"¿Si esto ya lo hago en clase, por qué lo tengo que hacer aquí?". Esta es una pregunta muy recurrente en los niños que, o bien se les motiva con ejercicios nuevos y estimuladores, o se cansan a la primera de cambio. Animal Hero nace para cambiar la manera de enseñar y lo hace con un objetivo concreto, el de "mejorar ciertas capacidades cognitivas de los niños y las niñas de una manera divertida". Pero su público objetivo son los niños con síndrome de Down. Su CEO, Silvia Quera, relata que la startup, seleccionada este 2019 por el programa de preincubació de Barcelona Activa, surgió de una investigación científica que partía de la base de que ellos utilizaban unos ejercicios para trabajar con los niños y el problema es que eran muy aburridos y se encontraron con que no hacían estos ejercicios bien".
Precisamente por eso, su reto es llegar a ser una plataforma transmedia que ayude a los niños con dificultades a través de vídeojuegos, libros o vídeos, "una plataforma como Netflix para niños con síndrome de Down donde haya actividades y muchas más cosas", pero, sobre todo, "donde los niños se conviertan en los héroes de la historia y estén motivados para jugar". Jugar y, de paso, aprender.
Ante este paradigma, en 2014 el profesor Òscar Garcia propuso a sus alumnos de la escuela universitaria ERAM romper las barreras tradicionales de la enseñanza convencional y colaborar con el Parque de Investigación Biomédico de Barcelona en una investigación científica en qué habían descubierto que un extracto del té verde junto con estimulación cognitiva mejoraba la plasticidad del cerebro de los niños y los hacía más receptivos a mejorar las capacidades cognitivas que más les costaba.
Animal Hero tiene por objetivo que los niños se conviertan en los héroes de la historia mientras aprenden
"Aquí es dónde surgimos nosotros", explica Quera, al mismo tiempo que pone encima de la mesa que este es un proyecto "creado con la emoción y el ímpetu" de los siete jóvenes que componen el equipo. Aún y así, los socios son cuatro y complementan su trabajo con las colaboraciones de varias personas y entidades que complementan sus conocimientos. Ni es fácil saber hacia dónde se tiene que encaminar un vídeojuego, ni, todavía menos, hacerlo atractivo y práctico para niños con dificultades cognitivas y, con un tema tan delicado, necesitan la ayuda de expertos para que el proyecto se encamine hacia la vía correcta. De momento, cuentan con dos niveles del vídeojuego y cada uno de ellos trabaja una capacidad cognitiva diferente -la coordinación y la memoria- y un cuento titulado cómo Y tú, ¿qué comes?, un libro que pretende ser el inicio de una colección que complemente la historia del vídeojuego.
El hecho de plantearse ser una plataforma transmedia conlleva que no paren de llover ideas, pero el equipo de Animal Hero quiere ir a paso a paso. "Primero hacemos el juego donde se explica la historia y después el resto". Su finalidad es que, de momento, el vídeojuego llegue a tener 10 niveles -los dos primeros son gratuitos y el resto serán de pago-. Para conseguirlo, han abierto un crowdfunding con que pretenden conseguir 15.000 euros por, al menos, desarrollar cinco o siete niveles para poderlo vender. En realidad, para poderlo lanzar tal y como lo han diseñado, necesitarían reunir 50.000 euros.
La plataforma del (y para el) futuro
A pesar de que Quera subraya que "el vídeojuego no es sólo para síndrome de Down, sino que un niño sin discapacidad también puede jugar y se puede beneficiar de esto", también apunta que su objetivo es ir más allá y "evolucionar y convertirnos en la plataforma del futuro de los niños y niñas con discapacitado". El siguiente paso, de momento, sería crear un vídeojuego enfocado al autismo. Y siempre con el juego y la diversión como método de enseñanza como bandera.
Por su tarea social, y por la (re)evolución que esta plataforma puede suponer no sólo en el mundo de la enseñanza, sino también en el trabajo en equipo, la confianza y el compromiso, Animal Hero ya ha recibido varios premios, entre ellos, el premio de las becas Bifrutas de Calidad Pascual, que les proporcionó 20.000 euros que, según destaca la CEO de la startup, "nos dio mucha visibilidad y nos ayudó a hacer la demo que tenemos ahora".
Con estos ingredientes, y la ayuda de asociaciones donde pueden probar el vídeojuego con los niños, hablar con sus psicólogos y construir una plataforma más fuerte, Animal Hero tiene un largo camino por delante con un fuerte componente social: llevar la enseñanza a los niveles más divertidos de la vida de un niño, explotar sus capacidades y eliminar las diferencias entre ellos para que tanto un niño que tenga alguna discapacidad cognitiva como uno que no, puedan hacer piña para ser los héroes de esta historia.