El calor se soporta mejor en una playa paradisíaca que al trabajo. Lo saben bien los trabajadores de la industria, acostumbrados a las incómodas altas temperaturas en fábricas o plantas de todo tipo. De hecho, el 20% del consumo de energía en todo Europa se pierde en calor residual. Ahora bien, y si este calor tuviera una utilidad? Esto es el que consigue la tecnología de AEInnova, una startup surgida como espín-off de la UAB que reaprofita el calor industrial y la reconvierte en energía eléctrica. "Usamos tecnología del espacio para mejorar la eficiencia energética de la industria", explica orgulloso uno de sus fundadores, Raúl Aragonés.
"Desde los años 70 esta técnica se usa en el espacio por las sondas espaciales para alimentar toda su electrónica", explica Aragonés sobre la idea que ahora han desarrollado a escala industrial. "Capturamos el calor y la reinjectem a la compañía, haciendo algo menos ineficiente su consumo", insiste.
Además, la tecnología de AEInnova también consigue alimentar dispositivos YATE (Internet de las Cosas) sin batería. "Hemos hecho el primer dispositivo del mercado de sensorització para la industria que no le hace falta batería", dice el cofundador de la compañía. Aragonés señala con rotundidad las ventajas de su producto en un contexto donde cada año se tiran millones de baterías de litio.
Más allá de olvidar el gasto en la compra y reposición de baterías, la tecnología inalámbricas permite la eliminación del cable, "que es uno de los principales costes de un proceso de sensorització". No va, cualquier refinería tiene miles de metros de cable, una inversión muy elevada (de entre 50 y 100 euros por metro) que su tecnología permite evitar.
Grandes clientes
El responsable de AEInnova pone de ejemplo una planta de refinería dado que este es uno de sus mercados más evidentes. Sin ir más lejos, acaban de instalar un equipo en forma de prueba piloto a la refinería de Repsol a Puertollano. "Hay mucha industria, sobre todo de oil and gas, que está muy poco sensoritzada", explica. Al ser zonas inflamables, "no puedes poner sensores inalámbricos con batería, porque la batería explota. Te tienes que gastar una milionada cablejant y esto no pasa". Aragonés constata que las empresas del sector "prefieren perder dos millones de euros el año en vapor que estar sensortizant con cableado. Hay costes operativos que se asumen que están porque hasta ahora la tecnología disponible no los resultaba rentable".
En estos casos, tecnologías sin batería como la de AEInnova, afirma, "tienen una ventaja competitiva". Aragonés relata que "se pueden tener 30.000 o 40.000 aparatos wireless dentro de la planta. Un cambio normal de baterías puede costar entre 250 y 500 euros cada una. Es un coste operativo muy grande a final de año".
Además de la instalación a la Repsol de Puertollano, AEInnova también está probando su tecnología a la planta de Seat en Martorell, donde el agosto del año pasado montaron el primer equipo de recuperación del calor del mercado. De ahora en adelante, la empresa ya cuenta con cuatro clientes importantes comprometidos para cuatro pilotos más; entre ellos Cementos Molins o las instalaciones de Volkswagen en Pamplona.
De la tesis a la empresa
La idea de AEInnova salió de un grupo de investigación de microelectrónica de la UAB. "Empecé a dirigir la tesis doctoral de Roger Malet, el otro cofundador", recuerda Aragonés. Conocedores de los fondos de emprendedores de la Fundación Repsol, vieron "una buena oportunidad para crear una empresa". Por otro lado, también han contado con el apoyo de la aceleradora de startups de energía de la Comisión Europea dentro del proyecto de los European Institutes of Technology (EIT). Nacían el octubre del 2014 en el Parque de Investigación de la UAB y este año ya se han trasladado al parque Orbital 40 de Terrassa.
Proyecto ganador
Este julio AEInnova se ha convertido en ganador del Foro de Inversión de Acción. Un reconocimiento que se suma al de empresa más invertible obtenido en el congreso anual de la red Eban. Aragonés explica que estos galardones resultan un impulso muy importante en la misión por la cual se han presentado a estos foros: completar la investigación de financiación.
"Durante el último año hemos tenido una entrada de capital importante de fondos públicos: unos 200.000 euros del Neotec de Cedeti y unos 700.000 euros provenientes de la Unión Europea". Este dinero, a pesar de que a fondo perdido, tienen una parte no finançable. Es decir, "hay que buscar un partner que te pague el resto de la fiesta".
Este socio tiene que aportar entre 600.000 y 700.000 euros para completar las partes no finançables del Cedeti y la UE; pero también para poder empezar la fabricación en serie del equipo pequeño de sensorització por el cual ya tienen peticiones de diferentes refinerías del Estado.