
En este incierto panorama que sobrevuela el comercio mundial, las pymes catalanas se jugarán todo a una carta: la europea. Así de rotundo ha sido el presidente de Pimec, Antoni Cañete, a L'empresa al dia, el pódcast de VIA Empresa. El dirigente ha advertido que "el mundo que conocíamos hasta ahora ha dejado de existir" a causa de los aranceles de Donald Trump. Las tasas al comercio han dibujado un tablero geopolítico en el que el liderazgo mundial ya no recae únicamente en Estados Unidos, sino en China. "Europa debe saber qué quiere ser de mayor, es nuestra solución porque no tenemos ningún Plan B", ha analizado. En este sentido, ha pedido "pasar de la teoría a la práctica" y que "Europa haga de Europa". Hay un precedente que le gusta: la gestión "mancomunada" de la covid-19. "La imagen de los 27 ministros de comercio reunidos este lunes dio una imagen de unidad", ha celebrado.
Más allá de los aranceles, Cañete ha señalado el intento de adhesión de Groenlandia por parte de EE.UU. y la ruptura definitiva entre el país norteamericano y la Organización Mundial del Comercio (OMC) como hechos relevantes que explican este cambio de paradigma. "El mundo tiene una necesidad de materias primas, y lo estamos viendo con todo lo que sucede en Groenlandia o las tierras raras", ha reflexionado. Por esta razón, ha invitado a ver no solo las amenazas, sino también las oportunidades que ofrece el momento actual: "debemos saber leer estos cambios en materia empresarial y como sociedad".
Ahora bien, ¿cómo se relaciona todo esto con el tejido empresarial catalán? Actualmente, las pymes suponen el 99,8% de las compañías que hay en el territorio, el 61,4% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 68% del empleo. "Seguramente veremos cierre de empresas, pero también aperturas. Habrá amenazas y oportunidades", ha expresado un Cañete que quiere que Catalunya sea "muy consciente" de su potencial. ¿La solución? Crear ecosistemas y la relocalización. "Tener un proveedor a 4.000 kilómetros hoy es un problema. Hemos tenido complicaciones con las materias primas, los mercados, ahora los aranceles...", ha continuado.
Las tarifas de Trump golpean directamente en una de las principales debilidades de las pequeñas y medianas empresas, que es el capital circulante. "Se puede continuar vendiendo un producto a Estados Unidos incluso con un arancel del 20%, quizás porque tiene margen y es importante. El problema es que se debe pagar el 20% de arancel antes de venderlo y esperar hasta que lo compren para recuperarlo", ha explicado el presidente de Pimec. Teniendo en cuenta la dimensión de muchas compañías, todo este proceso resulta una verdadera utopía. "Muchas no tienen una capacidad financiera para aguantar sin que se produzca la venta", ha concluido.
Cañete: "Hemos contactado con empresas que no sabían que estaban dentro de la cadena de valor y desconocían la afectación indirecta que pueden sufrir"
En total, hay más de 3.000 firmas que exportan directamente a Estados Unidos y que generan alrededor de 4.000 millones de euros cada año. Ahora bien, según Cañete, estas no serán las únicas afectadas por los aranceles. "Hemos contactado con empresas que no sabían que estaban dentro de la cadena de valor y desconocían la afectación indirecta que pueden sufrir", ha revelado. De acuerdo con el dirigente, los sectores más perjudicados serán el químico, el farmacéutico y el siderometalúrgico (especialmente maquinaria y automoción). Pero hay uno que les preocupa especialmente: el agroalimentario. "Podríamos hablar del vino, aceite, la carne... pero este sector en Catalunya nos da un equilibrio territorial clave. La relocalización y las necesidades de aprovisionamiento son muy importantes", ha remarcado.
Con el objetivo de paliar estos efectos nocivos sobre la empresa catalana, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, convocó a los principales agentes económicos y sociales el pasado lunes. De aquella cumbre, en la que se encontraba Pimec, salió un primer plan de acción que la patronal valora "muy positivamente" por su celeridad. "Un bosque se apaga con un vaso de agua o con un ejército de bomberos, según la velocidad con la que actúas", ha opinado Cañete. Eso sí, de momento, las medidas previstas consisten básicamente en reubicar partidas y gastos presupuestarios ya aprobados. Con todo, hará falta más que un vaso de agua para apagar este incendio: "tendremos que hacer un buen perímetro del fuego", ha previsto el dirigente, siguiendo con su analogía.
Desde su punto de vista, es vital "ser rápidos y desburocratizar", una clave que Cañete ya compartió personalmente con el presidente Illa. "No podemos manejar Europa a través de directivas que tardan cuatro o cinco años y que después los países transponen con trampas. Proponemos ir con reglamentos", ha incidido el presidente de Pimec, quien ha lamentado que "mientras China y Estados Unidos han innovado, Europa ha regulado" durante los últimos años.
"Habrá OPA sobre el Banc Sabadell, pero no sé con qué condiciones"
El otro gran tema estrella de la actualidad financiera en Catalunya es la OPA hostil que el BBVA inició hace un año sobre el Banco Sabadell. Pimec ha sido una de las entidades que más reticencias ha mostrado a la operación, hasta el punto de presentar un recurso judicial. A diferencia de UGT y Foment del Treball, la patronal de las pequeñas y medianas empresas catalanas sí ha sido consultada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) durante el segundo test del mercado que está realizando.
"Fue muy curioso que en la primera fase se preguntara como partes implicadas al resto de entidades financieras", ha ironizado Cañete. Al mismo tiempo, el dirigente ha admitido que "sería bueno" que el sindicato UGT formara parte del proceso por "la afectación que sufrirían los trabajadores". En el caso de la exclusión de Foment del Treball, no ha entrado a valorar la decisión de la CNMC y ha apostado por que el regulador acabe incluyéndola en algún punto de la segunda fase. Ambas entidades tienen la misma opinión y son contrarias a la fusión que plantea el banco vasco. De hecho, el presidente de Pimec ha insinuado que "quien esté a favor de esta OPA lo tendrá que explicar muy bien", en referencia a otras patronales o asociaciones empresariales catalanas.

Ahora bien, su pronóstico es que la OPA tendrá éxito, aunque desconoce "con qué condiciones". "Desde el primer momento dije que venía del futuro (...) Como sabemos qué significan estas OPAs, sabemos que dificultará el acceso al crédito, que es nuestro oxígeno. Si este financiamiento queda reducido, tenemos un problema de respiración", ha previsto. Y ha puesto como ejemplo la concentración bancaria de 2009, con las absorciones por parte del BBVA de entidades catalanas como Caixa Manlleu, CatalunyaCaixa o Caixa Tarragona. "Si yo tenía una línea de descuento de 500.000 euros en el BBVA y en CatalunyaCaixa, cuando se produjo la fusión, no tenía una línea de un millón y, de hecho, muchas veces ni siquiera la de medio millón", ha recordado.
En el caso que nos ocupa, ha explicado que el Observatorio de la Pyme, presidido por el catedrático Oriol Amat, ha incluido como argumentos contrarios un indicador internacional como el Índice de Herfindahl Hirschman (HHI), el cual mide la competitividad que se produce en un territorio con un determinado producto. "En teoría, se debe estar por debajo de los 2.000 puntos si quieres que en un mercado haya competencia. Cuando hemos analizado empíricamente esta OPA, nos ha dado que nos vamos a 2.800 puntos", ha sentenciado. Una cifra que "habla por sí misma" y que aún se dispara más en ciertos territorios como Tarragona, donde el índice alcanza los 3.800 puntos. Desde el punto de vista de Cañete, la conclusión es que la fusión "generaría una falta de competencia".
Pimec rechaza la fórmula de la OPA hostil, pero no la de la compra sin fusión: "Mientras se preserve la competencia y las mejores condiciones de crédito, nosotros no entraremos"
Sin embargo, entiende las aspiraciones de la entidad bilbaína. "Cuando nos visitó Carlos Torres, le dije claramente que si yo fuera el presidente del BBVA posiblemente haría como él, porque el Sabadell es un banco muy atractivo", ha reconocido. "Pero soy el presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas de Catalunya y, lógicamente, defiendo sus intereses y su competencia", ha matizado. Es evidente que Cañete rechaza la OPA hostil propuesta por el banco vasco, pero no ha sido tan contundente cuando se le ha preguntado por la opción de la compra sin fusión: "Entre el blanco y el negro siempre hay matices. Nosotros no somos ni del Sabadell ni del BBVA, mientras se preserve la competencia y las mejores condiciones de crédito, nosotros no entraremos".
¿Qué momento atraviesa Pimec?
Cañete llegó a Pimec en el año 2001. 20 años después, se convirtió en su presidente. Este 2025, ya reelegido en el cargo, la patronal espera superar los 24 millones de facturación del 2024 y culminar las obras de la sede en Barcelona. Ahora bien, no son los únicos retos. Uno de los más conocidos de la patronal es la lucha contra la morosidad. Tal como defendió el mismo presidente hace un año, solo el 19% de las empresas paga a tiempo a sus proveedores, es decir, en 60 días. Además, el 60% de contratos está “fuera de la ley”.
En este tema, Cañete ha querido diferenciar entre "morosos y morrosos", y ha subrayado su lucha por fomentar "el activismo empresarial", un lema que considera un "oxímoron": "Muchas veces estamos en instituciones que no nos representan o no nos defienden, y eso es importante que lo tengamos claro", ha lamentado. Por este motivo, ha reivindicado su intención de "legislar" y hacer que las "pymes se conviertan en grandes empresas".
Cañete (Pimec) defiende su prioridad de "convertir las pymes en grandes empresas"
Uno de los actuales frenos de este crecimiento es la tasa de morosidad, la cual limita los recursos de las empresas. El año pasado, el Parlamento Europeo aprobó un reglamento contra la morosidad que hasta ahora no se ha aplicado. "El día que se implemente, cambiarán las reglas de Caperucita", ha afirmado un resignado Cañete, que ha culpado a las reticencias políticas de países como Francia o Alemania por sus regímenes internos.
Todos estos problemas forman parte de un mismo escenario: Europa, problema y solución a la vez para muchas empresas catalanas. "Necesitamos una Europa eficaz, eficiente y que tome decisiones que nos hagan ser competitivos", ha insistido. Al fin y al cabo, no hay ningún plan alternativo.