Xavier Panés (Terrassa, 1964) preside Cecot desde que, a finales de junio, sustituyó a Antoni Abad. En esta entrevista, habla de las funciones de la patronal, de los retos y de la relación con las administraciones públicas. Como su antecesor, lamenta el inmovilismo de los gobernantes, la carencia de calidad democrática y critica las medidas adoptadas por el gobierno central para salir de la crisis.
Ha anunciado que ejercerá un "continuismo renovado". ¿Qué cambiará en Cecot?
Cuando se produce un cambio en algún lugar, se tiende a mencionar el término 'renovación' porque el de 'continuidad' parece malo. Me atrevo a decir que la trayectoria de Cecot, con Antoni Abad, es de éxito dentro de las organizaciones empresariales. Somos la tercera patronal de Catalunya. Me parece una tontería cambiar una cosa que funciona bien. En este sentido, ¿continuismo?, sí, pero, evidentemente, si quieres que este continuismo se mantenga en el tiempo se debe renovar, se tienen que incorporar cosas nuevas. Por eso hablo de continuismo renovado. Me da igual que me llamen continuista. No le doy importancia.
Pero, ¿que cambiará?
Primero, el presidente es diferente, como lo son sus maneras de hacer y pensar, si bien estas maneras de hacer y pensar individuales son poco relevantes. Yo puedo tener mis pensamientos personales, pero, al final, el cargo que ocupes tiene que representar lo que piensan los otros y lo tienes que saber transmitir. En este sentido, lo que pueda pensar personalmente es poco relevante. ¿Qué cambiará?, cambia el presidente, la manera de expresarse, que no tiene porque ser mejor necesariamente, que el listón es alto!. También marca que vengo de una empresa más pequeña. Y la edad supongo que también juega. Un cambio real será la puesta en práctica del plan estratégico de Cecot porque supondrá llevar los gremios al siglo XXI.
"Si quieres que el continuismo se mantenga en el tiempo se debe renovar, se debe incorporar cosas nuevas"
¿Venir de una empresa más pequeña es bueno para la organización?
Lo digo como una cosa positiva. Uno viene de donde viene.
Sus dos últimos antecesores [Eusebi Cima y Antoni Abad] han estado 17 años en la presidencia. ¿Cuanto tiempo piensa permanecer usted?
Pero, ¡si acabo de llegar y ya me preguntáis cuando me iré! Tengo un mandato de cuatro años. Soy de la opinión que, en una institución como esta, la renovación debe ser constante. Una cosa es la estructura profesional, que debe tener una continuidad, pero cuanto más cambien los cargos institucionales -presidentes, comités, todo esto- más se aporta y se está más al día.
Como vicepresidente de Foment del Treball, ¿se mantendrán las buenas relaciones entre las dos patronales?
Son magnificas y lo continuarán siendo. Nosotros somos una confederación, Tenemos nuestra independencia. Por parte nuestra, el presidente Josep Sánchez Llibre tiene y tendrá todo nuestro apoyo y colaboración, del mismo modo que sé que nosotros tenemos y tendremos todo su apoyo y colaboración porque ya nos lo ha dicho.
¿Es inevitable hacer política desde las patronales?
Podemos estar en democracia o en dictadura, en monarquía o en república, en gobiernos de derechas o de izquierdas, podemos ser independientes o no. A quien representa Cecot es a aquel tendero, a aquella pyme, a aquella empresa del polígono de donde sea que, en cada una de estas situaciones políticas, a las ocho de la mañana tiene que poder levantar la persiana. Nosotros defendemos esto: que pueda levantar la persiana y que pueda continuar. ¿Tenemos que hacer política? sí, sea cual sea la situación, tenemos que hacer que levante la persiana. Esta es la política que entiendo que debemos hacer.
Foment del Treball, a la que está adherida Cecot, se ha fijado como objetivo el regreso de las empresas catalanas que trasladaron su sede social. ¿Cree que es posible?
Se debe intentar. No será fácil: cómo dices a un banco que está en la Comunidad Valenciana que le diga al presidente de allá que regresa. Quizás hay empresas más fáciles. Muchas grandes empresas deberían haber vuelto ya..
¿Y por qué no lo hacen?
Quizás porque, más allá de las excusas políticas, se lo miran desde un punto de vista económico. Quizás los tratamientos fiscales que tienen allá son mejores que los de aquí, que esto también podría ser.
¿Cómo ve a Catalunya en este momento?
Estamos en una situación complicada. Este otoño no será fácil por los motivos que todo el mundo dice. La incertidumbre no es nada nuevo, empezó hace tiempo, pero antes trabajabas con un problema que se llamaba virus y, ahora, todavía tienes el virus y, encima, el problema de suministros, de energía, una guerra, ... y una inflación descontrolada de la cual se hizo una mala diagnosis inicial. Algo se debe hacer. ¿Está todo en manos del gobierno español?, no, sinceramente, no, pero puede hacer más cosas.
¿Encuentra acertadas las medidas que ha anunciado el gobierno español? ¿El incremento de impuestos a la banca y a las eléctricas por sus beneficios?
Si lo que se quiere es subvencionar a la gente, es una medida efectiva pagarles los billetes de tren, ¡a los que tengan tren, eh, que en Caldes de Montbui no tenemos tren!. Pero con esto no soluciona el problema. A aquella persona que le pagues al billete de tren, cuando vaya al súper a comprar no se encontrará con que han bajado de golpe los precios. La inflación será la misma, no lo solucionan. Han hecho una cosa que encaja con la ideología del gobierno, que no la critico, únicamente la defino. No creo que estas medidas sean efectivas. ¿Por qué? A las eléctricas y a la banca, si les suben los impuestos, probablemente lo acabaremos pagando todos. Pero han conseguido salir en los periódicos y las televisiones.
"¡Atención!, que si no se compra más deuda pública de España será un problema muy grave"
¿Eran necesarias otras medidas?
Si quieres incidir sobre la inflación debes tomar medidas que frenen los precios. Tampoco es necesario inventar: que pregunten a los socios europeos cómo lo hacen. Igual tienen una idea. No hace falta que inventen la rueda. Hay medidas que ya nos han venido dadas: una es el incremento de los tipos de interés del Banco Central Europeo y esto tendrá unas consecuencias. Es una medida lógica para enfriar la economía. Y, ¡atención!, que si no se compra más deuda pública de España será un problema muy grave. Sí, nos pagan los billetes de tren, pero nadie nos comprará la deuda pública. Esto empeorará la situación del Estado español y le será muy difícil financiarse. Y si no viene dinero de fuera, tendrás que recaudar dinero dentro y esto supone impuestos. ¿De donde los sacarán?, de los de siempre, de la empresa, y cuando digo la empresa mucha gente piensa en el 'señor Zara' o en el 'señor Mango', pero no nos equivoquemos, la empresa es aquel señor que va a tu lado en el tren cuando vas a trabajar, que tiene un pequeño despacho, un taller o es autónomo. La empresa es esto, no hace falta que pensamos en las grandes. Deberían pensar en eliminar el fraude fiscal.
¿De quién es culpa de que no se elimine?
No es por culpa de los funcionarios. No se dan las instrucciones o los medios necesarios. No hay voluntad política. Como decía el presidente Abad, a nivel europeo no estamos homologados en muchas cosas. Nos falta calidad democrática. Esto quiere decir que en los políticos no hay una voluntad de servicios como tendría que ser [...] El Estado es como una empresa en la que los accionistas hacen una aportación de capital cada año. Si hay quien engaña, se debe vigilar.
¿Hay más medidas?
Reducir el gasto público, que no quiere decir reducir la educación o la sanidad.
Pero ha pasado ...
No tiene por qué ser así. La optimización del gasto público puede venir por muchas vías: hay ministerios, consejerías, concejalías y cargos públicos que no tienen sentido, como tampoco lo tienen algunas subvenciones. Hay muchas cosas que se pueden ajustar mejor de lo que se está haciendo.
El absentismo laboral también es un gran problema. Con datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, resulta que, de toda la población activa del Estado, hay 1,3 millones, como toda la población del Vallès, que no trabajan ningún día del año. No son siempre las mismas personas, claro, pero esta es la cifra total. Esto, a las empresas nos cuesta 2.000 millones de euros, pero a la seguridad social le cuesta 4.000 millones, sin contabilizar el importe de lo que dejan de producir estas personas.
Su antecesor, Antoni Abad, advirtió de que en el Vallès hay inversiones de empresas locales por más de 600 millones de euros que todavía esperan autorización de la administración catalana. ¿Qué se puede hacer para evitar este inmovilismo? ¿Qué hace Cecot?
Nos preocupamos por inversiones extranjeras de 600 millones y, sobre la mesa de la administración, tienen otras paradas por 600 millones de empresarios locales. ¿Qué ha hecho Cecot? Lo que hizo el presidente Abad: decirlo en privado y, también, públicamente.
"Que el político escuche y pregunte a la empresa, al trabajador, al ciudadano, porque parece que no escucha ni quien lo vota"
¿Cambiará la actitud de la administración?
No sé si nos tocará la lotería. Es la gran lucha. Seria homologarnos a las democracias a las que nos queremos asemejar. Que el político escuche y pregunte a la empresa, al trabajador, al ciudadano, porque parece que no escucha ni a quien lo vota. Cansa repetir las cosas, siempre con educación, bien, la educación no cansa, pero si cansa que no hagan nada. Quizás es el momento de decir basta.
Y respecto a las infraestructuras, ¿no es el momento de decir basta?
Está en el mismo saco. Nosotros ya hicimos un acto por la B40. Después de 30 años, para construir 20 kilómetros, ¿qué más tenemos que decir? Tenemos todos los argumentos, pero piensas: ¿les tengo que volver a decir lo mismo otra vez? Hay cosas que no se entienden. [...] Al final, la obligación de estos empleados temporales es hacer su trabajo, el trabajo que les encarga la sociedad y no lo hacen.
Una histórica reivindicación liderada por el empresariado del Vallès ...
Lo han liderado las empresas, que son los empresarios y los trabajadores. En el caso de las infraestructuras, los grandes perjudicados son aquella gente que colabora con nosotros en las empresas y que necesitan moverse. Esto no es, como se ha dicho, para beneficiar a determinadas empresas, no, no, no, el gran beneficiado es la sociedad, somos todos. Nuestros trabajadores pierden muchas horas para desplazarse de un lugar al otro, con riesgos. Y también debemos añadir cuestiones de sostenibilidad.