El pasado martes supimos que se acababa de certificar la defunción de 8tv, el canal de televisión privado de Nicola Pedrazzoli, después de una agonía que empezó en junio de este año. Ni se ha producido ningún pacto, ni ha llegado ninguna oferta aparentemente extranjera -cómo se llegó a comentar- que haya permitido salvar la cadena. Hasta hace pocas semanas, algunos periodistas estrechamente vinculados con el canal manifestaban en privado que tenían la certeza que se llegaría a un acuerdo político para poder dar continuidad al proyecto, circunstancia que finalmente no se ha producido. Según se comentaba por las redes esta semana, a las 0:04 horas del 17 de octubre el número ocho de color verde representativo de la cadena dio paso a una pantalla negra que confirmaba la muerte del canal.
Ahora hace cuatro meses, en este artículo explicamos la situación límite en que se encontraba 8tv, después de declararse el preconcurso de acreedores ante la imposibilidad de la empresa de hacer frente a los compromisos financieros. La desaparición de 8tv ha propiciado también que se extinga el múltiplex (paquete de cuatro canales de definición estándar de TDT) que en su día perteneció al Grupo Godó y que hace dos años fue traspasado a una entidad de Borja García-Nieto Portabella y Pedrazzoli con el curioso nombre de Ganso 2022 (a pesar de que no consta en el Registro Mercantil ninguna sociedad con esta denominación y que el titular de las frecuencias es Emissions Digitals de Catalunya. El motivo es que 8tv era la última cadena que emitía por este paquete de frecuencias, dado que en un lapso corto de tiempo habían ido cayendo Fibracat (vinculado a una compañía de telefonía catalana que fue vendida a una firma española), Barça TV (en el marco de los recortes que está aplicando la junta directiva de Laporta o eventualmente los hombres de negro de Goldman Sachs) y Verdi Classics (un canal para cinéfilos que proyectaba films antiguos).
Este vaciado de emisiones, junto con la liquidación de 8tv ha provocado que el CAC (Consell de l’Audiovisual de Catalunya) haya revocado la concesión de la licencia que estaba en manso de Emissions Digitals de Catalunya, la sociedad de Pedrazzoli y García-Nieto. El CAC es el regulador independiente catalán que figura en la órbita del Govern y que fue creado en el año 1996. Actualmente, lo preside el periodista Xevi Xirgo Teixidor, antiguo director del diario El Punt Avui. Cuando el CAC aparece en los medios normalmente es para destacar los nombres de sus miembros, que suelen ser políticos o gente vinculada a los partidos que están en proceso de desguace y que encuentran allí un refugio discreto y bien pagado para agotar las últimas gotas del biberón de la política, con el caso paradigmático de Daniel Sirera Bellés, que estuvo entre el 2012 y el 2022.
Habrá que ver si Pedrazzoli -que se considera a sí mismo un discípulo del desaparecido magnate Berlusconi- vuelve a encontrar a alguien que le financie sus experimentos televisivos
En todo caso, la aventura televisiva del tándem Pedrazzoli-García Nieto habrá pasado a mejor vida después de una trayectoria irrelevante que, eso sí, habrá costado un buen puñado de dinero al segundo del tándem y también al erario público, porque solo en 2022 recibieron más de medio millón de euros de una subvención pública nueva que dependía del Departamento de Presidencia. Ahora habrá que ver si Pedrazzoli -que se considera a él mismo un discípulo del desaparecido magnate Berlusconi- vuelve a encontrar alguien que le financie sus experimentos televisivos, en general no muy rentables. Hacer televisión es caro, mucho más que hacer radio, y conseguirse hacerse un agujero hoy en día en un panorama saturado de canales (en Barcelona, más de cincuenta) donde, además, hay la competencia de otras plataformas y formatos, es extremadamente difícil. Casi una aventura suicida.