Platanomelón es un ecommerce con 317 productos eróticos para elegir. Pero el rey es, desde hace unos meses, el Satisfyer. El éxito del succionador de clítoris hace prever que también será el regalo estrella de estas fiestas de Navidad, como ya lo ha sido de amigos invisibles y cumpleaños. El auge de este juguete erótico es tan acentuado que la startup ha cuadruplicado la facturación este año y, poniendo en fila todos los juguetes que han vendido en los cinco años de vida que llevan, llegarían al espacio. Por política de empresa, sin embargo, no dan cifras de negocio concretas. "El Satisfyer es lo más vendido con diferencia, pero yo tengo una relación de amor-odio con él", indica Anna Boldú, fundadora y CEO de Platanomelón.
Prefiere la bala vibradora Neo Plus o el masajeador de clítoris Radian. ¿Por qué tiene tanto éxito, pues, el Satisfyer? "Es muy eficaz y genera sensaciones muy intensas; permite llegar muy rápido al orgasmo", explica Boldú. Tan rápido como un minuto y medio. Pero hay otro motivo detrás del boom del succionador de clítoris que creó una empresa alemana: "Desde que empezamos, se han roto algunos tabúes sobre la sexualidad y éste es el principal motivo, porque el Satisfyer hace años que está en el mercado". A la vez, este fenómeno ayuda a romper más tabúes.
"Desde que empezamos, se han roto algunos tabúes sobre la sexualidad y éste es el principal motivo del éxito del Satisfyer, que hace años que está en el mercado"
Pero los juguetes eróticos –186 diferentes– no son los únicos artículos que se pueden encontrar en la web de Platanomelón. Se añaden productos cosméticos, juegos eróticos, lencería, complementos y artículos de salud e higiene, como copas menstruales o preservativos. La idea inicial era ir más allá de un simple portal de comercio electrónico para vender marcas de terceros. "Queríamos ofrecer un servicio más allá de esto: asesoramiento, consultas sobre sexualidad, hacer pedagogía", indica la fundadora. Si los inicios se centraron en la venta de productos, ahora ya está completamente implementada esta segunda línea, a pesar de que no la monetizan.
Otra sexualidad es posible
"Recibimos una media de 2.500 consultas de sexología al mes, que respondemos de forma gratuita", afirma Boldú. Es esencial para dar réplica el equipo de sexólogas que forman parte de las 26 personas que trabajan en Platanomelón. En un futuro, se podría monetizar, pero de momento no es un "paso prioritario": "Es importante que ayudemos a los usuarios a encontrar la información que les hace falta". También lo consiguen a través de una estrategia de comunicación muy cuidada. Su canal de YouTube supera los 900.000 suscriptores, con 100 millones de visitas en más de 100 vídeos. Pero las redes sociales son otro gran aliado: "Somos la empresa de juguetes eróticos con más seguidores en Instagram del mundo, con 260.000".
De hecho, la intención desde los inicios era romper con la "sexualidad arcaica de sexshops oscuros con luces de neón y centrados en el público masculino", relata Boldú. Se dio cuenta de que había un nicho cuando vio el éxito que tenían Sexo en Nueva York y 50 sombras de Grey: "Es una muestra de que había una parte de la sociedad formada por mujeres jóvenes con inquietud para descubrir una sexualidad diferente, pero cuando querían comprar un juguete, no había una propuesta de valor". Un nombre y una imagen simpáticas, los colores agradecidos de los juguetes que venden y hablar sin filtros es su apuesta.
"Queremos que sea cuqui y agradable; la sexualidad no tiene que ser brusca, obvia y sucia, puede ser natural, fresca y graciosa", considera Boldú. Ella trabajaba en el grupo Bacardí, donde se ocupaba de Martini. Su trabajo era hacer marca y entender al consumidor, hecho que posteriormente le ha servido para comprender qué quiere el usuario de Platanomelón. Su máxima es que "el sexo tiene que ser tan natural como salir a cenar con tu pareja; ¿por qué no hablamos de ello?".
La fundadora de Platanomelón no descarta la apertura de una tienda física: "En una startup todo es posible"
La era del placer femenino
Platanomelón no sólo vende juguetes eróticos para mujeres. Tienen una gama de productos masculinos, pero evolucionan según el mercado: "Estamos en un momento muy dulce para la sexualidad femenina y nos hemos encontrado con más dudas de mujeres que de hombres; no partimos del mismo punto: todo el mundo sabe dibujar un pene, pero no una vagina". Quieren aprovechar esta oportunidad para innovar. Casi todos los artículos, además, se pueden utilizar en pareja; el Satisfyer también.
"Cada juguete tiene su momento; es importante probar y no quedarnos con aquello que nos funciona a la primera, que es lo que suele pasar con el Satisfyer", explica la fundadora de la startup. Los precios del juguete actual por excelencia van entre los 38,38 y los 58,76 euros, en función del modelo. Pero también existen succionadores de clítoris de otras marcar, como el Duo de Womanizer, que llegan casi a los 200 euros.
Otro mito que quieren romper es que los juguetes son una amenaza para los hombres: "Lo tienen que ver como una oportunidad para probar cosas; un juguete no puede sustituir nunca a una persona". Lo que también tenían muy claro desde un principio es que no venderían juguetes realistas. Fue una decisión interna que ha hecho que una de las más populares entre los hombres –las vaginas en lata– no estén disponibles.