"Quiero vivir de algo que me guste,porque quiero ser feliz". Si alguien pregunta a Idili Lizcano sobre el nacimiento de la empresa que creó el 1984, su respuesta seguramente será esta, que no es más que la reflexión que se hizo a él mismo cuando se dio cuenta de su don y pasión por el arte de la perfumería.
La compañía en cuestión es Alqvimia, pionera en la introducción de la cosmética natural en España, y de las primeras en Europa. A pesar de que ya hace 30 años que Lizcano empezó a hacer pruebas al laboratorio alquímic de Tortellà (La Garrotxa), hoy en día todavía crea fórmulas nuevas en aquella masía rodeada de natura. Hay, pero, una gran diferencia: entonces luchaba para hacerse un lugar entre las grandes marcas; ahora intenta innovar aportando más variedad y calidad en sus gamas, pero como emprendida líder del sector.
La suma de la tradición y la innovación
Él, su mujer y su maestro fueron las tres únicas personas que trabajaban a Alqvimia en inicios de los años 80. "No tenía dinero ni recursos", recuerda Lizcano, "pero sí tenía habilitado por este arte, y mucha ilusión y empujón". Licenciado en Filosofía, se aventuró en el mundo empresarial después de tener una "especie de profecía" que le dijo que "para ayudar el mundo, tenía que crear una empresa", explica.
La materia primera que usa es 100% natural y los productos están elaborados con las técnicas de la perfumería y alquimia más tradicionales. Sólo incorporan un elemento nuevo: las innovaciones técnicas y científicas de nuestros tiempos que permiten mejorar los productos.
Laboratorio de Tortellà, donde Lizcano todavía prueba fórmulas nuevas. Alqvimia |
Precisamente la primera gama que salió fue 'Reina de Egipto' el 1990, hoy en día todavía se puede encontrar al mercado. Se ha convertido en una de los iconos de la marca y se vende como un producto no sólo cosmético, sino como uno revitalizando de la belleza, autoestima y seguridad de la mujer.
Valores que hacen empresa
La personalidad de Alqvimia tiene tres pilares: feminidad, sostenibilidad y economía humanizada. "Estamos haciendo cosas por los hombres, pero nuestro fuerte ha sido y es la mujer, todo el que creamos quiere contribuir a su transformación positiva", dice Lizcano. Lo hacen con un proceso de producción ecológico que rechaza totalmente el que es artificial y la experimentación con animales. "Porque nos debemos de a la natura y al que ella nos da", añade.
Enlaeconomía humanizada que defienden,contribuyen con unas condiciones laborales donde el empleado es capital. "Nuestro lema es que la riqueza se produce cuando compartes el que tienes", remarca el fundador, por el que el trabajador es una de sus principales preocupaciones.
A la vez, Lizcano y su compañía defienden los nuevos hábitos de consumo que está adquiriendo la sociedad: "Hay una presa de conciencia general. Igual que vigilamos la alimentación, buscamos cosméticos más naturales, y esto es el que contribuye a la economía más ética". "Esto y contratar gente del territorio cuando necesitas hacer algo porque la riqueza se quede en el entorno local", puntualiza.
Crecer en territorio y en producto
Si el 1990 salían al mercado, el 1991 ya se embarcaban en la internacionalización. Bélgica, Holanda e Italia son los primeros de una lista integrada por 20 países hasta ahora, y que prevén hacer crecer con una fuerte apuesta por la exportación y consolidación de su presencia en Latinoamérica y Asia. Este último continente es donde más ventas tienen, con Hong Kong como punto clave y con esta estrategia quieren aumentar las ventas al exterior. Ahora representan el 35%, mientras que el 65% restante proviene del mercado nacional.
Alqvimia es pionera. Lizcano lo sabe y lo reconoce. Además de apostar, con acierto, por la cosmética natural, el 1997 abrieron el primer centro Spa en Barcelona, una tendencia que se ha convertido en moda en los últimos años. Actualmente la marca tiene tiendas propias en Barcelona y Madrid, pero distribuye sus productos en España y el extranjero en centros de belleza, hoteles, balnearios y Espacios Alqvimia –corners en comercios del sector exclusivos.
Tienda de la marca al centro de Barcelona. Alqvimia |
El 66% de las ventas provienen del canal profesional, el 19% del detalle, el 7% de los spas de lujo y un 5% sale de la tienda online, una de las últimas apuestas. Los aceites corporales de masaje, las cremas faciales anti-edad y la nutricosmètica a base de aceites esenciales son los productos estrella de la marca.
Ni la crisis hace caer el sector
"El mejor que tiene Alqvimia es la calidad y eficacia del producto, el consumidor siempre lo ha valorado y lo valora", responde Lizcano al ser preguntado por la clave de su éxito.
Reconoce que el auge del sector en los últimos 10 años los ha beneficiado, y que han dejado de ser "una cosa rara al mercado" para estar entre "las grandes marcas de lujo más buscadas a las tiendas". El crecimiento de esta industria responsable con la salud y el medio ambiente se explica, según Lizcano, por la conciencia que la gente ha tomado sobre "la gran cantidad de enfermedades que llegan a provocar los productos químicos a que se exponen diariamente".
De hecho, asegura que la vitalidad que muestra este ámbito se nota en las últimas acciones de las empresas internacionales, las cuales "están comprando otras de cosmética natural para menguar la pérdida de consumidores". Y haciendo un repaso a su trayectoria, detalla que Alqvimia también suscitó interés en sus inicios: "Cuando el sector empezaba a despuntar, recibía una oferta de compra cada 10 días. No acepté nada, porque quiero seguir ayudando la sociedad".
Tampoco la crisis ha sido basta fuerte ni por el sector ni por la empresa. Afirma que casi no notaron la recesión hasta el 2012, "lo capeamos muy bien", revela; y fue l'aumento del IVA el que más mal los hizo en los años siguientes. A pesar del ligero retroceso que reconoce haber tenido la empresa, Lizcano no duda al concluir que el crecimiento exponencial del sector los hará olvidar pronto la caída.
Los números no siempre mandan
Lizcano es reticente a dar cifras de negocio. "Y no porque no vaya bien, sino porque no tenemos un marketing potente ni una trayectoria como las grandes marcas. Vamosa paso, pero haciéndolo bien", justifica. En cambio, enaltece su gestión: "Tenemos unas ratios financieras que son espectaculares, mucho más que la facturación. Nosotros nunca hemos pedido un crédito, tenemos endeudamiento 0, y además pagamos sueldos más elevados a los trabajadores. Así es normal que no llegamos a los números de las empresas más grandes".
Alqvimia cuenta con una plantilla de cerca de 40 empleados fijos y 10 freelances habituales. Son una parte fundamental de la compañía -"porque sin ellos no se puede hacer un producto bueno", apunta- y trabajan en un entorno donde la conciliación familiar y el crecimiento personal y profesional son básicos.