150 años de agua

Aguas de Busot de Barcelona celebra un siglo y medio de historia dando servicio ininterrumpidamente a pesar de guerras, sequías, conflictos políticos y dificultades técnicas

Trabajadores de Aguas de Busot de Barcelona
Trabajadores de Aguas de Busot de Barcelona
Barcelona
14 de Junio de 2017

La historia de una ciudad o de un país es también la historia de sus empresas. Teniendo en cuenta esta premisa, Aguas de Busot de Barcelona es una de estas empresas con 150 años de historia, por dónde han pasado seis generaciones de trabajadores y que este miércoles celebra que durante siglo y medio ha proveído de agua la ciudad y su área metropolitana de forma ininterrumpida. Manel Martín, doctor en historia y autor de Aguas de Busot de Barcelona. 150 años al servicio de la ciudad (1867-2017), ha siete la encargado de repasar el siglo y medio de vida de una empresa que ha sobrevivido a guerras, sequías, conflictos políticos y dificultades técnicas.

Una empresa más antigua que la Sagrada Familia

SAGRADA FAMILIA CON TUBERÍA foto2El origen de la empresa lo encontramos el 1867 en una compañía anterior llamada Palau Garcia & Cía Esta era una pequeña sociedad ubicada en Mataró que pretendía explotar algunas aguas subterráneas del Maresme a las localidades de Argentona y Dosrius con la intención de dar servicio en esta comarca. Esta empresa fue adquirida por la Compañía de Aguas de Busot de Barcelona, una empresa de capital extranjero con sede a Lieja. El estímulo y el interés de estos inversores belgas y franceses para constituir la empresa en Barcelona es justamente la expectativa que se crea a raíz de la construcción del Ensanche, el proyecto de Ildefonso Cerdà que haría crecer la Barcelona de hoy en día.

La empresa barcelonesa tiene como objetivo construir un acueducto desde los citados pueblos del Maresme hasta la capital catalana: hasta el Parque de las Aguas de Busot del Guinardó. Desde allá empieza a operar el 1871 y es la primera empresa española que dará agua pressuritzada -con grifo-, una innovación técnica todavía inaudita en el Estado.

Exposición del 1888

La Exposición Universal del 1888 es la puesta de largo de la ciudad. Si bien en cuanto al abastiment de agua no tiene importancia, sí que la tiene dentro de la evolución histórica de Aguas de Busot de Barcelona. Cuando se hace la Exposición, allá donde ahora hay el Zoo,había el pabellón de la industria. Justo ante este edificiohabía un brollador que instala la Sociedad General de Aguas de Busot de Barcelona. Esta es una formidable puesta en escena publicitaria porque sus competidoras no tendrán una plataforma como esta. Además, la empresa ofrece al consistorio la posibilidad de dar agua a un brollador de la Plaza de Cataluña durante los seis meses del acontecimiento. Esta feria da la ocasión a la compañía de mostrarse como una empresa capaz de dar servicio a la altura del necesario. "Una operación de imagen que consolida la empresa ante la competencia como una empresa sólida, técnicamente moderna y vinculada con la ciudad", apostilla Martín.

Municipalització

El debate de volver a municipalitzar el servicio de agua no es un tema nuevo.hubo un momento concreto en que se estuvo a punto de comprar la empresa. En un momento con un fuerte escándalo político de los lerrouxistes, el ayuntamiento quiere dar un servicio de agua e intenta buscar otras captaciones para ofrecer agua. Entonces abre varios concursos. "El 1910 se declara ganador un estafador", sentencia Martin. El escándalo llega al Congreso de los Diputados en Madrid y Canalejas, el presidente del Gobierno, interviene. Se concluye que la mejor solución al conflicto es comprar la Sociedad General de Aguas de Busot de Barcelona por 70 millones de pesetas a pagar en 80 años. El proyecto no llega a buen puerto por conflictos políticos y el 1914 -iniciada la Primera Guerra Mundial-, los accionistas franceses se niegan a vender para garantizarse ingresos en un territorio sin conflicto bélico.

La siguiente exposición: 1929

A la siguiente Exposición Universal, la del 1929, la empresa ya está consolidada. Entre estas dos fechas han pasado muchas cosas. Este año la ciudad rozaba el millón de habitantes, de hecho es la única ciudad española con tantos habitantes. El esfuerzo tecnológico de la Sociedad General ha sido muy importante, y, así, la competencia ya no discute si esta empresa es la adecuada para ser el gran operador de agua de la ciudad. Una muestra de esta fuerza es que la Fuente Mágica de Boïgues pueda funcionar en una exposición donde el agua y la luz son protagonistas. "La Sociedad muestra capacidad técnica y de innovación y que se merece ser el gran operador privado de la ciudad", dice el profesor.

En esta época se plantea, a la vez, un grave problema técnico con el agua del Llobregat. La central de Cornellà da el 80% de agua a la capital catalana procedente del río vecino. Pero el inicio de la explotación de las minas de sal de Cardona y Súria que abocan residuos en el Llobregat empeora la calidad del agua. Las captaciones de Cornellà tienen una alta salinización y los medianos técnicos no pueden paliar este problema que se agrava durante los años siguientes.

República

2 18 nº 107 cornellaEntre el 1931 y el 1936 la demanda de agua no creció tanto como en años anteriores en que la ciudad recibió mucha inmigración por los nuevos proyectos urbanísticos de la dictadura de Primo de Rivera. La población se estabiliza y la crisis económica estanca el consumo de agua. En esta época se pone sobre la mesa la discusión, por parte del Ayuntamiento y de la Generalitat, la posibilidad de ofrecer un servicio público, pero en el tiempo de la República no da tiempo de concretar una municipalització por la inestabilidad política.

Servicio de agua incluso en guerra

Estalla la Guerra Civil y el consejo de administración huye a Donostia. El Sindicato Obrero de Aguas de Busot de Barcelona col·lectivitza la empresa, que sigue dando servicio incluso en plena guerra "en condiciones muy difíciles", afirma Martín. Una de las medidas de defensa pasiva ante los bombardeos italianos obligaba a cortar el suministro eléctrico para que los pilotos no detectaran instalaciones importantes iluminadas por la noche. El Sindicato Obrero pide a las autoridades mantener la electricidad de la empresa de aguas para poder proporcionar servicio y agua a los bomberos en caso de incendio. "Se autoriza la excepcionalidad a condición de que la central de Cornellà trabaje con las luces apagadas, lógicamente", explica Martín.

Un año más tarde, el 1938, las tropas franquistas ocupan los embalses de la cuenca del Ebro, que proporcionan fluido eléctrico en Barcelona. Los cortes son constantes. La empresa, para asegurar el servicio, usa máquinas de vapor a falta de las electrobombes, e incluso con carencia de carbón y cloro para potabilizar. "Las condiciones son durísimas, los técnicos son llamados al frente a luchar, y a pesar de esto el servicio no se corta ni un solo día desde el 18 de julio del 1936 al 26 de enero del 1939 cuando los franquistas entran a Barcelona", subraya el experto.

Franquismo y desarrollismo.

Empieza la dictadura y los antiguos propietarios vuelven a la cúpula de la empresa, "y se la encuentran mucho mejor del que se esperaban", dice el doctor. Durante los años 40 el suministro del servicio, pero, se complica. Los cortes eléctricos, la mala gestión de las nuevas autoridades y el cierre económico pone bastones a las ruedas al trabajo de la empresa de aguas: "Parte de la tecnología que la compañía emplea -recambios, piezas, etc.- en plena autarquía, en plena Guerra Mundial y del 45 en adelante en pleno bloqueo económico europeo hacia España dificulta el trabajo".

Además, a final de la década de los 40 y principio de la década de los años 50, España sufre una gran sequía, la llamada "pertinaz sequía, para esconder la incompetencia y negligencia del régimen en la gestión económica del momento", explica el profesor. La escasez de lluvia hace bajar el nivel freático de las aguas del Besòs y el Llobregat, un cierto crecimiento de la población y una reactivación industrial -en un contexto de agitación social culminado con la huelga de Tranvías- desemboca en restricciones del servicio. "Cosa irónica, porque durante la guerra se garantizó totalmente", apunta el experto. Las autoridades acusan la empresa de mala gestión y esto supone un punto crítico "que se solucionó haciendo un gran salto en innovación técnica". Fue entonces cuando se construyó la central de captación de Sant Joan Despí de aguas superficiales. Esto supone un antes y uno después de que permite superar una situación crítica y marca un hito técnico de referencia: La estación de tratamiento de Sant Joan Despí hace posible el consumo del agua superficial del Llobregat que tenía condiciones de potabilidad muy malas, porque recibe vertidos de las zonas industriales de las zonas industriales de Igualada y Manresa. Todo y las quejas por el sabor y el olor, sí que se consiguió que fuera potable.

Durante los 50 y los 60, Barcelona -y su área metropolitana- experimenta un crecimiento como nunca antes se había visto, "cosa que supone un reto formidable", apunta Martín. El área metropolitana necesita más abastiment. Ha llegado la hora de traer agua del Ter. "Por primera vez la administración del Ayuntamiento y el Ministerio de Obras Públicas se toman seriamente el suministro de agua. Intervienen en un proyecto para traer agua desde los pantanos de Sau y Susqueda con una canalización hasta la potabilizadora de Cardedeu entrando a Barcelona por Trinidad Nueva", relata el escritor. Esta nueva infraestructura cambia la situación porque ahora el principal suministro será público, mientras que el papel de la empresa será la distribución. Martín resalta que ahora la responsabilidad desde entonces acá es mixta: el agua del Ter es de titularidad pública pero la distribuye el operador privado, mientras que el agua de la central de Cornellà, del Besòs y Sant Joan Despí es privada.

Democratización e internacionalización

CCO Collblanc 2012Llega la Transición y con esta un momento crítico por Aguas de Busot de Barcelona: "Es una época crítica que se llega a la suspensión de pagos motivada por el pago de la central de Abrera". Este proyecto se inició a los 70 conjuntamente con ayuntamientos del área metropolitana para suplir el déficit de servicio de localidades como Terrassa o Sabadell. Esta potabilizadora se atrasa, pero los préstamos se tienen que pagar. Esta situación, sumada a un contexto en que los consistorios mantienen unas políticas de tarifación social -contrarias a incrementos de precios- y la enorme inflación de finales de aquella década tensen la caja de la empresa de aguas. "Las tarifas no se subieron bastante para pagar créditos, salarios o mantener el servicio", recuerda. 1978-1979 fue un bienio muy difícil con la empresa a punto de quebrar coincidiendo con el ascenso a la presidencia de Ricard Fornesa, que la salió adelante, dice Marín.

Durante los años 80, un golpe saneada la compañía, Aguas de Busot de Barcelona empieza a entrar en el mercado privado del agua a otras poblaciones españolas. Los ayuntamientos democráticos quieren renovar sus infraestructuras y ofrecer un nuevo y mejor servicio. Por eso empiezan a abrir concursos públicos. A finales de aquella década Aguas de Busot de Barcelona acontece el principal operador privado del Estado con más cuota de mercado, pero también en el sector del ciclo integral del agua. Más tarde vino el salto internacional: Portugal y Latinoamérica.

Esta internacionalización cierra el círculo el 2014 con el cambio de accionariado, cuando pasó de manso de los bancos en Suez, a capital francés, como en "un regreso a sus orígenes".

Innovación

FA 04 09La inversión en tecnología ha sido una constante a lo largo de la historia de Aguas de Busot de Barcelona, incluso para salvar el negocio. "Esta fue la primera empresa que ofrece servicio de agua con contador, una cosa que hoy en día es anecdótico, pero en aquel momento era una innovación que vendía de Francia", afirma el experto y subraya que Agbar ha sido pionera en otros muchos aspectos técnicos "sobretodo por las dificultades que ha tenido".

Pero "también es la primera empresa que da la factura con papel reciclado o tiene un servicio telefónico de quejas y hoy en día, para poner otro ejemplo, las últimas pruebas al agua las hacen tastadors y ellos deciden si es buena para consumir o no", afirma Martín.