El contexto geopolítico reciente, marcado por la pandemia de la Covid-19, la crisis de suministros y la invasión rusa a Ucrania, ha despertado las voces que abogan por un reforzamiento del sector industrial y una relocalización de los procesos productivos europeos, dependientes de países como China o Rusia, en el ámbito energético. Un ejemplo de que resulta posible desarrollar tecnología en Catalunya sin tener que acudir al sudeste asiático lo encontramos en Witeklab, una empresa originaria de Terrassa, que fabrica, diseña y comercializa sensores para el sector de la construcción. Estos sirven para detectar los procesos de corrosión de materiales como el hormigón, el seguimiento de la forja o la ubicación de las instalaciones de una obra.
Fruto de una larga trayectoria investigadora de la mano de la Universidad Catalunya Politécnica de (UPC), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Universitat Politécnica de Valencia (UPV), o de la spin-off creada con el CSIC, Witeklab se ha posicionado en un segmento especializado de la industria 4.0: los sensores con hilos y sin ellos aplicados al sector de la construcción. Y dentro de este ámbito, su producto más innovador es el Corrochip, un sistema para detectar la corrosión del hormigón. "Se trata de una solución única en el mercado, específica y de un gran nivel". Así la define el cofundador y CEO de Witeklab, Manel Torrentallé. El Corrochip no deja de ser un ejemplo elevado de capacitación industrial de un producto tecnológico pensado y hecho en Catalunya que se ha abierto a países del continente asiático o Australia y Nueva Zelanda. "La idea, ahora que ya está consolidado, es exportarlo a todo el mundo", comenta Torrentallé".
Su producto más innovador es el Corrochip, un sistema para detectar la corrosión del hormigón
Ubicada en el DFactory desde principios de este año, la compañía desarrolla soluciones tecnológicas basadas en los sensores en el ámbito de la construcción y monitorización de la salud estructural. La firma idea, desarrolla y pone en el mercado sus productos, inspirados en la Internet de las Cosas (IoT), la industria 4.0 y las ciudades inteligentes. Su tecnología explora el potencial de las comunicaciones radio de corto, medio y largo alcance, combinadas con la sensórica avanzada y la conectividad de los dispositivos móviles.
Producción sobre pedido
Nacida en Terrassa, Witeklab cuenta con investigadores, técnicos y comerciales del territorio. Su aterrizaje en el DFactorydel Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) "nos ha permitido ubicarnos en un espacio con muchas empresas innovadoras y donde podemos hacer sinergias con el sector. De hecho, en solo dos meses, estamos muy contentos de los contactos establecidos". La percepción de Torrentallé se reafirma cuando alude al DFactory "como un clima de la industria 4.0 que acaba siendo un muy buen lugar para trabajar". Para Witkelab, el edificio dispone de un gran potencial de conocimiento y atracción del talento de la industria 4.0.
Torrentallé comenta el sistema de fabricación que utiliza Witeklab. "Producimos sobre pedido y no tenemos estocaje". La empresa, que cuenta con una facturación aproximada de 100.000 euros anuales, prevé multiplicarla en un periodo de tres o cuatro años. Para lograrlo, está a punto de cerrar un acuerdo con un socio asiático. "Nos hemos pasado muchos años haciendo R+D y después de la pandemia, cuando ya hemos podido explicar nuestro proyecto, avanzamos en el aspecto de la comercialización y la expansión".
Manel Torrentallé (CEO) comenta el sistema de fabricación que utiliza Witeklab: "Producimos sobre pedido y no tenemos estocaje"
Los clientes de Witeklab acostumbran a ser empresas del sector de la construcción, las concesionarias de las grandes infraestructuras, como las carreteras o los puertos, además de las grandes constructoras. "Uno de nuestros prescriptores es la Administración Pública, encargada de ejecutar los proyectos".
Soluciones pioneras
Uno de los productos más innovadores de Witeklab, con el cual se ha posicionado en el mercado es el Corrochip, un sistema para la detección y la evaluación, a través de un algoritmo, de procesos de corrosión en el acero embebido en hormigón. Este es capaz de identificar el avance de la corrosión por el hormigón antes de llegar a la armadura. La tecnología se ha creado entre Valencia y Terrassa. "Con el Corrochip, hemos entregado tres presupuestos y estamos esperando las licitaciones", señala Torrentallé.
Entre las novedades que la compañía lanzará pronto al mercado, está Rockchip, un sistema autónomo de telemetría que detecta cambios en los sistemas de protección de taludes y proporciona datos de manera automatizada sobre el estado del elemento monitorizado, su integridad y la evolución de las tensiones a las cuales está sometido, siendo básico en carreteras y vías de tren. Rockchip se fabricará en Terrassa.
Una de sus tecnologías, el Trenchip, fue la ganadora hace tres años del 'Galileo Masters Catalonia Challenge'. Trenchip facilita la ubicación exacta de una instalación. Acompañada de una aplicación en la nube, permite localizar de forma integral las instalaciones ocultas en paredes, muros o zanjas, favoreciendo la gestión de los activos subterráneos a través de una plataforma.
Las investigaciones de Witeklab se encaminan a lograr de manera remota, con sensores inalámbricos, el seguimiento del endurecimiento del hormigón en proyectos de construcción y ofrece información precisa, en tiempo real, sobre la resistencia y la madurez del hormigón durante el proceso de endurecimiento. Este producto, denominado Monsec, también se fabricará en serie en Terrassa.
Tal como asegura Manel Torrentallé, su CEO, "ya nos empiezan a conocer y, después de un proceso de investigación, pruebas y demos, ahora nos estamos implantando, ejecutando obras y saliendo al mercado para llegar a las grandes empresas". Siguiendo el recorrido, Witeklab trabaja en el diseño de sensores para calibrar el grado de carbonatación del hormigón. Es decir, la velocidad a la que se puede llegar a desgastar el material. Está previsto que se comercialice en verano.