El empresario de Badalona José Elías, de 44 años, ha ocupado el foco mediático las últimas semanas por haber avalado con patrimonio personal unos 40 millones de euros la junta directiva de Joan Laporta al Barça. Sin su aportación a última hora, Laporta habría tenido un problema importante. Pese a su éxito empresarial, Elías no era un personaje conocido por el gran público. La compañía que preside y de la cual es accionista mayoritario, Audax Renovables, tampoco tenía un gran eco mediático. Una empresa energética que supera los mil millones de euros de facturación y que está presente en una docena de países, con instalaciones de energías renovables propias.
Hijo de fontanero, José Elías era un ingeniero industrial que se dedicaba al sector de la eficiencia energética haciendo instalaciones. Sin ninguna experiencia previa en el sector eléctrico, fue el 2008, con 32 años, cuando decidió fundar Orus Energía. "Vi una posibilidad de fundar una compañía eléctrica, porque se estaba liberalizando el sector energético a España. Aproveché la ocasión y empezamos a crecer", explica.
13 años después, con absorciones y como Audax Renovables, factura más de mil millones de euros y espera un crecimiento exponencial los próximos años. Y distribuye energía además de 500.000 clientes.
Aprovechar las ineficiencias de las grandes corporaciones
Desde fuera, el sector energético parece un espacio dominado por gigantes. Pero esto no asustó José Elías, que explica que justamente este fue uno de los motivos que le hicieron iniciar esta aventura: "Era un sector que me ilusionaba mucho. había pocos operadores y muy grandes y estos siempre tienen ineficiencias. Nosotros nos planteábamos vivir en la sombra de estas ineficiencias".
Desde los inicios, José Elías apostó por convertirse en la energética de las pequeñas y medianas empresas
Además, el empresario veía una compañía energética cómo la oportunidad para tener un gran volumen de clientes. La inversión inicial también lo hizo decantar por este sector: "A priori no se necesitaba una financiación tan grande cómo por ejemplo en la construcción". Aún así, bien pronto vio que para comprar la energía se necesitaban avales importantes.
Un gran empujón inicial
Desde los inicios, José Elías apostó por convertirse en la energética de las pequeñas y medianas empresas. Aún así, la fundación de Orus coincidió con la crisis, lo que inicialmente podría parecer una gran dificultad. Pero lo aprovecharon: "La energía eléctrica bajó mucho de precio y nos posicionamos como low-cost". Las grandes compañías fijaban los precios en el mercado de futuro y, cómo que estos se desplomaron, no tuvieron capacidad de reacción.
"Esto nos dio un empujón muy bestia y pudimos crecer de forma orgánica muy rápidamente. Lo que nos diferenció sin duda fue el precio", destaca Elías. Además de ofrecer un servicio al cliente más atento que el de las grandes empresas.
La expansión internacional empezó por países como Italia y Portugal a través de la compra de pequeñas compañías; hoy, están presentes en 12 países
De Catalunya en el mundo
Mientras iban creciendo en números de clientes, José Elías también tenía en la cabeza una estrategia para expandirse de forma mucho más rápida. Y lo hizo adquiriendo compañías ya consolidadas. El 2012 compra Audax Energía y, el 2017, hace una OPA a Fersa Energías Renovables, que cotizaba a bolsa. Todo ello se unió bajo la denominación Audax Renovables. El 2017, el precio de la acción era de 0,52. Hoy se sitúa por encima de los 2 euros.
Paralelamente empezaron la expansión internacional por países cómo Italia y Portugal, también a través de la compra de pequeñas compañías para abrir mercado. Hoy están presentes en doce países de todo mundo.
Productores y distribuidores de energía
Uno de los principales sellos de la compañía ha sido siempre la apuesta por las energías renovables. Y fue el 2016 cuando decidieron que no había suficiente con comercializar la electricidad, sino que lo tenían que producir. "Como diferencia de los grandes operadores, nosotros nos queríamos focalizar en la energía renovable. Esto nos daba una ventaja, porque los grandes tenían que deshacerse de las antiguas centrales y perdían tiempo. Ganamos posicionamiento de marca respecto a los clientes", destaca Elías.
Así, decidieron que no solo venderían energía, sino que la producirían. Y el primer paso para hacerlo fue justamente la compra de Fersa, que ya contaba con instalaciones de molinos de viento. Tres años después, ya disponen de instalaciones por varios países y están impulsando proyectos para generar 4.000 megawatts con energía fotovoltaica al sur de Europa, principalmente España, Portugal e Italia.
Elías: "Si en un país como España, Portugal o Italia no se instala fotovoltaica, algo no hemos entendido de lo que está pasando en el mundo"
El objetivo es que el 70 % de la energía que distribuyan sea producida por ellos mismos y tener instalaciones en todos los países donde tienen clientes. Para hacerlo, han presentado un plan de 2.400 millones de euros de inversiones hasta el 2026.
Advertencia a los gobernantes
José Elías también lamenta el acuerdo entre ERC y CUP por la presidencia de la Generalitat sobre la moratoria por grandes instalaciones de generación de energía renovables. "Hacer moratorias de este estilo solo implica que continuamos importando y quemando energías fósiles", advierte.
"Si en un país cómo España, Portugal o Italia no se instala fotovoltaica, algo no hemos entendido de lo que está pasando en el mundo. Es un tema que ha venido para quedarse y no se puede atrasar. Se tienen que tomar decisiones valientes", reclama.
Financiarse con bonos verdes
Una de las estrategias impulsadas por Audax para financiar las inversiones de centenares de millones de euros ha sido a través de la emisión de bonos verdes. El 2020 colocó 125 millones de euros en bonos, que se podrían convertir en acciones en un futuro. Los inversores fueron internacionales.
Los bonos verdes están condicionados a la certificación que el dinero se inviertan en proyectos relacionados con la sostenibilidad. En su caso, ha sido por instalaciones de energías renovables. Elías destaca que seguirán por esta vía: "Hay mucha demanda de bonos verdes y hay poca oferta".
A pesar de que los bancos ofrecen habitualmente un interés más bajo, el empresario destaca las ventajas de los bonos: "El mercado de capitales te permite planificar mucho mejor la financiación de la empresa, puedes mirar más a largo plazo. Los bancos no tienen tanta flexibilidad".
Con estas nuevas inversiones y la recuperación del sector industrial después de la pandemia, esperan multiplicar sus cifras y sus crecimientos.