27
de Julio
de
2016
Deliveroo nació en Londres el 2013 cuando William Shu, su fundador y entonces trabajador de una banca de inversión, dijo bastante a los kebabs, las pizzas y otras comidas de mala calidad que ofrecían los marketplaces online de comer a domicilio.había alguna otra opción? El cierto es que no, por eso nació la startup que, poco a poco, ha conseguido conquistar el mercado europeo y demostrar que comer de calidad y de manera saludable no está reñido con recibir la comida a casa o la oficina.
No hace ni un año que la compañía aterrizó en España, empezando por Madrid y Barcelona, a la vez que iniciaba su aventura fuera del continente con Dubai, Hong Kong, Singapur, Melbourne y Sidney con una inversión de 70 millones de dólares. Y más recientemente ha llegado a Valencia, donde ya se pueden ver bicicletas con cajas con el logo del canguro y publicidad a los transportes de la ciudad, una nueva localización que ha hecho elevar hasta cerca de 50 el número de trabajadores de la compañía al Estado español.
Calidad y salud a domicilio
La Nevera Roja, Just Eat, Deliverum o Take Eat Easy -quién acaba de anunciar su cierre- son algunos de los actores que compiten directamente con Deliveroo en un mercado que ha demostrado que todavía tiene muy potencial para explotar. Ahora bien, son servicios "diferenciados", esto la CEO de la startup en España, Diana Morato, lo tiene muy claro. "Nosotros ofrecemos restaurantes de calidad y que la gente de por si ya conoce. También cuidamos la parte logística y somos capaces de traerte las comidas en menos de 30 minutos", detalla a VÍA Emprendida.
Ahora ya tienen un nombre conocido y culturalmente se conoce cada vez más el que es lo food delivery, pero es un hito que han conseguido picando piedra: "Al principio nos fue a la contra el hecho de ser una startup. Se conocían los marketplaces, pero ninguna iniciativa como la nuestra, que ofrece el valor añadido de gestionar toda la logística. También se asociaba el reparto a domicilio con pizzas y comer chino y muchos no entendían como sus platos, que eran de más calidad, podían llegar a casa del cliente". Pero insistieron, hablaron con los propietarios los negocios, los explicaron de pe a pa como funciona el servicio y lo pusieron a prueba con cada carta. "Insistimos hasta el punto donde somos, que cada restaurante que visitamos, restaurando que conseguimos", explica con satisfacción Morato.
En bicicleta por la ciudad
Del mismo modo que los restauradors escogen estar a Deliveroo, los repartidores también. Todos son autónomos y trabajan cuando pueden y quieren. Sólo hay que tener bicicleta o moto y tiempo libre, el resto lo hacen los algoritmos de la aplicación, los cuales relacionan los usuarios disponibles con los pedidos.
Se los distingue por la ropa negra y verde y por las cajas que llevan a la parte posterior de su medio de transporte, las cuales son un poco como una muñeca rusa: "La comida viaja en una bolsa térmica que va dentro de otra bolsa térmica que va dentro de la caja". La suma de innovar en el diseño de producto y cuidar el radio de reparto es el que los permite que el producto llegue en buenas condiciones y a tiempo.
Toda esta indumentaria descrita es la que traen los freelances, pero la que también reconoce haber traído Morato cuando la startup llegó a España y cuando "conocía a todos los repartidores". "Al principio hacía algún reparto para entender cómo es el proceso, qué problemas se pueden encontrar los ciclistas y en que podemos mejorar", rememora con una media sonrisa, "pero ahora hemos crecido y somos mucha gente, no los conozco a todos".
A pesar de que ha dejado aparcada la bicicleta, la CEO asegura que continúa yendo a algunas reuniones con los restaurantes para saber quépiensan del servicio, qué los preocupa o recibir nuevas ideas para mejorar o implantar nuevas funcionalidades. Esta preocupación por el cliente es el que ha hecho, explica con orgullo, que algunos usuarios de la aplicación "lo utilicen también para informarse de los restaurantes que hay en una nueva ciudad cuando la visitan" y no sólo para hacer pedidos.
Hábitos saludables a la empresa
Deliveroo ha llegado también a las compañías para hacer que los trabajadores como William Shu puedan comer variado y no tengan que recurrir a el bocadillo cuando el trabajo se alarga.
De este segmento, destaca como clientes habituales los "trabajadores con más estrés" como los de la banca de inversión, consultoría, agencias de creatividad o periodistas que "tienen poco tiempo para organizarse y quieren comer bien". En este sentido, Morato destaca que es un servicio útil por el empleado, pero también por la empresa si esta acepta pagar las dietas: "En el servicio corporate, ofrecemos la posibilidad de decidir qué días de la semana el trabajador puede pedir la comida o a partir de qué horas, si se alarga la jornada. Además, sirve a la compañía para tener una mejor gestión de las facturas y las notas de gastos y establecer un límite de precio porque la plantilla no lo sobrepase".
También cuentan con un perfil más joven de empleados y que forman parte de startups o negocios tecnológicos con una filosofía más fresca: "Son compañías que están dispuestas a pagar la comida porque ven este rato como un beneficio social o una manera de mejorar el ambiente laboral".
Adaptarse para ser escalable
Salir de Londres y trasladar el modelo de negocio a otras ciudades europeas con éxito es el resultado de tener la capacidad de adaptar-se con rapidez alentorno . Esto incluye conocer los restaurantes de la zona, los que tienen mejor valoración y más conocen los ciudadanos, como también estudiar bien el relevo urbano para decidir si basta con bicicletas o hay que buscar repartidores en moto. "En Barcelona la mayoría va en bicicleta, pero si fuera más eficiente utilizar la moto, apostaríamos por ella", ejemplifica la CEO, quien afirma que buscan siempre el método de transporte más eficiente para ofrecer la calidad que buscan y en un tiempo mínimo.
Otra de las claves para ser escalable es ser rápido y simplificar: "Tienes que ser el primero o, al menos, no ser mucho más lento que los otros a adaptarte a los cambios que exige el entorno. También hay que simplificar las cosas, porque si no, no podrás ser rápido. Esta rapidez permite probar, aprender, sacar conclusiones e innovar". Es toda una cadena de causa-efecto que empieza con tener los ojos abiertos para leer el mercado y acaba con tener un valor añadido que te hace destacar por sobre la competencia. Unos actores que, como bien dice, hace "más fácil tener un producto bueno porque tienes presión". "Si en un mercado no hay competencia, quiere decir que es demasiado maduro o que no es interesante", sentencia.
Y en toda la estrategia no puede faltar ser originales. Uno de los aciertos que Morato destaca es la apuesta por los soportes publicitarios en el caso de Barcelona. "Hay que hacer un marketing 360", afirma, "nuestro cliente está al móvil, al ordenador, a la tablet y también paseando por la calle, por eso tenemos publicidad al metro, al buzo, a los taxis... lo tenemos que acompañar en su trayecto". De hecho, uno de los formatos más usuales y que más llaman la atención es el plafón en forma de bolsa que lucen por la ciudad condal varios taxis al techo y que ha resultado ser un experimento exitós.
Aprendiendo de los grandes y de los más pequeños
Morato ha formado parte de empresas grandes como Indra y también de startups como Zipcar –comercializa sus servicios en España bajo el nombre de Avancar-. Para algunos, el salto ha ido de más a menos, mientras que ella considera que el hecho de pasar del grande al pequeño tiene sus ventajas: "Te da la visión de la estructura, de la orden, de cómo son las cosas a gran escala, que son conocimientos que algún día tendrás que aplicar en una startup cuando empieza a crecer a un ritmo importante".
Los ciclistas traen la caja a la parte de atrás de la bicicleta. Deliveroo
Aun así, ella reconoce abiertamente que prefiere el ambiente de una compañía de nueva creación, donde el equipo solo ser más joven y donde la pasión y las ganas de hacer las cosas bien prevalecen por encima de todo.
Eso sí, "trabajar en una startup no es por todo el mundo, es un entorno con mucha incertidumbre", alerta. Por eso pide que se haga más pedagogía en España sobre esta vertiente de la emprendeduría. "Aquí tenemos potencial humano, buenas ideas y ganas de hacer cosas innovadoras, pero se los tiene que hacer saber a los futuros emprendedores que no todo es ir con deportivas y pantalones cortos, que cuando tienes una hipoteca, hijos y buscas estabilidad, quizás una startup en plena fase de inestabilidad no es la mejor opción", explica con contundencia.
No hace ni un año que la compañía aterrizó en España, empezando por Madrid y Barcelona, a la vez que iniciaba su aventura fuera del continente con Dubai, Hong Kong, Singapur, Melbourne y Sidney con una inversión de 70 millones de dólares. Y más recientemente ha llegado a Valencia, donde ya se pueden ver bicicletas con cajas con el logo del canguro y publicidad a los transportes de la ciudad, una nueva localización que ha hecho elevar hasta cerca de 50 el número de trabajadores de la compañía al Estado español.
Calidad y salud a domicilio
La Nevera Roja, Just Eat, Deliverum o Take Eat Easy -quién acaba de anunciar su cierre- son algunos de los actores que compiten directamente con Deliveroo en un mercado que ha demostrado que todavía tiene muy potencial para explotar. Ahora bien, son servicios "diferenciados", esto la CEO de la startup en España, Diana Morato, lo tiene muy claro. "Nosotros ofrecemos restaurantes de calidad y que la gente de por si ya conoce. También cuidamos la parte logística y somos capaces de traerte las comidas en menos de 30 minutos", detalla a VÍA Emprendida.
Ahora ya tienen un nombre conocido y culturalmente se conoce cada vez más el que es lo food delivery, pero es un hito que han conseguido picando piedra: "Al principio nos fue a la contra el hecho de ser una startup. Se conocían los marketplaces, pero ninguna iniciativa como la nuestra, que ofrece el valor añadido de gestionar toda la logística. También se asociaba el reparto a domicilio con pizzas y comer chino y muchos no entendían como sus platos, que eran de más calidad, podían llegar a casa del cliente". Pero insistieron, hablaron con los propietarios los negocios, los explicaron de pe a pa como funciona el servicio y lo pusieron a prueba con cada carta. "Insistimos hasta el punto donde somos, que cada restaurante que visitamos, restaurando que conseguimos", explica con satisfacción Morato.
En bicicleta por la ciudad
Del mismo modo que los restauradors escogen estar a Deliveroo, los repartidores también. Todos son autónomos y trabajan cuando pueden y quieren. Sólo hay que tener bicicleta o moto y tiempo libre, el resto lo hacen los algoritmos de la aplicación, los cuales relacionan los usuarios disponibles con los pedidos.
Se los distingue por la ropa negra y verde y por las cajas que llevan a la parte posterior de su medio de transporte, las cuales son un poco como una muñeca rusa: "La comida viaja en una bolsa térmica que va dentro de otra bolsa térmica que va dentro de la caja". La suma de innovar en el diseño de producto y cuidar el radio de reparto es el que los permite que el producto llegue en buenas condiciones y a tiempo.
Diana Morato, CEO de Deliveroo en España |
Toda esta indumentaria descrita es la que traen los freelances, pero la que también reconoce haber traído Morato cuando la startup llegó a España y cuando "conocía a todos los repartidores". "Al principio hacía algún reparto para entender cómo es el proceso, qué problemas se pueden encontrar los ciclistas y en que podemos mejorar", rememora con una media sonrisa, "pero ahora hemos crecido y somos mucha gente, no los conozco a todos".
A pesar de que ha dejado aparcada la bicicleta, la CEO asegura que continúa yendo a algunas reuniones con los restaurantes para saber quépiensan del servicio, qué los preocupa o recibir nuevas ideas para mejorar o implantar nuevas funcionalidades. Esta preocupación por el cliente es el que ha hecho, explica con orgullo, que algunos usuarios de la aplicación "lo utilicen también para informarse de los restaurantes que hay en una nueva ciudad cuando la visitan" y no sólo para hacer pedidos.
Hábitos saludables a la empresa
Deliveroo ha llegado también a las compañías para hacer que los trabajadores como William Shu puedan comer variado y no tengan que recurrir a el bocadillo cuando el trabajo se alarga.
De este segmento, destaca como clientes habituales los "trabajadores con más estrés" como los de la banca de inversión, consultoría, agencias de creatividad o periodistas que "tienen poco tiempo para organizarse y quieren comer bien". En este sentido, Morato destaca que es un servicio útil por el empleado, pero también por la empresa si esta acepta pagar las dietas: "En el servicio corporate, ofrecemos la posibilidad de decidir qué días de la semana el trabajador puede pedir la comida o a partir de qué horas, si se alarga la jornada. Además, sirve a la compañía para tener una mejor gestión de las facturas y las notas de gastos y establecer un límite de precio porque la plantilla no lo sobrepase".
También cuentan con un perfil más joven de empleados y que forman parte de startups o negocios tecnológicos con una filosofía más fresca: "Son compañías que están dispuestas a pagar la comida porque ven este rato como un beneficio social o una manera de mejorar el ambiente laboral".
Adaptarse para ser escalable
Salir de Londres y trasladar el modelo de negocio a otras ciudades europeas con éxito es el resultado de tener la capacidad de adaptar-se con rapidez alentorno . Esto incluye conocer los restaurantes de la zona, los que tienen mejor valoración y más conocen los ciudadanos, como también estudiar bien el relevo urbano para decidir si basta con bicicletas o hay que buscar repartidores en moto. "En Barcelona la mayoría va en bicicleta, pero si fuera más eficiente utilizar la moto, apostaríamos por ella", ejemplifica la CEO, quien afirma que buscan siempre el método de transporte más eficiente para ofrecer la calidad que buscan y en un tiempo mínimo.
Otra de las claves para ser escalable es ser rápido y simplificar: "Tienes que ser el primero o, al menos, no ser mucho más lento que los otros a adaptarte a los cambios que exige el entorno. También hay que simplificar las cosas, porque si no, no podrás ser rápido. Esta rapidez permite probar, aprender, sacar conclusiones e innovar". Es toda una cadena de causa-efecto que empieza con tener los ojos abiertos para leer el mercado y acaba con tener un valor añadido que te hace destacar por sobre la competencia. Unos actores que, como bien dice, hace "más fácil tener un producto bueno porque tienes presión". "Si en un mercado no hay competencia, quiere decir que es demasiado maduro o que no es interesante", sentencia.
Y en toda la estrategia no puede faltar ser originales. Uno de los aciertos que Morato destaca es la apuesta por los soportes publicitarios en el caso de Barcelona. "Hay que hacer un marketing 360", afirma, "nuestro cliente está al móvil, al ordenador, a la tablet y también paseando por la calle, por eso tenemos publicidad al metro, al buzo, a los taxis... lo tenemos que acompañar en su trayecto". De hecho, uno de los formatos más usuales y que más llaman la atención es el plafón en forma de bolsa que lucen por la ciudad condal varios taxis al techo y que ha resultado ser un experimento exitós.
Aprendiendo de los grandes y de los más pequeños
Morato ha formado parte de empresas grandes como Indra y también de startups como Zipcar –comercializa sus servicios en España bajo el nombre de Avancar-. Para algunos, el salto ha ido de más a menos, mientras que ella considera que el hecho de pasar del grande al pequeño tiene sus ventajas: "Te da la visión de la estructura, de la orden, de cómo son las cosas a gran escala, que son conocimientos que algún día tendrás que aplicar en una startup cuando empieza a crecer a un ritmo importante".
Los ciclistas traen la caja a la parte de atrás de la bicicleta. Deliveroo
Aun así, ella reconoce abiertamente que prefiere el ambiente de una compañía de nueva creación, donde el equipo solo ser más joven y donde la pasión y las ganas de hacer las cosas bien prevalecen por encima de todo.
Eso sí, "trabajar en una startup no es por todo el mundo, es un entorno con mucha incertidumbre", alerta. Por eso pide que se haga más pedagogía en España sobre esta vertiente de la emprendeduría. "Aquí tenemos potencial humano, buenas ideas y ganas de hacer cosas innovadoras, pero se los tiene que hacer saber a los futuros emprendedores que no todo es ir con deportivas y pantalones cortos, que cuando tienes una hipoteca, hijos y buscas estabilidad, quizás una startup en plena fase de inestabilidad no es la mejor opción", explica con contundencia.