Uno de los fenómenos naturales más impactantes tiene que ver con vivir en un país que siempre es de noche. No sólo puede suceder en el polo norte o en el polo sur, sino también en regiones extremas de Rusia, Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Noruega o incluso Finlandia, sobre todo en la región de Laponia. La oscuridad se alarga durante todo el día durante la estación más fría del año, pero la economía del país no se detiene. Es más, se acelera con el auge del turismo de invierno y los grandes curiosos de un fenómeno visual único. Pero, como todo en la vida, tiene “pros y contras”.
Josep Navarro, físico y residente catalán en Noruega, explica en VIA Empresa que durante el invierno disponen de "poco rato de luz". "Voy al trabajo cuando está oscuro y vuelvo a mi casa igual de oscuro, ha pasado un día entero y no te das cuenta". Navarro confiesa que en el norte del país es mucho más extremo que en el sur y es como si la gente "se escondiera", ya que hay muy pocos establecimientos abiertos. "Tenemos microclimas en nuestros hogares, debido a que pasamos una gran parte del tiempo y es donde están las reuniones sociales", concluye el físico.
Navarro (residente en Noruega): “Durante los largos y nocturnos inviernos acostumbramos a tener microclimas en nuestros hogares, debido a que pasamos una gran parte del tiempo y es donde están las reuniones sociales”
Sin embargo, Navarro destaca el caso de Tromsø, una ciudad noruega conocida como la "capital cultural" del Ártico que deja de tener luz solar del 27 de noviembre hasta el 15 de enero del próximo año. Por ejemplo, según detalla el National Geographic, no existe un freno a la economía, sino que comienza la temporada alta de turismo, con deportes de invierno, la contemplación de las auroras boreales o la observación de ballenas. También se celebran festivales internacionales de cine para mantener su vida cultural en una ciudad nocturna y gélida.
Cuando la vida continúa en medio de la oscuridad
"Estos países mencionados anteriormente tienen pocas horas de luz durante el resto del año, entre cuatro o seis horas al día y cuando viene el invierno no les supone un gran cambio", apunta María Angeles Ruiz Ezpeleta, economista y profesora de EAE Business School. "Sí que es verdad que los países del norte tienen un consumo de electricidad muy superior que al resto, como por ejemplo Noruega que consume el doble que España. En Alaska puede ser similar y en las partes más extremas de Rusia no es tan exagerado", sigue Ruiz Ezpeleta.
"Noruega tiene un PIB que es más del doble que España y mucho más alto que Suecia. Por tanto, estos fenómenos naturales no tienen por qué afectar a la economía, los habitantes se adaptan y no influye negativamente en nada", destaca el economista. Además, Noruega es el principal suministrador de gas en el resto de Europa, con más de 4 millones de barriles al día.
Ruiz Ezpeleta (economista): "Estos fenómenos naturales no tienen por qué afectar a la economía, los habitantes se adaptan y no influye negativamente en nada"
"La mayoría de estos países tienen horarios europeos y suelen trabajar ocho horas, de 8 a 16 o de 9 a 17, paran muy poco para comer y las tiendas cierran a las 20 de la noche", afirma Ruiz Ezpeleta. "Una de las conclusiones que podemos extraer es que el clima sí influye, pero contribuye negativamente a los países que tienen mucho sol. En Catalunya hay ocio y, como consecuencia, no se trabaja tanto ni hay tanta producción". Por tanto, los países que viven siempre de noche durante el invierno no les varía la economía porque no dependen del turismo. "En Noruega un 7% de los trabajadores se dedica al turismo y al ocio, mientras que en España ronda del 15% al 20%, según la época del año", continúa la experta. De modo que tener muchas horas de sol es bueno para los seres humanos, como el ocio y el turismo, pero no por la productividad.
Ruiz Ezpeleta (economista): "Tener muchas horas de sol es bueno para los seres humanos, como el ocio y el turismo, pero no por la productividad"
¿Y la salud mental?
¿Vivir siempre de noche puede afectar de alguna forma a la salud mental? Navarro, residente en Noruega, apunta que "depende de cada uno", pero que conoce muchos casos de su entorno que les afecta más a la oscuridad que al frío. "Muchos de ellos se toman aceite de bacalao y unas pastillas de hígado del mismo pescado", prosigue. Y también los suplementos de vitamina D, ya recurrente entre la mayoría de los habitantes, porque "sin sol no sintetizan esa vitamina". Y, evidentemente, "cualquier visitante proveniente del Mediterráneo puede sentir que su estado de ánimo baje considerablemente".
¿En Catalunya somos diferentes respecto a los países que no tienen horas de sol? Para Marc Prohom, jefe del Área de Climatología del Servei Meteorològic de Catalunya, "somos una nación que no estamos acostumbrados a tener una climatología adversa, como que llueva a menudo. Hay zonas donde hay mucha niebla, como Lleida o la Plana de Vic, pero están más acostumbrados. O incluso en el ámbito rural están más preparados. En cambio, sí que en las zonas urbanas hay más afectación y también con cambios de humor". "Somos un país que vivimos en el exterior en el que el sol luce sin impedimento y no es muy común en el resto de los países de alrededor. "El clima no es el mismo que hace 150 años y nos molesta más el frío que la oscuridad". Por último, hay patologías relacionadas con cambios de tiempo repentinos, como la migraña por la falta de sol o el cambio de presión atmosférica.
El caso catalán
Albert Banal, economista y experto en el mercado energético de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), apunta que en Catalunya la oscuridad y los cambios de temperatura "no son determinantes para la economía" ni se puede sacar un "estudio en concreto" debido a la pandemia que ha dado la vuelta al funcionamiento de las empresas y también al teletrabajo. Pero sí que en nuestro país "el clima nos afecta mucho, sobre todo en el consumo de energía". El experto lo ejemplifica de la siguiente forma: "Hemos vivido un otoño e invierno por encima de los 20 grados y esto ha supuesto que todavía tengamos al 100% las reservas de gas y ha sido determinante". "Podríamos decir, irónicamente, que el cambio climático ha provocado que no hayamos gastado tanto gas en un contexto de guerra e incertidumbre", concluye.
Y la lección para Catalunya por parte de Ruiz Ezpeleta: "hemos tenido un otoño con una buena climatología que ha fomentado el turismo y el ocio, pero debemos buscar soluciones para fomentar un modelo económico enfocado en más tecnología, en más R+ D, al fomentar un gasoducto que llegue a Francia". Y que sobre todo "hay muchos elementos externos que no podemos controlar".
Por tanto, ¿cómo es la economía de una nación que no ve nunca el sol durante semanas? Para los expertos "no notan casi la diferencia durante los meses invernales e incluso pueden experimentar una mejora en el turismo", pero la vida sigue. Más producción, más industria, mismos horarios y mayor vida social en el hogar. Por último, también es común que muchos de ellos "busquen evadirse durante las vacaciones de invierno en un país opuesto de clima mediterráneo", para desconectar durante unas horas del país que siempre es de noche.