orgullo y pide perdón" porque, recuerda Küppers, "suficiente drama tenemos fuera como para crearlo en casa".

Küppers: "Sería fabuloso que esta castaña nos sirviera para valorar que la calidad humana está por encima de cualquier otra cosa"

Y lo más importante, "cuídate" y "sé buena persona" porque "en un mundo que se ha vuelto tecnológico y digital, nos hemos olvidado de la importancia de las relaciones humanas", que es en lo que se basa la vida. "Nos gustan las personas normales, las que usan el por favor y el gracias, las que se preocupan por los demás, las que tienen calidad humana", insiste. Grandes consejos que, como han dicho varios autónomos del público, "nos han dado gasolina". Aunque lo importante para Küppers "no es tener gasolina en el coche, es mantenerla".

Y es que, como sostiene, a pesar de que "el desánimo es muy lógico", "cómo salgamos, dependerá también de cómo decidamos afrontarlo" y añade: "Sería fabuloso que esta castaña nos sirviera para valorar que la calidad humana está por encima de cualquier otra cosa".