La tercera edición de la Barcelona Wine Week ha consolidado la capital catalana como uno de los puntos de encuentro de referencia del sector del vino a escala internacional. Desde principios de semana y hasta la jornada de miércoles, las instalaciones de Fira de Barcelona han acogido 828 empresas expositoras.
Esta cifra representa un incremento de un 27% respeto la edición del año pasado. Durante tres días, 20.000 profesionales han transitado por el recinto de Montjuic. Un 20% de este segmento es público internacional, principalmente de países de la Unión Europea y los Estados Unidos.
"En esta edición, el salón se ha posicionado como el mejor punto de encuentro sectorial para todos los profesionales de la industria del vino", apunta Javier Pagés. El presidente de la Barcelona Wine Week añade que el certamen "es una plataforma única de negocios y promoción para el sector, desde donde proyectar internacionalmente la calidad y la diversidad del vino".
La organización de la feria y las bodegas expositoras han impulsado unas 8.000 reuniones con compradores procedentes de mercados estratégicos como Alemania, Reino Unido, Japón, China o Brasil. Los impulsores de la Barcelona Wine Week calculan que el acontecimiento ha generado un impacto económico de 12 millones de euros en la ciudad.