Busca qué cuesta poner una instalación de autoconsum en tu empresa. Asusta? Seguramente. Ahora hiciera el cálculo del tiempo que tardarás al amortizarlo, pero teniendo en cuenta que la factura de energía se reducirá tanto en la parte variable como en la fija. Esto ya suena más interesante. Precisamente este razonamiento es el que intentan difundir los expertos que trabajan alrededor del autoconsum, un ámbito que ni la ley prohíbe –a pesar de que es una creencia demasiada tendido- ni pide una inversión inasumible.
El Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEF) lo sabe bien. Hace cuatro años que implementaron medidas de ahorrar energético que los han permitido ahorrar un 18% en consumo. Esto incluye desde clásicas medidas como apostar por bombillas de bajo consumo hasta un cambio de hábitos. También han instalado recientemente placas fotovoltaicas que los permiten obtener 30 kW y un 7% del que consumen.
Todo ello es, según el responsable técnico de INEF, Francesc Ruiz, un cambio que "todas las administraciones tendrían que hacer". Él es quien ha liderado el proyecto, pero reconoce que no habría sido posible sin el apoyo de la dirección. Por eso aboga por un cambio de mentalidad que "sensibilice los equipos directivos y que no lo vean como una inversión costosa, sino como un ahorro". Una nueva mirada que se tendría que extender a toda la sociedad.
Informar e incentivar para llegar al 32%
Precisamente esta idea de pensar que la autoconsum está prohibido es el lastre al cual se enfrentan las compañías que quieren impulsarlo. Así lo cree el director de BYD al sur de Europa, Daniel Aleman, quien destaca que los agentes del sector tienen que "comunicar, informar e incentivar de forma más planera y real para sacar a la gente el miedo que tiene".
Aleman considera que a escala técnica ya hay bastante madurez para hablar de un consumo masivo, por eso sitúa el problema en esta concepción de la autoconsum. España se encuentra por detrás otros países de la Unión Europea en este sentido y reconoce que parte de la culpa rae en la legislación.
Andreu: "Son muchas las empresas que podrían aplicar políticas de ahorro y no lo hacen por miedo a pagar"
Una idea que comparte el gerente de la consultoría SolarTradex, Frederic Andreu, y menciona en particular el impuesto al solo: "Son muchas las empresas que podrían aplicar políticas de ahorro y no lo hacen por miedo a pagar. El que tienen que hacer es pensar que, en lugar de pagar un impuesto, el que harán es ahorrar 85 en vez de 100".
Este impuesto es el que el gobierno de Mariano Rajoy aprobó el 2015 y por el cual una persona que quiera producir su energía tendrá que pagar por el simple hecho de estar conectado en la red nacional, aunque no haga uso. Es decir, pagar para consumir el que un mismo produce. Y este peaje es también el que la UE prohibió el pasado mes de junio como una de las medidas para llegar al 2030 con un 32% de energía renovable.
Y cómo se paga?
Que la ley lo facilite, o al menos no ponga tantas barreras, es el primer paso. El segundo, tener la financiación para hacerlo. A escala industrial es más fácil, las compañías pueden obtener rédito en forma de ahorro con mucha facilidad, y el incremento del número de créditos y fondos para obtener dinero que han salido en los últimos años todavía hacen que sea más sencillo dar el paso.
El socio y director de Sur Renovables, Alfred Puig, lo sabe de primera mano. Trabaja con proyectos de instalación de infraestructura desde hace años. Su compañía tiene ahora 85 trabajadores, pero hace sólo 12 meses eran la mitad al equipo. El crecimiento en estado posible a la dinámica que vive el mercado, donde esperan instalar más de 6.000 kW en autoconsum industrial en Cataluña, hasta cinco veces más que el año anterior.
La mejora económica ha impulsado el aumento del interés por las renovables
La causa? "Un ciclo económico positivo y creciendo que hace que la gente vuelva a pensar en inversiones", apunta, pero también "un mayor conocimiento de la tecnología". También ha puesto su granito de arena la oferta de energía renovable que están creando las nuevas comercialitzadores. Y cree que el ámbito irá a la alza con la predisposición del nuevo gobierno de Pedro Sánchez de apostar por el consumo alternativo. "A peor ya no podemos ir, que ya es mucho", concluye.
Apostar por las PPA
Los Power Purchase Agreement (PPA) son contratos de compra de electricidad a largo plazo. La idea es que una empresa interesada al adquirir energía alternativa busque una comercialitzadora o algún agente que se lo pueda ofrecer. Normalmente son pactos a 10 y 12 años por los cuales se entrega una determinada cantidad de energía por un precio fijo, quedando fuera del mercado convencional.
El sistema funciona de manera efectiva en Australia, pero la opinión está bastante polarizada al Estado español entre quienes lo ven una buena vía para hacer la transición energética y quienes no dejan de ver una manera de jugar con el precio. Así es como lo ve Aleman de BYD, que lo define como "un modelo de negocio donde a una empresa grande se hace cargo de la inversión inicial y vende el producto a un precio concreto".
Por eso su propuesta es hacer una pasa más e incluir la opción de reducir un cierto porcentaje en la factura de quienes optan por una PPA o bien que las administraciones reduzcan el interés del crédito porque quienes compran puedan asumir la inversión y ser ellos productores.
El que está claro es que de manera de ir hacia la energía renovable hay muchas, pero hace falta una mayor conciencia y consenso social.