La compañía AEInnova ha cerrado una ronda de financiación por valor de 750.000 euros por la cual el Banco Sabadell y el grupos de inversores CxC Renovables entran como socios. El grueso de la operación ha sido liderada por el grupo de family offices con el 73% del capital, mientras que la entidad financiera ha aportado el 13%. Los socios actuales, entre los cuales se encuentra Kic InnoEnnergy, han cerrado la ronda.
El CEO de la espín-off de la UAB, David Comellas, ha explicado a VÍA Emprendida que el objetivo de la compañía es impulsado la comercialización de sus productos. "Queremos que nuestro producto de YATE llegue al mercado antes de finales del 2018 con una versión final industrialitzable y certificada. También prevemos cofinanciar el proyecto Life para desarrollar el producto estrella con el que nació la compañía, que necesitará todavía un año y medio o dos de desarrollo", ha especificado.
La compañía ya está en conversaciones con varias empresas que quieren poner a probar el piloto, un sistema que reaprofita el calor industrial y la reconvierte en energía eléctrica. "Si funciona, la idea es que al final se acabe comprando y tengamos los primeros early adopters para pasar a comercializarlo más tarde", ha añadido el CEO.
Una ronda de valor añadido
Más allá de la inyección de capital que supone, Comellas ha destacado la entrada de CxC Renovables por su conocimiento del mercado: "Es un grupo que trae invirtiendo en energías renovables desde los años 90 y conociendo el ámbito. Somos una empresa industrial, no una startup típica que hace una app o una plataforma que monetitza rápidamente, nosotros tenemos un crecimiento grande pero a largo plazo y como inversores saben que el regreso será lento. Hemos encontrado unos partners buenos".
La empresa ha tardado tres meses a cerrar la ronda y fue el Banco Sabadell, con quien ya habían tenido conversas previamente, quién hizo la primera propuesta. "Nos conocieron al Foro de Inversión de Acción y desde el primer momento mostraron su interés en nosotros", ha comentado. De hecho, la compañía se levantó como la ganadora del certamen, un reconocimiento que sumaron al ser la empresa más invertible al congreso anual de la red Eban.
La ampliación de capital ha tenido tanta demanda que, tal como apunta el CEO, "algunos inversores se han quedado fuera".
De la mano de los grandes
La espín-off nació el 2014 en el Parque de Investigación de la UAB, a pesar de que actualmente tiene las instalaciones al parque Orbital 40 de Terrassa. Han contado con el apoyo del fondo de emprendedores de la Fundación Repsol y de la aceleradora de startups de energía de la Comisión Europea dentro del proyecto de los European Institutes of Technology (EIT).
Entre sus principales clientes potenciales hay Repsol con la instalación de Puertollano, la planta de Seat en Martorell y las de Volkswagen en Pamplona, como también Cementos Molins, donde ya se han hecho pruebas con su tecnología.