• 'El concursante': las reglas del capitalismo

'El concursante': las reglas del capitalismo

Martín Circo gana un premio de 3.000.000 euros, pero no sabe que este dinero generarán deudas por la obsesión consumista y el capitalismo

Cartel de la película
Cartel de la película
Barcelona
20 de Junio de 2014
Act. 30 de Marzo de 2020

De donde provienen el dinero que tiene el banco? Cómo se crea y gestiona el dinero fiduciario en el cual se basa la economía actual? Y cómo se pueden pagar los intereses de un préstamo cuando se supone que se pide porque, precisamente, un particular no tiene dinero? Son algunas de las cuestiones básicas que responde El concursante, una película de Rodrigo Cortés estrenada el 2006.

El eje de la narración se sitúa alrededor de Martín Circo (Leonardo Sbaraglia), profesor de Historia de la economía a la universidad. Un trabajo que, a priori, parece no llevarlo hacia la riqueza, el que genera quejas por parte de su pareja, Laura (Miryam Gallego). Todo se cambia, pero, cuando gana un premio de 3.000.000 millones de euros en un concurso. De no tener nada, su patrimonio pasa a contar con más de dos coches de lujo, una moto, un barco, una mansión, pinturas de Goya, Picasso... y un avión que está en camino y que será la gota que haga derramar el vaso. Por qué? Porque la riqueza genera ceguera, una ceguera alimentada por la falta de conocimiento sobre el verdadero funcionamiento de la economía.

Un regalo envenenado 
El abono del premio a la cuenta corriente de Circo genera un incremento del capital y del patrimonio de 3.000.000 millones de euros que, a los ojos de Hacienda, hay que justificar. Circo, después de investigar, encuentra que tienen que abonar el 47,6% del dinero ganado, en concepto de impuestos, y se escandaliza. No lo tienen, se han gastado ya más de la mitad, por el que se ve obligado a pedir un préstamo avalando la nueva casa y el antiguo piso que él tenía.

El porcentaje asciende hasta el 56% y se suma un nuevo dolor de cabeza: el profesor ha firmado con el banco unas cláusulas abusivas. Lo descubren consultando un abogado especialista, quien también los chupa alrededor de 200 euros mensuales por el trabajo. Todo son gastos que se suman y engordan la deuda. Una deuda que no habrían imaginado al recibir un regalo, en el fondo, envenenado. 

Entrar en el juego del capitalismo 
Si el abogado es un peón, los trabajadores de la Administración Pública tienen el mismo rol y el ciudadano es el último esgraó que alimenta el sistema económico, hay alguna manera de romper las reglas del juego? Circo encuentra la escapatoria en Edmundo Figueroa, un excéntrico especialista en las martingalas del capitalismo y que saca a la luz sentencias tan críticas como estas.



En un tipo de curso expreso, le explica como las personas pasan de la permuta de huevos y tomates al uso del oro para cuantificar y comprar el valor de los objetos. Explica el porque de los bancos, el sistema de concesión de préstamos y las trampas que utilizan para engañar sus clientes con el que él define como dinero que no existen y que nunca se podrán volver.

Detractores y defensores del sistema económico
La película se erige como una crítica al funcionamiento de la economía. Pone en entredicho la validez del dinero fiduciario y sitúa la banca como principal productor de la riqueza, sin tener en cuenta el trabajador de clase mediana que invierte su tiempo para transformarlo en dinero y que nutre la economía.

Este es sólo un ejemplo de las diversas explicaciones que da el film, entre los cuales se abre un debate sobre la ética, la codicia y las falacias en contra y a favor del sistema.