Un libro de Harry Potter tiene un precio que ronda entre los 10 y los 20 euros y pesa aproximadamente de 400 a 800 gramos según la edición. Esto un ejemplar normal. Si nos fijamos, pero, en una adaptación para ciegos, en braille, este mismo volumen de la saga del mago supone traer encima 10 cuadernos que pesan alrededor de los 5 kg y por un precio de 107 euros. Nada cómodo. O al menos no lo era hasta la creación del Braibook, un dispositivo que digitaliza la lectura para dar un golpe de mano a las personas ciegas y porque tengan su Sant Jordi.
La startup, situada en Terrassa, ha creado un dispositivo electrónico que convierte los documentos digitales (PDF, ePUB o TXR) a Braille. "Una persona compra un libro en cualquier idioma, lo pone dentro de la memoria que tiene el aparato y automáticamente lo convierte porque las personas con discapacidad visual lo puedan leer a través de los pequeños puntets que tiene el dispositivo a la punta. El lector pone el dedo y va notando como suben y bajan, representando las letras", explica el desarrollador del negocio, Eric Sicart, sobre el producto ideado por Carles Madolell, CEO de la compañía.
El aparato tiene un coste alrededor de los 400 euros, un precio muy asequible si se compara con otras herramientas que requieren el uso de las dos manos y con un precio desde los 600 euros.
Romper barreras
El equipo, formado por tres personas, empezó a trabajar en el proyecto hace cinco años, pero no ha salido al mercado finos hace aproximadamente 12 meses. "Ha sido un procedimiento complejo y costoso, queríamos que todo funcionara muy bien", justifica Sicart. Y es que han pensado en todos los detalles, incluso en un joystick que permite al lector moverse por el texto, ir adelante o atrás, y regular la velocidad de lectura.
El objetivo principal de Braibook , como dice el desarrollador, es "normalizar Braille". Actualmente sólo un 15% de los ciegos al Estado español conoce y utiliza este sistema de lectura. La startup quiere duplicar esta cifra y aumentar la escolarización de los niños e incrementar las oportunidades profesionales y personales del colectivo.
Quieren reforzar esta tarea aprovechando el día de Sant Jordi para dar a conocer el dispositivo a través de propuestas culturales: "Fomentar un club de lectura, hacer un concurso de poesía, hablar con librerías y cafeterías para acercar la fiesta a las personas con discapacidad visual...". Acciones en las cuales ya trabajan para hacerlo posible.
Enseñar Braille en todo el mundo
La startup ha nacido con un producto internacional, por el que su mercado no es únicamente el español, sino todo el mundo. Han empezado a pequeña escala, por el que el crecimiento irá en paralelo a la entrada de financiación.
Hasta el momento, se han sostenido con inversión proveniente de familiares y conocidos, subvenciones y una primera ronda que están cerca de cerrar con 400.000 euros. De cara al 2019 prevén hacer una segunda ampliación de un millón de euros para abordar al 100% la internacionalización.
La compañía ha ganado varios premios como el programa La idea juventud más brillante de Adeco y fueron finalistas a los pulses G5 Innova. También fue una de las 20 startups catalanas que se presentaron al 4YFN al estand de Acción.