Almirall ha obtenido un beneficio neto de 42,4 millones de euros en el primer semestre del año, cifra un 31,5% inferior a la del mismo periodo de 2019, debido al impacto del coronavirus en su negocio, que ha afectado especialmente al área de dermatología en Europa y Estados Unidos, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado neto normalizado de la biofarmacéutica ha alcanzado entre enero y junio los 59,5 millones de euros, con un descenso del 21,7% respecto al primer semestre de 2019, mientras que sus ingresos totales se han reducido un 7,7%, hasta los 433 millones, con una caída de las ventas netas del 1%, hasta los 426 millones de euros. Almirall ha indicado que tanto las ventas netas como los ingresos totales se han visto impactados por la covid-19 y la entrada de genéricos para Aczone.
El resultado bruto de explotación, Ebitda, de la biofarmacéutica ha alcanzado los 137,2 millones de euros, un 17,4% menos, en tanto que el resultado neto de explotación ha sumado 75,3 millones de euros, con un retroceso del 25,4% respecto al primer semestre del año pasado.
Los gastos en Investigación y Desarrollo (I+D) de la biofarmacéutica han ascendido a 40,8 millones de euros en el primer semestre, mientras que los costes generales y de administración han sumado 186,8 millones de euros, un 7,6% menos, debido a la repercusión del coronavirus en las operaciones comerciales.
Además, Almirall ha subrayado que la pandemia la ha obligado a enfrentarse a un escenario "sin precedentes y desafiante", que varía además en función de las filiales. "La compañía ha logrado responder a esta situación de manera que su impacto en los resultados operativos ha quedado limitado, manteniendo la estabilidad en un periodo ciertamente convulso", ha destacado el CEO de Almirall, Peter Guenter.