Repsol celebra este viernes su junta general de accionistas, en la cual se someterá a votación la reelección, para un último mandato, de Antoni Brufau como presidente de la compañía. Brufau (71 años), consejero de Repsol desde 1996 y que ocupa su presidencia desde 2004, aunque en 2015 ya traspasó todas las funcionas ejecutivas a Josu Jon Imaz, el consejero delegado de la petrolera, anticipó el pasado mes de marzo al consejo de administración su intención que esta sea su última reelección como consejero, de tal forma que su cargo expiraría al final de este nuevo mandato, según ha informado la compañía en un comunicado.
Además de Brufau, también se someterán al visto bueno de los accionistas las reelecciones del propio consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, así como de José Maunuel Loureda, John Robinson West y Henri Philippe Reichstul.
Avanzar en las prácticas de buen gobierno
Repsol traerá a su junta propuestas que quieren contribuir al hecho que se avance en las prácticas de buen gobierno, como, entre otros, la separación y transparencia de funciones entre presidente y consejero delegado, la presencia de mujeres en el consejo de administración miedo encima del 30%, la mayor presencia de consejeros independientes o el nombramiento de un consejero independiente coordinador o la reducción del número de miembros de su órgano rector.
Así, se propondrán los nombramientos como consejeras externas independientes de Aránzazu Estefanía Larrañaga, desde 2000 hasta enero de 2019 socia directora del Despacho Uría Menénez Abogados y, actualmente, secretaría del consejo de administración de Bilbao Exhibition Centro, y de María Teresa García-Milà Lloveras, directora del Barcelona Graduate School of Economics y profesora del Departamento de Economía de la Universitat Pompeu Fabra.
Un tercio de mujeres en el gobierno
Con estos nombramientos, el consejo de administración de Repsol superará la recomendación del código de buen gobierno para las sociedades cotizadas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de contar, como mínimo, con un 30% de consejeras en 2020. El órgano rector de la compañía quedará reducido a 15 miembros, de los cuales cinco serán mujeres. Junto a estos cambios en el consejo de administración, la compañía también someterá a sus accionistas la aprobación de las cuentas anuales consolidadas y el informe de gestión consolidado correspondientes a 2018, ejercicio en el cual la petrolera registró los mejores resultados de los últimos ocho años, con un beneficio neto de 2.341 millones de euros.
Aumento de la retribución total del accionista
Además, se propondrá a la junta una retribución al accionista equivaliendo a unos 0,525 euros sucios por acción, a través del Programa Repsol Dividendo Flexible y en sustitución del dividendo complementario del ejercicio 2018. Esta retribución se suma a la que la compañía aprobó, como parte del mismo programa y en sustitución del tradicional dividendo por anticipado de 2018, miedo un importe equivalente a unos 0,425 euros sucios por acción, cosa por la cual la retribución total al accionista ascenderá a los 0,95 euros por acción, un 5,6% superior a la del ejercicio anterior.
De acuerdo con su plan estratégico 2018-2020, Repsol prevé incrementar el dividendo hasta situarlo en un euro por acción al final del periodo.Además, se someterá una reducción del capital social, mediante la amortización de acciones propias, miedo un volumen equivalente a los títulos que se emitan en 2019 con motivo del scripdividend. El consejo de Repsol también propondrá a sus accionistas mantener el programa de scripdividend como fórmula de retribución al accionista, permitiéndole decidir si prefiere recibir parte o la totalidad de su retribución en efectivo o acciones liberadas de la compañía. En este sentido, se someterán a la aprobación de los accionistas dos ampliaciones de capital liberadas necesarias para continuar con el programa Repsol Dividendo Flexible.