Desde hace 40 años, Ars Pirotecnia comercializa los petardos que pequeños y grandes lanzan por San Juan. La empresa opera como mayorista. No tiene ninguna caseta ni ninguna tienda física más allá de la planta de la Roca del Vallès, desde donde se toman las decisiones y se ejecutan las peticiones para la fabricación de los productos a la fábrica que tienen en la China.
Se trata de una localización estratégica dado que, como señala el responsable de comunicación de la empresa, Àngel Andrés, "aporta prácticamente el 98% del producto". Los bajos costes del país asiático han hecho que las empresas cada vez adquieran menos producto nacional, una situación que se agravó con la crisis. "El cliente buscaba gastar menos y lo encontraba comprando petardos chinos", apunta Andrés, que cree que por esta verbena las cifras de negocio seguirán la tendencia positiva que ya registraron el 2016.
La China siempre ha sido lo principal productor?
Prácticamente desde siempre lo es, pero en los últimos años ha fortalecido su papel. Aquí tenemos el País Valenciano, que movía bastantes cosas, pero ahora fabricar en el Estado español es inviable. Al principio todavíahacíamos alguna bombilla y otros artículos pequeños y de uso familiar, pero ahora no sepuede hacer nada. Por eso lo fabricamos todo en la China. Las órdenes se ejecutan aquí, hagamos todo el diseño y el packaging, pero todo lo producimos allá.
Ya no se compra nada nacional?
compramos cohetes, truenos y, en general, los petardos fuertes. El producto nacional es más bono y estalla más, pero también es mucho más caro. Y esto el comprador que quiere cuatro petardos por San Juan, no lo busca; él con el más barato y básico ya hace. El ticket mediano calculamos que se sitúa entre los 40 y los 50 euros, que es el que acostumbra a costar un lote de productos que te sirve para toda la noche.
El cliente distingue el tipo de producto o sólo busca precio?
Depende del que se busque. Antes el consumo del producto nacional era más alto, esto ha ido a la baja. Con la crisis cayó en picado el que la gente gastaba, sabía que adquirida petardos de menos calidad, pero los aceptaba. En cambio, la juventud prefiere el nacional, el más gordo y potente. Son dos mercados que no se comen el uno al otro, pueden convivir tranquilamente. El que quiere pagar, paga y compra un cohete o un trueno valenciano.
Esto lo veis con el pequeño consumidor, pero que pasa con el profesional?
El profesional es una parte muy pequeña. Este compra un producto especial que requiere un carné profesional porque son gente que se dedican a hacer castillos de fuegos y otros espectáculos. Los servimos un tipo de material que es totalmente diferente, son piezas muy grandes y que pesan muchos kilos. Aquí vendemos más nacional, pero es cierto que ahora ya también encuentras producto chino de calidad.
"San Juan puede representar un 40% en la facturación del año"
Qué representa San Juan para el negocio pirotécnico?
No hay consumo más allá de la verbena de San Juan. En Cataluña se concentra todo en el 23 de junio y puede representar un 40% en la facturación del año. Otras fechas son las Fallas de Valencia, el verano en el centro de España o la Navidad al norte, pero se acostumbran a vender piezas grandes para castillos de fuegos. Eso sí, ninguno de estas es tan importante como la verbena.
"No es sólo comprar y vender, se tienen que ir tirando controles de calidad"
Por lo tanto, son cuatro fechas que permiten sobrevivir durante el año.
Básicamente. De todas maneras, son fiestas que traen mucho trabajo. Uno o dos meses antes ya empezamos a preparar todo el producto porque preparar un artículo para un sector tan delicado y restrictivo como el explosivo... No es sólo comprar y vender, se tienen que ir tirando controles de calidad aquí y también a la fábrica de la China. También diseñamos nuevos productos e intentamos sacar dos o tres novedades cada año.
Es un sector con mucha competencia?
Como competidores fuertes sólosomos tres y cada uno tiene su línea. Nosotros no tenemos puntos de venta propios, mientras que otros importadores sí quetienen. Las políticas son diferentes y hacen que seamos competencia y a la vez no nos pisamos.