Miliunverd es fruto del amor de un abuelo y un nieto preocupados por el abandono de los olivos en La Sénia. Era el 2018 cuando Carles Cabanes y Xavier Morella unieron sus esfuerzos para impulsar un nuevo proyecto para elaborar aceite y recuperar fincas con olivos milenarios en este pueblecito del Montsià. Solo cinco años después, sus aceites han recibido reconocimientos internacionales y ahora se pueden encontrar en Harrods y Selfridges de Londres, dos de los centros comerciales más prestigiosos del mundo.
"Vieron que había árboles milenarios que estaban muertos de risa y nadie los hacía caso", explica Eva Cabanes, hija y madre de los fundadores y actual gerente de la empresa. Se lanzan a la aventura y compran dos fincas con 35 olivos milenarios y decenas de centenarios: "La decisión se toma en familia, es un proyecto familiar". Ponen a punto las fincas y los olivos vuelven a producir.
Emprendedor a los 80 años
A pesar de que el abuelo provenía de La Sénia y es una zona donde mucha gente se dedicaba profesionalmente al campo, este no era su caso. "Nosotros tres no habíamos trabajado nunca en la agricultura. Mi padre era empresario", explica Eva Cabanes. De hecho, Carles Cabanes puso en marcha el proyecto con 83 años: "De retirado nada, es una persona muy activa y emprendedora".
Así, nieto y abuelo ponen en marcha el proyecto y poco después se les suma Eva. "Por nosotros era un sector completamente nuevo", apunta la madre, que añade: "Tenían la voluntad de hacer algo para no abandonar un árbol que hace mil años que va por el mundo y que ha sobrevivido guerras, heladas y de todo".
Así, que se asocian a la mancomunidad de La Sénia y contactan con el Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias para aprender las cuestiones técnicas.
Los olivos milenarios
Una vez tienen las fincas a punto, recogen la primera cosecha de los 35 olivos milenarios y sale el primer aceite: el arbor sacris. Un aceite milenario que ahora ha llegado a Harrods. Y tienen claro desde buen comienzo que tienen que poner en valor el producto.
De hecho, el abuelo, sin saberlo, señaló el camino: "Cuando vienen las diseñadoras para hacer la caja, mi padre les dice: este aceite tiene que llevar un embalaje de la categoría de un aceite de lujo que pueda estar a las estanterías de Harrods". Y así ha acabado siendo.
Un aceite exclusivo
"Cuando nosotros empezamos con el aceite milenario, no se le daba mucha importancia a este hecho", explica Eva Cabanes. Por eso, quisieron explicar una historia alrededor del producto: "No solo es un aceite prémium, tiene un valor añadido e histórico muy importante. Es un aceite que proviene de un árbol que tiene mil años que seguirá produciendo cuando todos nos muramos". "Mi padre a menudo dice: a ver qué encuentras que después de mil años, siga produciendo".
Así, el arbor sacris es mucho más que un aceite. Pero, como insiste, es también un aceite de alta gama: "Tenemos clarísimo que queremos hacer aceite virgen extra y la calidad es innegociable". "Por eso lo teníamos que vestir de fiesta y darle la categoría que se merece", enfatiza. Y después de ver que son capaces de hacer aceites de calidad, empiezan a elaborar otras variedades, también de calidad.
Cabanes: "Era un suicidio empresarial"
Esta también fue la manera para diferenciarse: "El sector del aceite tiene muchísima competencia, era un suicidio empresarial e insconciente. Pero cuando vemos que podemos hacer un aceite de calidad y nos podemos diferenciar, decidimos apostar".
El aceite de Miliunverd es exclusivo, especialmente el de olivos milenarios. De hecho, actualmente solo elaboran 300 litros el año: "Es un producto muy exclusivo y artesanal". Por eso tenían claro que la venta no podía ser en grandes superficies o similares, sino que tenían que ir a tiendas gourmet muy concretas.
"Necesitamos que el intermediario y la persona que tiene que explicar nuestros aceite lo estime igual que nosotros. Si no, será incapaz", apunta Cabanes. El primero que hicieron cuando se cerró el acuerdo con Harrods, fue justamente desplazarse en el centro comercial y explicar el producto a los vendedores.
De Londres a Dubai
Actualmente, Miliunverd cuenta con tres aceites: el arbor sacris, el arbor senium (de olivos centenarios) y lo cassolí. En total, fabrican unos 3.500 litros el año: "Nos frena el crecimiento, pero nosotros solo vendemos aceite de nuestros olivos". Además Cabanes reivindica los pequeños productores: "En Cataluña hay muchos pequeños productores a quienes no se hace mucho caso y no se valoran y a quien se los come la burocracia".
Pero a pesar de hacer tiradas cortas, han conseguido llegar a Londres o Dubai, donde encontraron una importadora experta en aceites que los valoró mucho. "Nuestra filosofía es lenta, no vayamos a marcar goles o hacer la foto. Buscamos relaciones a largo plazo", resume Cabanes.
Cabanes: "Han confiado en nosotros y ahora tenemos que ser capaces de mantenernos, que es lo más difícil"
Es el caso de Harrods o Selfridges: "Estamos muy satisfechos, somos una empresa pequeña y familiar, pero ahora empieza todo. Han confiado en nosotros y ahora tenemos que ser capaces de mantenernos, que es lo más difícil". El siguiente objetivo es llegar a Estados Unidos y Japón, donde también hay un gran amor al producto de calidad. Los diferentes premios internacionales que han ganado sus aceites es una carta de presentación por la exportación.
Marca Catalunya
Cuando desde ACCIÓ los plantearon la posibilidad de internacionalizarse en Inglaterra, desde Milunverd lo vieron complicado: "Lo veíamos imposible, hay mucha competencia con aceites griegos e italianos muy introducidos". De hecho, explica cómo desde Italia hay mucho más camino hecho en el marketing. Pero Cabanes considera que desde Catalunya también se están haciendo pasos y poniendo en valor los productos autóctonos.
Y también hace un llamamiento entre los catalanes: "Por nosotros, el aceite es como agua, es más un producto básico que gourmet y no le damos la importancia que merece". "En el mundo del vino se le ha sabido dar un valor añadido y en el mundo del aceite estamos en este camino", recalca Cabanes, que añade: "Cuando la gente prueba aceites buenos, ya lo sabe diferenciar".
Y este es el camino que han reseguido durante cinco años a Miliunverd, un proyecto que nace para recuperar fincas abandonadas y que ha acabado con uno de sus aceites vendiéndose en uno de los centros comerciales más prestigiosos del mundo.