La guerra surgida entre Atari y Activision hizo nacer el concepto de desarrollador independiente dentro del mercado de los videojuegos. La carencia de vista en la gestión del talento de los directivos de la empresa de videoconsolas va desenbocar en una venganza que ha definido la actual industria de los videojuegos.
Atari fue fundada en 1972 por Nolan Bushnell y Ted Dabney. Esta empresa puede ser considerada la fundadora de la industria del videojuego, de hecho fue la creadora del mítico Pong. El 1976 fue comprada por Warner Communications. Atari logró grandes éxitos durante esta época vendiendo millones de consolas Atari 2600. Tanto es así que llegó a producir un tercio de los ingresos de Warner y aconteció una de las empresas de crecimiento más rápido en los Estados Unidos. Atari dominaba casi completamente el mercado de las videoconsolas domésticas.
Cuando Atari fue vendida a Warner, el relevo de Bushnell lo cogió Ray Kassar, un empresario que había hecho fortuna al sector textil. Este estricto directivo no supo gestionar el talento que tenía en la casa.
Creación y recompensa
En aquella época los videojuegos eran desarrollados exclusivamente por los fabricantes de los sistemas por los cuales eran diseñados. Es decir, Atari era el único creador y distribuidor de juegos por el Atari 2600. El desconocimiento de Kassar de la figura del desarrollador era tal que decidió anular los incentivos económicos que Bushnell había prometido a los trabajadores. Una situación que David Crane, Bob Whitehead, Alan Miller y Larry Kaplan no quisieron tolerar. Ellos eran los desarrolladores responsables del 60% de las ventas de la empresa. Con sueldos que raspaban los 30.000 dólares, los trabajadores se sintieron traicionados cuando la empresa facturó 100 millones de dólares con las superventas de su último videojuego y no tuvieron recompensa.
El grupo decidió negociar la recuperación del extra. Kassar soltó una sentencia que los quedó marcada: "No sois más importantes por el juego que el chaval que monta el cartucho a la línea de montaje".
Abandonaron la compañía el día siguiente. Había nacido Activisiony el mundo del videojuego estaba a punto de cambiar.
Ascenso, caída y renacimiento
Al grupo seunió un empresario discográfico con experiencia en gestión de empresas, Jim Levy. A principios de la década de los 80, Activision lanza sus primeros videojuegos por el Atari 2600 y obtiene un gran éxito con Pitfall!. Activision hizo valer la calidad y creó una marca muy reconocida. Los productos de Activision hicieron crecer las ventas de la Atari 2600, pero de todos modos la empresa de hardware denunció sus antiguos trabajadores para infringir las leyes del copyright y de patentes. Atari perdió el caso el 1982 y el concepto del desarrollador independiente nació.
El riesgo había valido la pena. Ahora, pero, otros muchos se lanzaron al mercado a crear videojuegos. Los estudios aparecieron como setas y la calidad de los productos cayó en picado. Y también su precio. La marca de calidad de Activision no sirvió de mucho cuando el mercado colapsó. Un juego de Activision costaba 30 dólares y las tiendas los venían en pacs de tres por 3 dólares.
En una época convulsa, Activision mutó y cambiar de CEO, de actividad y de nombre, pasó a ser Mediagenic. Finalmente el empresario Bobby Kotick compra la empresa. Paralelamente, durante los 90 Atari se hunde por las malas decisiones empresariales y por una fuerte competencia de los japoneses. Se fusiona con JTS y prácticamente desaparece del mercado.
Mediagenic se muda a Silicon Valley y empieza la remontada con la fiebre de los 16-bits. A finales de aquella década nace Tony Hawk's Pro Skater y con él el concepto de franquicia anual. Activision volvió a ser la élite de los videojuegos con Callo of Duty. Pero Kotick quería más. Kotick sabía que el futuro de los videojuegos estaba en Internet. Quería comprar World of Warcraft, que era propiedad de Blizzard, una gran empresa francesa del sector. El 2008 las dos empresas se fusionaron en un gigante de 18.800 millones de dólares.
Por su parte, Atari y sus filiales ya hacía tiempos que habían abandonado su negocio inicial, el hardware, para dedicarse a crear videojuegos para otras consolas. El 2013 se declaran en quiebra y el año siguiente entraron en el negocio de los casinos online.
Ironías de la vida, en 2010 varios trabajadores de la nueva Activision denunciaban públicamente el incumplimiento de la compañía de los incentivos económicos prometidos después de los éxitos de la saga Callo of Duty. Los trabajadores abandonaron la empresa y fundaron el estudio Respawn Entertainment.