Si bien en la primera parte de esta retrospectiva nos adentramos en los éxitos más importantes de Google, es igual de importante recordar que incluso los gigantes pueden tambalear.
En su trayectoria de 25 años, Google ha tenido su justa cuota de proyectos que no han llegado a buen puerto o que simplemente no han encajado con las expectativas del público. Pero estos fracasos, lejos de ser simples errores, sirven como recordatorios valiosos de la complejidad de innovar en el mundo tecnológico y de la necesidad constante de adaptación y aprendizaje.
En esta segunda parte, haremos un recorrido por los fracasos más notorios de Google, explorando las razones que llevaron a su caída. Estos episodios nos muestran que, a pesar de su tamaño e influencia, Google también es vulnerable a errores de cálculo y a la dinámica siempre cambiante de un mundo digital.
2006: Google se dobla a la censura china
En China tienen dos grandes murallas: the great wall of China, que servía para proteger el país de mongolos y turcos, y the great firewall of China que sirve, teóricamente, para proteger al país de las injerencias y desinformaciones que vienen de occidente.
Así pues, los ciudadanos chinos no pueden acceder de manera fácil a la gran mayoría de servicios que aquí consideramos normales, como por ejemplo YouTube.
No obstante, en el 2006 Google intentó poner en marcha una versión censurada de su portal de vídeos para obtener el visto bueno de las autoridades chinas. El invento cerró al cabo de dos años después de recibir críticas feroces de diferentes políticos estadounidenses.
2009: YouTube se come Google Video
Google Video era la plataforma de compartición de videos del gigante de Mountain View. Su propio YouTube.
A pesar de que el concepto era muy similar, no pudo competir con YouTube, que no paraba de ganar popularidad. Después de un año de presentar la plataforma, Google compró YouTube y, al cabo de poco tiempo, cerró Google Videos.
2010: ¡Los coches de Google nos espian!
A partir de una demanda de la agencia de protección de datos de Alemania, y después de meses de litigios, Google acabó reconociendo que los coches de Google Maps que recorren las ciudades y que todos hemos visto en alguna ocasión, habían estado recopilando datos de las redes wifi que tenían al alcance.
Más tarde, en el 2012, un documento de la FCC americana demostró que estos datos no solo se limitaban a nombres de redes abiertas e identificadores, sino que en algunos casos contenían incluso datos de navegación de los usuarios conectados.
2012: ¿Alguien recuerda Google Wave?
Google Wave es, seguramente uno de los conceptos más extraños en el que Google ha trabajado en sus 25 años de existencia.
El servicio permitía a los usuarios colaborar en unos espacios "vivos" llamados "Waves", que podían contener imágenes, vídeos, encuestas…
La idea era que la plataforma acabara sustituyendo al correo electrónico y, sin duda, tenía conceptos e ideas interesantes. No obstante, parecía que había llegado para solucionar un problema que no existía. Al cabo de 3 años de su lanzamiento, en el 2012, Google la cerró.
No obstante, es muy recomendable ver su presentación que, además de ser bastante espectacular para la época, muestra algunos detalles que nos recordarán a productos que Google presentaría años después.
2012: El fracaso de Google Glass
Las gafas inteligentes de Google fueron uno de los mayores hypes de Internet. Todo el mundo las quería a la vez que nadie tenía demasiado claro para que servían.
Las gafas disponían de un pequeño prisma en el cual se proyectaban imágenes que el usuario que las llevaba veía sobreimpresionadas a su campo de visión. Para interactuar con la interfaz, podía hacerlo con pedidos de voz o con un panel táctil en las mismas gafas.
Después de una presentación espectacular con paracaidistas saltando de un avión en directo y entrando en el escenario para entregar unas gafas de realidad aumentada a Sergey Brin, el producto quedó en una especie de limbo.
Google nunca las promocionó activamente. De hecho se vendieron poquísimas unidades a un precio que rondaba los 1.500 dólares.
Las gafas de Google nunca han sido canceladas de manera explícita por la compañía, la compañía ya no las vende, no ofrece apoyo y no se conoce ningún plan para hacerlas revivir.
2017: Una multa histórica
Los reguladores europeos usaron Google de ejemplo infligiéndolos, en el 2017, una multa histórica.
La sanción, que ascendía a 2.100 millones de libras, fue impuesta por favorecer los productos provenientes del mismo servicio de compras de Google en los resultados de búsqueda, hecho que la Unión consideró que era abuso de posición de poder.
2018: Récord de beneficios… y otra multa récord
Solo un año después Alphabet, la matriz de Google, presentaba una cuenta de resultados que por primera vez en su historia superaba los 100.000 millones de dólares, básicamente gracias a los ingresos provenientes de AdWords, el servicio de publicidad programática del que hablábamos ayer en la primera parte de este artículo.
Pero no fueron todo buenas noticias en Mountain View, en el mismo año la Unión Europea volvía a multar al gigante tecnológico con 3.800 millones de libras por obligar a los fabricantes de teléfonos Android a instalar aplicaciones de Google.
2019: Google+ no consigue arrancar
A pesar de que seguramente Google+ fracasó años antes, el servicio estuvo activo hasta el 2019.
Google+ fue el intento de Google de competir con Facebook y Twitter en el mercado de las redes sociales. Aún así, el concepto era un poco diferente: los usuarios hacían red alrededor de ciertos temas que la red denominaba Círculos.
La red arrancó con cierta fuerza, y el hecho que todos los usuarios de Gmail dispusieran automáticamente de un perfil hizo que su base de registros creciera mucho. No obstante, fue incapaz de competir con Facebook y acabó cerrando sus puertas.
2021: ¿La IA tiene sentimientos?
A pesar de que no ha sido hasta el 2023 que Google ha presentado Bard, su chatbot conversacional, ya hace años que la compañía trabaja en LaMDA su modelo de lenguaje.
En el 2021, Blake Lemoine, un ingeniero sénior en IA, empezó a interactuar con LaMDA como parte de su trabajo en Google. Unos meses más tarde, hizo saber al Washington Post que, después de ciertos tests, creía que LaMDA tenía "conciencia" de sí mismo.
Desde Google se afanaron a desmentir a Lemoine, aclarando que su modelo era capaz de producir respuestas que parecían humanas sobre varios temas variados y que esto había podido confundir al ingeniero.
Posteriormente Blake Lemoine fue despedido de Google por incumplir su contrato y divulgar información confidencial.
2023: El "fail" en la IA que hizo caer el precio de las acciones
En el artículo de ayer comentábamos que el lanzamiento de ChatGPT cogió a Google desprevenido. Así, la compañía se afanó a pulir y presentar Bard, su propuesta de chatbot conversacional que, además de no ser capaz de deslumbrar al público, hizo caer las acciones de Alphabet un 9%, haciendo perder a la compañía más de 100.000 millones de dólares de valor de mercado.
El lanzamiento de Bard hizo caer las acciones de Alphabet un 9%
El anuncio de Bard mostraba una serie de respuestas a preguntas que se le formulaban. En una de ellas apuntaba que el telescopio James Webb había sido el primero en fotografiar un planeta fuera del sistema solar.
Al cabo de poco rato empezaron a aparecer mensajes en Twitter en los que astrónomos de todo el mundo corregían el error factual de Bard.
No hay duda de que el crecimiento de Bard será espectacular en los próximos años, pero de momento… necesita mejorar
Pero, ¿cómo es que Google se equivoca tanto? Seguramente el principal motivo es la cantidad de proyectos que la compañía empieza, algunos de ellos como puros experimentos. En Mountain View ya cuentan que muchos de ellos están destinados al fracaso, y lo asumen como parte de su estrategia de innovación permanente.