"Nuestra madre se quedó viuda con 25 años, con dos hijas y al frente de una empresa, en un mundo de hombres", recuerda Imma Amat, codirectora general de Amat Inmobiliarios. Era en 1952, hacía cuatro años que en Joan Amat había abierto un despacho de administración de fincas en Sant Just Desvern; un despacho que, con los años, se ha convertido en una de las empresas más establos del sector inmobiliario del área de Barcelona, con 65 trabajadores y el talento femenino como bandera.
Las vivencias de las dos hermanas que con 14 años ya se incorporaron a la empresa han marcado la filosofía y los valores de la compañía. Durante 60 años, a Amat Inmobiliarios sólo trabajaron mujeres. "No es casualidad", confiesa Imma, que recuerda como su madre "tuvo que demostrar cada tres minutos que era igual de profesional que los otros. había muchos clientes que venían a buscar el señor Amat y cuando se los decíamos que no existía se enfadaban".
Feminismo en un mundo de hombres
Una empresa donde sólo hay mujeres tiene repercusiones en la relación laboral. A Amat Inmobiliarios ya hace años que promueven la conciliación de la vida familiar y laboral. "A nosotros los valores nos lo pasó nuestra madre y nos propusimos demostrar que una empresa exclusivamente de mujeres podía funcionar perfectamente", argumentan.
Flexibles, capaces de gestionar muchas cosas a la vez, responsables y con una mirada al largo plazo. Así definen las germanas Amat las personas de la empresa y, en consecuencia, la gestión del día a día. Una trayectoria que el año pasado se vio recompensada con el premio International Women's Entrepreneurial Challenge, unos galardones que entrega la Conferencia IWEC a mujeres empresarias en reconocimiento a su éxito profesional.
"Toda la vida hemos crecido despacio, somos la antítesis del aquí te pillo aquí te mato, preferimos generar fidelidad y clientes por toda la vida", explica Imma. Con esta premisa se propusieron "ser presentes" siempre que los más de 15.000 clientes que tienen, necesitaran algo vinculada con el sector. "No siempre se tiene que buscar el regreso inmediato; cada carta, cada felicitación de Nadal tiene un regreso y un efecto expansivo".
Superar una crisis
El 2008, las ventas de Amat cayeron un 80%. "Tendríamos que haber despedido a todos los comerciales pero no lo hicimos", recuerda Imma. Hacía dos años que las germanas Amat ya tenían claro que tarde o temprano llegaría una crisis al sector de la construcción, "la disminución de grúas a las ciudades era bastante evidente", y el 2006 reorganizaron internamente la compañía.
"Teníamos reservas de los años anteriores y no teníamos deudas, mantuvimos toda la plantilla e incluso la partida de marketing, mientras ideábamos nuevas líneas de negocio". El resultado? Dos oficinas nuevas en Barcelona abiertas durante la crisis. "Seguramente ser fieles y constantes en unos valores ha hecho que en las épocas muy buenas no nos hayamos hecho ricos; pero que en las épocas malas hemos sobrevivido y crecido".
La atención al cliente
Son la primera empresa del sector con la certificación ISO y con una facturación de cerca de cuatro millones de euros el 2013. Su modelo de negocio se estructura en tres áreas; la de los recurrentes, la de los beneficios y la de experimentación donde han iniciado una línea de asesoría jurídica, urbanística y fiscal. "Hemos sido muy innovadoras pero a veces avanzarnos al mercado también nos ha traído dolores de cabeza", comentan.
Actualmente gestionan más de 16.500 clientes fijos, correspondientes a la área patrimonial del negocio. "En épocas buenas todo el mundo nos decía que era perder el tiempo, porque es verdad que el margen que genera en relación al trabajo que da es muy poco, pero por nosotros es muy importante tener una almohada sólida."
Cambio de ciclo en el sector
En un país que tradicionalmente ha apostado por la compra, el alquiler empieza a ser una salida. "En Europa el 50% de la vivienda es de alquiler, por el contrario, al Estado español no llega al 17%, es una cuestión cultural", comenta Joana Amat, que afirma que "se han acabado las negociaciones a la baja, ya traemos ocho meses sin necesidad de establecer nuevos precios, es decir, los precios del alquiler se han ido asentando y acabará siendo un gran mercado de futuro".
Según Imma estamos en un cambio de ciclo: Los fondos internacionales han entrado en el mundo comercial inmobiliario y han comprado las plataformas que creó la banca para gestionar sus inmuebles. "Qué papel nos queda a nosotros?", se pregunta. Asegura que el sector todavía no ha pasado suficiente tiempo para saber qué quieren los que vienen de fuera. "Ahora estamos trabajando en paralelo con entidades bancarias, con el mercado de segunda mano y con los pocos promotores privados que quedan; la cuestión está a reinventarse, innovar y cuidar la atención al cliente", concluye.
Las vivencias de las dos hermanas que con 14 años ya se incorporaron a la empresa han marcado la filosofía y los valores de la compañía. Durante 60 años, a Amat Inmobiliarios sólo trabajaron mujeres. "No es casualidad", confiesa Imma, que recuerda como su madre "tuvo que demostrar cada tres minutos que era igual de profesional que los otros. había muchos clientes que venían a buscar el señor Amat y cuando se los decíamos que no existía se enfadaban".
Feminismo en un mundo de hombres
Una empresa donde sólo hay mujeres tiene repercusiones en la relación laboral. A Amat Inmobiliarios ya hace años que promueven la conciliación de la vida familiar y laboral. "A nosotros los valores nos lo pasó nuestra madre y nos propusimos demostrar que una empresa exclusivamente de mujeres podía funcionar perfectamente", argumentan.
Flexibles, capaces de gestionar muchas cosas a la vez, responsables y con una mirada al largo plazo. Así definen las germanas Amat las personas de la empresa y, en consecuencia, la gestión del día a día. Una trayectoria que el año pasado se vio recompensada con el premio International Women's Entrepreneurial Challenge, unos galardones que entrega la Conferencia IWEC a mujeres empresarias en reconocimiento a su éxito profesional.
"Toda la vida hemos crecido despacio, somos la antítesis del aquí te pillo aquí te mato, preferimos generar fidelidad y clientes por toda la vida", explica Imma. Con esta premisa se propusieron "ser presentes" siempre que los más de 15.000 clientes que tienen, necesitaran algo vinculada con el sector. "No siempre se tiene que buscar el regreso inmediato; cada carta, cada felicitación de Nadal tiene un regreso y un efecto expansivo".
Superar una crisis
El 2008, las ventas de Amat cayeron un 80%. "Tendríamos que haber despedido a todos los comerciales pero no lo hicimos", recuerda Imma. Hacía dos años que las germanas Amat ya tenían claro que tarde o temprano llegaría una crisis al sector de la construcción, "la disminución de grúas a las ciudades era bastante evidente", y el 2006 reorganizaron internamente la compañía.
"Teníamos reservas de los años anteriores y no teníamos deudas, mantuvimos toda la plantilla e incluso la partida de marketing, mientras ideábamos nuevas líneas de negocio". El resultado? Dos oficinas nuevas en Barcelona abiertas durante la crisis. "Seguramente ser fieles y constantes en unos valores ha hecho que en las épocas muy buenas no nos hayamos hecho ricos; pero que en las épocas malas hemos sobrevivido y crecido".
La atención al cliente
Son la primera empresa del sector con la certificación ISO y con una facturación de cerca de cuatro millones de euros el 2013. Su modelo de negocio se estructura en tres áreas; la de los recurrentes, la de los beneficios y la de experimentación donde han iniciado una línea de asesoría jurídica, urbanística y fiscal. "Hemos sido muy innovadoras pero a veces avanzarnos al mercado también nos ha traído dolores de cabeza", comentan.
Actualmente gestionan más de 16.500 clientes fijos, correspondientes a la área patrimonial del negocio. "En épocas buenas todo el mundo nos decía que era perder el tiempo, porque es verdad que el margen que genera en relación al trabajo que da es muy poco, pero por nosotros es muy importante tener una almohada sólida."
Cambio de ciclo en el sector
En un país que tradicionalmente ha apostado por la compra, el alquiler empieza a ser una salida. "En Europa el 50% de la vivienda es de alquiler, por el contrario, al Estado español no llega al 17%, es una cuestión cultural", comenta Joana Amat, que afirma que "se han acabado las negociaciones a la baja, ya traemos ocho meses sin necesidad de establecer nuevos precios, es decir, los precios del alquiler se han ido asentando y acabará siendo un gran mercado de futuro".
Según Imma estamos en un cambio de ciclo: Los fondos internacionales han entrado en el mundo comercial inmobiliario y han comprado las plataformas que creó la banca para gestionar sus inmuebles. "Qué papel nos queda a nosotros?", se pregunta. Asegura que el sector todavía no ha pasado suficiente tiempo para saber qué quieren los que vienen de fuera. "Ahora estamos trabajando en paralelo con entidades bancarias, con el mercado de segunda mano y con los pocos promotores privados que quedan; la cuestión está a reinventarse, innovar y cuidar la atención al cliente", concluye.
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