La compañía farmacéutica catalana Almirall ha registrado unas pérdidas de 42,8 millones de euros. La empresa aduce el deterioro de algunos de sus activos por valor de 100 millones de euros cómo el principal causante de este resultado negativo. Según Almirante, habrían sido el deterioro de Seysara (69 MEUR), la cartera legacy a los Estados Unidos (22 MEUR) o el pago por la opción de compra de Bioniz que no se llevó a cabo (12 MEUR) habrían sido los principales causantes de la caída.
Los resultados suponen un cambio importante respecto de los del mismo periodo de 2020, cuando Almirall registró unos beneficios de 42,2 millones de euros. Todo y las pérdidas, las ventas core de la empresa han llegado a los 415,5 millones de euros, un incremento interanual del 8%. Almirante ha registrado durante la primera mitad del año un Ebitda de 125,6 millones de euros, un crecimiento del 40,4%, y sitúa el resultado antes de impuestos a final de año entre los 195 y los 215 millones de euros.
Según el consejero delegado de la compañera, Gianfranco Nazzi, el negocio de los medicamentos dermatològics de Almirall ha tenido un "rendimiento sólido". "Estamos progresando cómo se esperaba – destaca Nazzi – con un pipeline innovador enfocado a desplegar todo el potencial a medio plazo a través de importantes catalizadores". De cara a la segunda mitad del año, el directivo ha anunciado que Almirall trabaja en "importantes lanzamientos", buscando nuevos acuerdos de licencia para reforzar los principales negocios de la empresa.