Abertis ha cerrado la toma de control de Red de Carreteras de Occidente (RCO), una de las mayores empresas de autopistas de México, con la compra de un 51,3% de la compañía en una operación acordada el pasado mes octubre y que supone un importe de 1.500 millones de euros. Se trata de la primera gran operación de crecimiento que aborda Abertis desde que Atlantia y ACS tomaron el control de la empresa, con la que, además, logra entrar en Norteamérica, un mercado estratégico en el que buscaba posicionarse desde hace años.
Asimismo, con la compra de RCO amortigua el impacto generado por las autopistas españolas que están terminando su contrato de concesión y volviendo al Estado. RCO gestiona ocho autopistas de México que suman 876,5 kilómetros de longitud y constituyen una de sus principales redes del país, dado que conforman el "eje vertebral" de la región centro y occidente, y conectan el mayor corredor industrial y las ciudades de Ciudad de México y Guadalajara.
Con su adquisición, que se materializa a pesar de la actual crisis, Abertis suma una cartera de 8.600 kilómetros de autopistas y extiende la vida media estas concesiones. Abertis ha financiado la operación con efectivo disponible y préstamos a medio y largo plazo ya existentes. Así, confía en que no tendrá impacto en su 'investment grade', toda vez que las agencias de calificación ya tenían descontada la transacción y el 'colchón' de liquidez de 4.400 millones de euros que tiene la compañía.
En virtud de la operación, la compañía finalmente se ha hecho con una participación del 51,3% de RCO, un porcentaje ligeramente superior al del 50,01% inicialmente planeado, mientras que GIC, el fondo soberano de Singapur, su socio en la transacción, tomará otro 20%. Los dos socios se quedarán así con el 70% de la compañía mexicana ahora en manos de Goldman Sachs y sobre la que el fondo tenía colgado el cartel de 'se vende'.