"¿Eres la secretaria? ¿Puede venir tu jefe?", "No durarás ni un mes en un sector tan masculinizado", "¿Puede venir el doctor, por favor?", "¿Podrás ser capaz de subir esta escalera o levantar este peso?" Aunque muchos estereotipos de género aún persisten en algunas profesiones, vivimos una época de plena transformación. Mientras hay profesiones ocupadas mayoritariamente por mujeres como la educación o la enfermería, hay otras que aún tienen tasas de ocupación del 90% de masculinización. En una semana marcada por el 8M y el Día Internacional de la Mujer, desde VIA Empresa hemos querido reunir a siete profesionales reconocidas que relaten su experiencia en profesiones masculinizadas y lo tienen claro: "Los sueños están al otro lado del miedo". Una trayectoria llena de vivencias, nuevos desafíos y con la voluntad de visibilizar una profesión que les apasiona.
1. Mónica Morales: "Soy una mujer piloto"
La historia de la catalana Mónica Morales es una historia de superación, ya que comenzó en 2005 como tripulante de cabina en la aerolínea Vueling. Allí se dio cuenta de que le encantaría pilotar un avión y, mientras trabajaba por las mañanas como azafata, por las tardes estudiaba la teoría y la práctica de cómo pilotar una aeronave. Desde 2018, es oficialmente una piloto de aviones.
Desde el principio, se acostumbró a trabajar con hombres y explica que para ella es "ideal, ya que son muy directos". "En nuestro día a día, debemos tomar decisiones muy rápidas y comunicarnos fluidamente, sin darle muchas vueltas", continúa. De hecho, en pleno 2023, según avanza El Periódico de España, las cifras de las flotas de las compañías aéreas comerciales siguen marcadas por la escasez de mujeres piloto. En Aer Lingus cuentan con un 10% de mujeres en las cabinas de sus aeronaves; en Iberia, Volotea y British Airways, con un 6%; en Vueling, con un 4,4%, y en BinterCanarias y Canair, con un 3,9%.
Más detalladamente, entre 2017 y 2022 se colegiaron en España un total de 603 pilotos, 578 hombres y 25 mujeres, según el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC). A pesar de ello, para Morales "se empieza a normalizar".
Morales (Vueling): "Trabajar con hombres es ideal porque son muy directos"
Para ella, las profesiones no tienen género y cree que cualquier persona debe luchar para trabajar en lo que le gusta. Anima a todas las chicas jóvenes que quieran adentrarse en la profesión a llevarlo a cabo: "Conducir un avión es muy apasionante y lo adoro".
2. Montse Cardona y el empoderamiento de la mujer en el mundo rural
La historia de Montse Cardona siempre ha estado vinculada a la agricultura. A pesar de estudiar como técnica de prevención de riesgos laborales, siempre le ha gustado estar en el campo: "Si me encierran en una oficina, me muero", confiesa a VIA Empresa. Es por eso que comenzó a trabajar en una explotación familiar, abrió una casa rural y también creó una empresa con su compañera Sònia Morell: Monoa, la granota que dignifica el cuerpo de la mujer. Las ganaderas leridanas han reinventado la ropa tradicional de trabajo en el campo para visibilizar la presencia femenina en el mundo agrario.
Detrás de esta prenda de trabajo, hay un intento de romper una doble discriminación: por un lado, la de la presencia de la mujer en el mundo agrario, y por otro, la necesidad de vestirse de acuerdo con su cuerpo.
Cardona (ganadera): "Dicen que los sueños están al otro lado del miedo"
Durante su trayectoria profesional, ha sido impulsora de la Associació de Dones del Món Rural como vicepresidenta y ha visitado a otras mujeres agricultoras y ganaderas del País Vasco y del resto de Europa. "Nos sentimos acompañadas y hacemos mucha formación y salidas". De momento cuentan con 180 mujeres profesionales del sector primario.
Una recomendación para una chica joven que quiera dedicarse al campo: "Mucha paciencia y que luche por lo que le gusta". "Todas nos hemos encontrado con las mismas problemáticas y dicen que los sueños están al otro lado del miedo", concluye.
3. Fina Pàmies, la arquitecta con una trayectoria llena de retos
Fina Pàmies es una arquitecta de Barcelona que se jubiló recientemente. Cuando comenzó a estudiar en la universidad, eran 100 personas en clase y solo seis eran mujeres. A pesar de esto, "en la universidad fui considerada una compañera más". Todo cambió cuando se adentró en el mundo laboral. "En los primeros trabajos llegaron a decirme que no duraría ni un mes por ser mujer, pero duré años y me fui cobrando un 75% más que muchos de ellos".
Pàmies confiesa que a lo largo de su experiencia profesional ha tenido trabajos de todo tipo y de los que ha estado muy a gusto. Sin embargo, ha sido habitual encontrarse con comentarios como "señora, ¿seguro que sabe subir una escalera?" o "¿Es la secretaria? ¿Puede venir el señor Pàmies?". "No lo hemos tenido nada fácil", explica al medio.
Pàmies (arquitecta): "No te dejan romper el techo de cristal"
Sin embargo, la profesional tiene claro que si una chica recién graduada quiere entrar en el mundo de la arquitectura, debe "demostrar todo lo que vale y trabajar muy duro". "He visto a muchas chicas trabajar muchas horas, pero desafortunadamente, siempre ascienden al chico". Y lo más complicado: el techo de cristal, que no les permiten romper. Además, según cifras del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, las mujeres lideran tres veces menos despachos de arquitectura que los hombres. Del total de socios de despachos, solo un 23,1% son mujeres, mientras que los hombres triplican este porcentaje y llegan al 76,9%.
Eso sí, en la etapa final de la vida profesional de Pàmies, ya como autónoma, se ha encontrado con que muchos clientes le piden "trabajar más con mujeres porque saben que el resultado será impecable
4. Ariadna Belver y la alianza de las mujeres en el sector inmobiliario
Ariadna Belver comenzó en el sector inmobiliario hace 25 años, siendo una de las impulsoras del Barcelona Meeting Point. Explica que el sector estaba ampliamente masculinizado y a menudo le decían "si era la secretaria de alguien". Afortunadamente, con el paso de los años ha habido una evolución natural. En 2015, se unió a Wires, una asociación de consejeras y directoras del mundo inmobiliario que tiene como objetivo aumentar la visibilidad de la mujer en el sector y que ha recibido varios premios.
Actualmente, cada vez hay más mujeres que son directoras en el sector inmobiliario, como es el caso de Anna Gener (Savills) o Carmina Ganyet (Colonial). Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el tercer trimestre de 2022, el 56% de los trabajadores en el sector inmobiliario eran mujeres y el 44% hombres.
Belver (experta en el sector inmobiliario): "Es importante rodearse y buscar hombres y mujeres que ayuden a crecer"
A pesar de esto, Belver señala que es en la parte de la construcción donde la representación de mujeres es mínima. Además, según el informe Dones al Sector de la Construcció 2023, se observa un "pequeño aumento significativo" de la presencia femenina en la industria de la construcción con 7.500 nuevas trabajadoras en el último año. La representación alcanza el 11,2%.
La profesional confiesa que aconsejaría a una chica joven que, si está formada y motivada, siga adelante con sus sueños. "Es importante que se rodee y busque tanto a hombres como a mujeres profesionales que la ayuden a crecer", continúa. Y destaca la importancia del networking de alto nivel.
5. Mónica Espinosa, la gran experta en ciberseguretat
Mónica Espinosa es ingeniera informática y directora del Centre d’Innovació i Competència de Ciberseguretat de Catalunya. Después de cursar la secundaria en una escuela de mujeres, le sorprendió ingresar en una carrera tan masculinizada como la ingeniería informática. "Tras una experiencia en consultoría y en la Interpol, buscaba un trabajo con un impacto social tangible y decidí adentrarme en el mundo de la seguridad y la ciberseguridad", continúa Espinosa.
Espinosa (experta en ciberseguridad): "Actualmente, hay un déficit de 10.000 puestos de trabajo relacionados con la ciberseguridad en España"
En su caso, está muy acostumbrada a trabajar con hombres desde hace 25 años. Aunque en el pasado ha tenido alguna experiencia negativa, actualmente no es el caso. Explica que los compañeros masculinos suelen ser muy directos y buenos profesionales, y que el ambiente de trabajo es muy diferente en el ámbito público que en el privado.
Espinosa anima a las nuevas generaciones a adentrarse en el mundo de la ciberseguridad porque tiene un crecimiento exponencial. "Actualmente, hay un déficit de 10.000 empleos en España", confirma. "Además, los salarios son muy competitivos y permiten una gran independencia económica", concluye.
6. Laura Cardona, quien mueve los hilos de la logística en Bon Preu
Laura Cardona lleva ocho años trabajando en Bon Preu y actualmente es la jefa de área de Planificación de Transportes de Logística. A pesar de orientar inicialmente su futuro en el mundo de la educación como técnica de educación infantil, algunos trabajos como administrativa la llevaron a trabajar en el conocido supermercado osonense. "Mirando con perspectiva, no me hubiera imaginado trabajando en el departamento de logística, pero estoy convencida de que fue una decisión totalmente acertada", confiesa.
La logística es un sector ampliamente masculinizado. La Comisión Europea recuerda que solo el 22% de los trabajadores del transporte y la logística son mujeres, cifra que disminuye hasta el 19% en el caso de España. "A pesar de esto, valoro muy positivamente mi experiencia, ya que es importante ganarse el lugar y el respeto como en todos los trabajos". Actualmente, gestiona un equipo de seis personas y dentro de la "logística tienen otras áreas como aprovisionamiento, producción y proyectos que, siendo un sector masculinizado también encuentran compañeras, especialmente en aprovisionamiento".
Según la Comisión Europea, solo el 22% de los trabajadores del transporte y la logística son mujeres
"En algunos ámbitos del sector logístico sí que ha aumentado el porcentaje, pero aún así todavía hay bastante diferencia entre el sector masculino y el femenino", destaca Cardona. "Es necesario seguir trabajando para potenciar la incorporación de más mujeres y dar oportunidades a todas las personas independientemente del género, ya que algunas tareas las puede desempeñar perfectamente una mujer".
Finalmente, Cardona recomendaría a una chica joven entrar en este mundo, porque es "interesante, potente y muy reconocido". Y como consejo más en el ámbito personal, "que no le tenga miedo al hecho de pensar que es un sector masculinizado", ya que esto es un punto existente, pero que día a día "se debe buscar el equilibrio y tener un lugar en este sector, puedo garantizar que es muy gratificante".
7. La excepción: Mariona Marquès, médica y enfermera en un entorno en evolución
Mariona Marquès es enfermera y médica. Cuando estudió el Grado en Enfermería hace casi 10 años, el 90% de los estudiantes eran mujeres, mientras que cuando estudió posteriormente Medicina, las cifras eran del 80%. Una feminización que, al introducirse en el mundo laboral, también ha continuado, especialmente en la atención primaria de la cual forma parte. En cambio, en las especialidades quirúrgicas, hay más hombres.
Además, es en la dirección de los centros donde debería haber más presencia femenina debido a la mayoría de mujeres en las consultas, pero no siempre es así. Marqués atribuye la configuración de la plantilla a la poca conciliación laboral y personal y, sobre todo, a la "edad fértil". "A menudo, como puede suceder en muchas profesiones, se valora que la profesional no pueda coger una baja maternal en breve, porque el sistema está muy saturado", señala. Durante sus años de profesión, se ha encontrado con actitudes "machistas" de algunos pacientes, especialmente hombres de edad avanzada que la llaman "niña", la "cuestionan en alguna decisión" o la confunden con una enfermera, si está al lado de un hombre.
Marquès (médica de atención primaria): "Las sanitarias tienen una historia de 'curas impuestas' desde hace décadas por parte de la sociedad"
Marquès aconsejaría a las nuevas generaciones que deseen dedicarse a la medicina que establezcan límites, especialmente si son mujeres, ya que tienen una historia de "cuidados impuestos" por parte de la sociedad. Un legado relacionado con la masculinización de la profesión desde hace décadas y que, desafortunadamente, aún presenta sesgos de género. Y, sobre todo, que sigan luchando, porque es una profesión vocacional que "vale mucho la pena". Y está en plena transformación.