08
de Abril
de
2015
Ya hace meses que los promotores de la Iniciativa para la Reforma Horaria han conseguido crear un debate público sobre esta cuestión. Este miércoles han presentado en la Antigua Fábrica Damm el Anuario 2014, donde recogen las actuaciones realizadas hasta ahora junto con las reflexiones de una cincuentena de expertos y una septuagésima de ciudadanos. "Queremos aglutinar experiencias, sumar, hacer lobby y convertirlo en una iniciativa ciudadana que transforme la realidad", explica Fabián Mohedano, uno de los promotores y cara visible de este movimiento.
Mohedano destaca la necesidad de centrarse en el horario de las comidas. "Somos el único país del mundo que come a las 15h y sopa a las 21h", lamenta. Según explica, se trata de una herencia del "desarrollismo franquista de los años 60, donde la pluriocupación y las horas extras rompieron los hábitos de cenar cuando se pone el Solo". En este argumentocoincide Francesc Homs, consejero de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, que ha reivindicado "cambiar los horarios de herencia franquista por unos de más racionales y democráticos".
Estos horarios disminuyen las horas de sueño, y por lo tanto de descanso; una reducción del bienestar que tiene implicaciones personales y laborales, con una productividad más baja, más estrés e insatisfacción.
Cambiar el huso horaria y no alargar la jornada sin motivo
Los otros dos grandes esos de esfuerzo de esta iniciativa son volver al huso horario de Greenwich y romper con las largas jornadas laborales poco productivas. "Vamos al trabajo a socializarnos y esto acaba alargando la jornada laboral. Es uno salvo que compartimos con los países mediterráneos", lamenta Mohedano; que añade la idoneidad de compartir huso horario con la Gran Bretaña y no con Alemania para adaptarse realmente a la posición solar. "Este reto lo compartimos con Francia, el Benelux y Argelia, y depende totalmente de la voluntad de los gobiernos", asegura.
A la hora de implantar una auténtica reforma horaria, Mohedano ha insistido en los cinco grandes aceleradores: el trabajo, la administración, la cultura, el comercio y la educación. Del acuerdo y la tarea conjunta de todos ellos es de donde podrá surgir "un momento cero". Mohedano reclama hablar "de humanización de los horarios, más que de conciliación"; y a pesar de manifestar la evidencia que "no podemos obligar nadie a comer a las 13h, sí que haremos todo el posible para fomentar un cambio de hábitos como ha pasado con la ley del tabaco".
Una iniciativa transversal
En este sentido, también ha querido hacer énfasis en la importancia de la implicación del mundo local. "Hace quehaya un xup xup en el territorio", asegura. Además, "el carácter transversal del grupo nos ha hecho muy fuertes porque todos los grupos parlamentarios sehayan sumado, no ha habido politización".
Francesc Homs también celebra este consenso, a pesar de que matiza que "quizásestá porque todavía no se han tomado decisiones". En esta línea, el representante del Gobierno catalán asegura que "nos tenemos que comprometer a tomar decisiones antes de acabar en 2016". Para conseguirlo, el punto de partida tendría que situarse a los meses de junio o julio de este 2015.
"Habrá que tener terminada una propuesta de pacto de los horarios con propuestas normativas, bases para fomentar acuerdos y convenios, y detectar medidas concretas para tomar medidas a corto plazo", ha destacado. Según Francesc Homs, "los objetivos planteados son abastables".
Buena parte del consenso político a favor de la reforma horaria se ha gestado a su Comisión de Estudio al Parlamento de Cataluña. La presidenta de esta comisión, Agnès Russiñol, destaca que "son pocos los temas que generan tanto compromiso al Parlamento"; y ha anunciado que "estamos diseñando un plan piloto de sensibilización al cual se adherirá el Parlamento".
Un cambio a todos los niveles
Russiñol aclara que "el cambio no será fácil, pero partimos de la fortaleza que compartimos la diagnosis". En este sentido, destaca que "el ámbito laboral será la primera pieza que habrá que mover, pero teniendo claro que la cohesión social tiene que estar en el centro de esta iniciativa porque no genere desigualdades a la ciudadanía".
Arnau Queralt, director del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible (CADS), destaca que los fundamentos de la reforma horaria tienen que pasar por la "generalización de una jornada laboral compacta y flexible, que libere tiempo para usos personales, familiares y sociales". Por el CADS es evidente que "es necesario y que tiene beneficios concretos en salud, educación y conciliación". La encuesta de salud pública refleja que el 26% de la población mayor de 15 años duerme menos horas de las necesarias, y "esto tiene consecuencias negativas en todos los ámbitos".
Por Queralt, "la reforma horaria mejora el bienestar y aumenta la productividad. Permite disfrutar de buena salud, descanso de calidad y conciliación". El responsable de los CADS destaca que "es un proceso complejo porque en la configuración de los horarios intervienen muchos factores sociales y culturales. Se tiene que hacer de manera consensuada, gradual y con una visión compartida".
Horarios racionales que mejoren la productividad
La concienciación ciudadana y tener respeto por el tiempo, pues, serán factores clave. Además, Queralt manifiesta que "el sector público tiene que tener un rol tractor en el cambio de hábitos horarios de la población".
A su vez, Lluís Franco, presidente del Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC), lamenta que "la falta de racionalización de los horarios tiene efectos negativos en la productividad de las empresas, problemas de salud por la carencia de sueño, y permite que se mantenga la división de género en los trabajos". Según Franco, todo ello también genera "carencia de tiempo para dedicar al activismo social, la cultura y el ocio. Perdemos bienestar a la sociedad".
Lluís Franco destaca que "la gestión del tiempo de trabajo tiene que favorecer el resto de usos del tiempo". Por lo tanto, para favorecer la inserción laboral hay que racionalizar los horarios. "Se tiene que ver de manera positiva tanto por los trabajadores como por la empresa. Serán más flexibles, competitivas y se adaptarán mejor a las demandas de sus clientes", asegura.
"Cuando no se racionaliza se crea un círculo vicioso que no permite conciliación, crea insatisfacción y estrés, y por lo tanto menos productividad", amplía. Según Lluís Franco, "el 88% de los trabajadores tienen un horario fijo, o variable fijado por la empresa". Una tasa muy superior a la media europea y que dificulta la racionalización de los horarios.
La prueba piloto de Estrella Damm
Una de las empresas que ha empezado a trabajar en esta dirección es el Grupo Estrella Damm. Marcial Navarro, director de Soluciones Corporativas, resalta que en una compañía tradicional "los cambios a menudo son problemáticos. La gente todavía tiene una cultura presencialista y no marcha hasta que no lo hace la cabeza. Los cambios no son posibles sin un cambio en la cultura de la empresa".
En su prueba pilotohabía tres premisas: que no se perdiera calidad de atención al cliente, que no aumentara los costes y que no se llegara tarde al trabajo. Unos objetivos que, asegura, se han cumplido y la productividad ha aumentado un 10%". De un horario de 9 a 19h, al Grupo Estrella Damm se ha flexibilizado la entrada entre las 8 y las 9:30h, se fomenta poder comer en 30 minutos y que la hora de salida también sea flexible entre las 17h y las 19h; incluso a las 15h los viernes.
Mohedano destaca la necesidad de centrarse en el horario de las comidas. "Somos el único país del mundo que come a las 15h y sopa a las 21h", lamenta. Según explica, se trata de una herencia del "desarrollismo franquista de los años 60, donde la pluriocupación y las horas extras rompieron los hábitos de cenar cuando se pone el Solo". En este argumentocoincide Francesc Homs, consejero de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, que ha reivindicado "cambiar los horarios de herencia franquista por unos de más racionales y democráticos".
Estos horarios disminuyen las horas de sueño, y por lo tanto de descanso; una reducción del bienestar que tiene implicaciones personales y laborales, con una productividad más baja, más estrés e insatisfacción.
Cambiar el huso horaria y no alargar la jornada sin motivo
Los otros dos grandes esos de esfuerzo de esta iniciativa son volver al huso horario de Greenwich y romper con las largas jornadas laborales poco productivas. "Vamos al trabajo a socializarnos y esto acaba alargando la jornada laboral. Es uno salvo que compartimos con los países mediterráneos", lamenta Mohedano; que añade la idoneidad de compartir huso horario con la Gran Bretaña y no con Alemania para adaptarse realmente a la posición solar. "Este reto lo compartimos con Francia, el Benelux y Argelia, y depende totalmente de la voluntad de los gobiernos", asegura.
A la hora de implantar una auténtica reforma horaria, Mohedano ha insistido en los cinco grandes aceleradores: el trabajo, la administración, la cultura, el comercio y la educación. Del acuerdo y la tarea conjunta de todos ellos es de donde podrá surgir "un momento cero". Mohedano reclama hablar "de humanización de los horarios, más que de conciliación"; y a pesar de manifestar la evidencia que "no podemos obligar nadie a comer a las 13h, sí que haremos todo el posible para fomentar un cambio de hábitos como ha pasado con la ley del tabaco".
Una iniciativa transversal
En este sentido, también ha querido hacer énfasis en la importancia de la implicación del mundo local. "Hace quehaya un xup xup en el territorio", asegura. Además, "el carácter transversal del grupo nos ha hecho muy fuertes porque todos los grupos parlamentarios sehayan sumado, no ha habido politización".
Francesc Homs también celebra este consenso, a pesar de que matiza que "quizásestá porque todavía no se han tomado decisiones". En esta línea, el representante del Gobierno catalán asegura que "nos tenemos que comprometer a tomar decisiones antes de acabar en 2016". Para conseguirlo, el punto de partida tendría que situarse a los meses de junio o julio de este 2015.
"Habrá que tener terminada una propuesta de pacto de los horarios con propuestas normativas, bases para fomentar acuerdos y convenios, y detectar medidas concretas para tomar medidas a corto plazo", ha destacado. Según Francesc Homs, "los objetivos planteados son abastables".
Buena parte del consenso político a favor de la reforma horaria se ha gestado a su Comisión de Estudio al Parlamento de Cataluña. La presidenta de esta comisión, Agnès Russiñol, destaca que "son pocos los temas que generan tanto compromiso al Parlamento"; y ha anunciado que "estamos diseñando un plan piloto de sensibilización al cual se adherirá el Parlamento".
Un cambio a todos los niveles
Russiñol aclara que "el cambio no será fácil, pero partimos de la fortaleza que compartimos la diagnosis". En este sentido, destaca que "el ámbito laboral será la primera pieza que habrá que mover, pero teniendo claro que la cohesión social tiene que estar en el centro de esta iniciativa porque no genere desigualdades a la ciudadanía".
Arnau Queralt, director del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible (CADS), destaca que los fundamentos de la reforma horaria tienen que pasar por la "generalización de una jornada laboral compacta y flexible, que libere tiempo para usos personales, familiares y sociales". Por el CADS es evidente que "es necesario y que tiene beneficios concretos en salud, educación y conciliación". La encuesta de salud pública refleja que el 26% de la población mayor de 15 años duerme menos horas de las necesarias, y "esto tiene consecuencias negativas en todos los ámbitos".
Por Queralt, "la reforma horaria mejora el bienestar y aumenta la productividad. Permite disfrutar de buena salud, descanso de calidad y conciliación". El responsable de los CADS destaca que "es un proceso complejo porque en la configuración de los horarios intervienen muchos factores sociales y culturales. Se tiene que hacer de manera consensuada, gradual y con una visión compartida".
Horarios racionales que mejoren la productividad
La concienciación ciudadana y tener respeto por el tiempo, pues, serán factores clave. Además, Queralt manifiesta que "el sector público tiene que tener un rol tractor en el cambio de hábitos horarios de la población".
A su vez, Lluís Franco, presidente del Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC), lamenta que "la falta de racionalización de los horarios tiene efectos negativos en la productividad de las empresas, problemas de salud por la carencia de sueño, y permite que se mantenga la división de género en los trabajos". Según Franco, todo ello también genera "carencia de tiempo para dedicar al activismo social, la cultura y el ocio. Perdemos bienestar a la sociedad".
Lluís Franco destaca que "la gestión del tiempo de trabajo tiene que favorecer el resto de usos del tiempo". Por lo tanto, para favorecer la inserción laboral hay que racionalizar los horarios. "Se tiene que ver de manera positiva tanto por los trabajadores como por la empresa. Serán más flexibles, competitivas y se adaptarán mejor a las demandas de sus clientes", asegura.
"Cuando no se racionaliza se crea un círculo vicioso que no permite conciliación, crea insatisfacción y estrés, y por lo tanto menos productividad", amplía. Según Lluís Franco, "el 88% de los trabajadores tienen un horario fijo, o variable fijado por la empresa". Una tasa muy superior a la media europea y que dificulta la racionalización de los horarios.
La prueba piloto de Estrella Damm
Una de las empresas que ha empezado a trabajar en esta dirección es el Grupo Estrella Damm. Marcial Navarro, director de Soluciones Corporativas, resalta que en una compañía tradicional "los cambios a menudo son problemáticos. La gente todavía tiene una cultura presencialista y no marcha hasta que no lo hace la cabeza. Los cambios no son posibles sin un cambio en la cultura de la empresa".
En su prueba pilotohabía tres premisas: que no se perdiera calidad de atención al cliente, que no aumentara los costes y que no se llegara tarde al trabajo. Unos objetivos que, asegura, se han cumplido y la productividad ha aumentado un 10%". De un horario de 9 a 19h, al Grupo Estrella Damm se ha flexibilizado la entrada entre las 8 y las 9:30h, se fomenta poder comer en 30 minutos y que la hora de salida también sea flexible entre las 17h y las 19h; incluso a las 15h los viernes.