"Perdona, ¿qué me puedes traer un café con leche?". "Sí, son 1.460 coronas islandesas y ahora te lo llevo a la mesa". Desembolso con tarjeta y notificación del banco en el móvil al instante: "Has hecho un pago de 10 euros en el extranjero". Es el coste de vida en los países escandinavos y en Islandia, que puede provocar alguna sorpresa incómoda al visitante, sobre todo si procede del sur de Europa. Las preguntas recurrentes: “Pero ¿cuál será el salario mínimo si un café con leche vale esto?” "¿Pueden ahorrar?" "¿Cuál es el precio habitual de alquiler?" “¿Les preocupa la inflación de los últimos meses?” o “¿Encuentran barata Barcelona?”
Eric Lluent, periodista afincado en Islandia, explica en VIA Empresa que “los islandeses saben que los precios en su país han aumentado, sobre todo después de la crisis financiera del 2008, pero su percepción no es la misma que un turista que visita el país”. Lluent apunta que el visitante suele comer en restaurantes o va en supermercados que están abiertos 24 horas al día y, por tanto, es más caro. En cambio, posiblemente el autóctono se encuentre con café y comida gratuita en su trabajo, por unos derechos laborales distintos a los que estamos acostumbrados.
Respecto a la anécdota del café con leche, "hay que tener en cuenta el tipo de cambio de moneda, puesto que cuando se transforma en euros, la cifra es muy elevada", sugiere Josep Lladós, experto en economía internacional de la UOC y miembro del Col·legi d’Economistes de Catalunya. El académico afirma que otro aspecto para entender la diferencia entre Islandia y los países nórdicos respecto a Catalunya, tiene que ver con un salario más elevado, debido a un "un mayor coste de vida y productividad". Es decir, en el mediterráneo se tiende a pensar más en "salarios bajos que en productividad" y cuando visitamos el norte de Europa con nuestro poder adquisitivo "quedamos parados".
Lladó (UOC y Col·legi d'Economistes de Catalunya): "En el mediterráneo se tiende a pensar más en salarios bajos que en productividad y cuando visitamos el norte de Europa quedamos parados"
El profesor de la UOC manifiesta que, evidentemente, "los salarios están adaptados al coste de vida, ya que son economías que tienen mayor capacidad de ahorro que nosotros, debido a un elemento cultural". "Tenemos una economía con una desigualdad salarial muy mayor y hace que muchas familias no puedan ahorrar una parte de la nómina. Aparte de un nivel de endeudamiento muy elevado que merma la capacidad de ahorro y que provoca dificultades para llegar a fin de mes", continúa.
5.000 euros al mes, un salario posible
El salario medio de Islandia de 2021 es de más de 67.000 euros al año, según las estadísticas del gobierno islandés. Lluent detalla que después de impuestos, que suele ser del 34% pese a tener estipuladas varias franjas según el poder adquisitivo, se alcanza unos 2.500 euros mensuales netos. El periodista remarca que se tienen muy en cuenta las horas extras que se efectúan en el país y que siempre se pagan. Aparte, "si trabajas tarde, de noche, en festivo o en fin de semana se cobra mucho más".
Por consiguiente, en la isla próxima al Círculo Polar Ártico no existe una regulación en concreto y se puede trabajar las horas extras que quieras, porque hay carencia de trabajadores, sobre todo en el sector turístico. "Si alguien quiere cobrar 5.000 euros al mes, puede hacerlo fácilmente en Islandia. Eso sí, sin vida social. En Catalunya, en cambio, mantener un trabajo y encontrar un extra es muy complejo", continúa el catalán.
Reluciente: "Si alguien quiere cobrar 5.000 euros al mes lo puede hacer fácilmente a Islandia, eso sí, renunciando a la vida social"
Respecto a los países nórdicos y, según cifras oficiales de 2021, el salario medio brutal anual es de 64.930 euros en Noruega, 47.915 euros en Finlandia y 47.592 euros anuales en Suecia. En Catalunya, en cambio, asciende a 25.991 euros anuales, según el Instituto Nacional de Estadística.
Xavier Ferrer, presidente de la Comisión de Economía Internacional y Unión Europea del Col·legi d’Economistes de Catalunya, precisa que es imprescindible "aumentar el salario mínimo en Catalunya, ya que en los países escandinavos se encuentran por encima de los 2.000 euros mensuales". "Si hay un aumento de salarios, existe más importe para poder destinar al consumo ya la vivienda", continúa.
El salario mediano bruto de Islandia es de más de 67.000 euros el año, mientras que en Catalunya es de 25.991 euros anuales
Ante la comparación, el experto destaca las diferencias significativas entre los estados norteños que son unas "democracias consolidadas desde hace años, tienen diálogo y una relación en el mundo del trabajo laboral más sostenible en el tiempo". "Tienen los números saneados y pueden dedicar grandes partidas en el estado del bienestar y pedir a la sociedad la aplicación justa de los impuestos", continúa. Ferrer lo tiene claro: "Nos haríamos cruces de lo que pagan de impuestos los nórdicos, pero lo pueden destinar a la sanidad, a ayudas sociales en vivienda y al mejorar el mercado laboral".
Ferrer (Col·legi d’Economistes de Catalunya): "Nos haríamos cruces de lo que pagan de impuestos los países nórdicos, pero lo devuelven a la sociedad"
Sin lugar a duda, en Catalunya existe la voluntad de mejorar las partidas para ofrecer a los ciudadanos. Sin embargo, Ferrer tiene claro que “los números no nos ayudan tanto”. Eso sí, “si nos comparamos con cualquier estado de fuera de la Unión Europea, estamos mucho mejor con ayudas sociales y económicas que cualquier estado del mundo, incluso Estados Unidos y Canadá”.
¿Pueden vivir solos los islandeses?
Cada vez es más complicado vivir solo en diferentes ciudades y países del mundo, sobre todo si no se tiene un salario elevado. Lluent explica que en Islandia, sobre todo en la capital de Reikiavik, es cada vez más difícil y muchas familias y jóvenes prefieren vivir en zonas más residenciales con hogares más grandes o acudir a ciudades secundarias como Selfoss, a una hora en coche de la capital. Un alquiler mensual en Islandia de media puede llegar a las 250.000 coronas islandesas, es decir a unos 1.800 euros, aunque hay arrendamientos que pueden subir a los 3.000 euros mensuales.
Por contra, Barcelona es actualmente la ciudad más cara del Estado para vivir de alquiler y un piso de 75 metros cuadrados puede llegar a costar unos 1.320 euros mensuales, según las últimas cifras del sector.
Ferrer (Col·legi de Economistes): "Es importante que en la Unión Europea haya una política de vivienda y política laboral común"
Ferrer se encarga de remarcar que es importante que en la Unión Europea exista una "política de vivienda y política laboral común". "Tenemos una política comercial única en el continente, pero las dos políticas anteriores no están traspasadas", continúa. Por el momento, las instituciones europeas pueden hacer recomendaciones, entre ellas que “no se dedique más del 30% del salario a la vivienda”, pero cada estado “va por libre”. Actualmente existen cifras que apuntan a que los catalanes pueden llegar a dedicar más del 40% del salario a pagar la vivienda, conforme a Infojobs y Fotocasa.
Como apunte, según las estadísticas del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país, los países nórdicos dedican el 3% del PIB a la vivienda; Francia y Alemania el 1% y España, Portugal o Grecia no llegan al 1%. Lladós detalla que en los primeros países "hay más oferta de vivienda social, mayor tendencia a vivir de alquiler que de propiedad y ayudas directas a colectivos concretos como los jóvenes y las rentas bajas".
¿Hacia dónde vamos?
Sin lugar a dudas, para los expertos consultados, los países nórdicos o Islandia no tienen preocupación económica respecto a la inflación, pero sí por su seguridad, sobre todo Finlandia y Suecia a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania. Ferrer explica que hace "cinco años era impensable hablar de seguridad, en cambio ahora está a la orden del día". Los intereses son muy distintos en función de la situación geográfica y de la economía.
Para el experto del Col·legi d’Economistes de Catalunya "estamos viendo inflaciones del 10% que hacía 30 o 40 años que no existían". "Los productos esenciales valen mucho más, pero es el momento de que los salarios aumenten en la misma proporción o sino una parte de la población quedará fuera del sistema", afirma. "Hay un vaciado de la clase media, que de alguna forma crea nuevas situaciones de pobrezas impensables", concluye.
Ferrer: "Los productos esenciales valen mucho más, pero es el momento de que los salarios aumenten en la misma proporción o sino una parte de la población quedará fuera del sistema"
El profesor de la UOC asegura que en estos instantes la capacidad adquisitiva de las familias catalanas ha descendido, sobre todo porque los salarios no suben y, por este motivo, disminuye la capacidad de compra. Son momentos de incertidumbre, sobre todo en los próximos dos trimestres.
¿Pagaremos un café con leche a 10 euros en Barcelona? Para Lladós la respuesta es negativa. Pronto tendremos buenas noticias, puesto que no se puede mantener una inflación tan elevada. Por el momento, el café con leche barcelonés es de 2,50 euros en establecimientos turísticos. Y en los locales, de 1,70. Un termómetro para prestar atención. Y muchas lecciones que extraer.