En tiempo de elecciones, la batalla por el voto se recrudece. Las últimas encuestas del CIS muestran que un 40% del censo se declara indeciso. Un bloque de población que será decisivo, pero no el único. En España hay 3,2 millones de autónomos. Un perfil al cual los candidatos dedican espacio en sus programas y tiempos en los debates y mítines porque saben que, por encima del factor ideológico, su voto puede estar condicionado por las propuestas que pueden marcar su futuro laboral.
Un repaso a los programas de los cuatro grandes partidos estatales muestra tres tipos de propuestas predominantes destinadas a los autónomos: reformas sobre la cotización, ayudas a nuevos autónomos y persecución de la figura del falso autónomo. Sobre el primer ámbito, la última actualización de la cuota fijaba una aportación del 30% en base a cotización mínima fijada en 944,40 euros que subirá hasta estabilizarse en el 31% en 2022. La traducción es que hoy, una vez agotada la tarifa plana de 60 euros mensuales para los nuevos autónomos, los trabajadores independientes tienen que pagar un mínimo 283,3 euros al mes.
Para acabar con el impacto que supone el pago mínimo mensual de casi 300 euros, los partidos apuestan por dos tipos de medidas. Mientras PSOE y Unidas Podemos proponen modificar la legislación para que los autónomos coticen en función de sus ingresos reales, el Partido Popular promete alargar la tarifa plana durante tres años y sistemas de protección para los que facturen por debajo del salario mínimo (SMI), y Ciutadans reclama imponer dos años de tarifa plana y eliminar del todo la cuota para los que facturen por debajo del SMI.
Las patronales e instituciones representantes de los autónomos valoran la función de incentivo del autoempleo que ha representado la tarifa plana, pero consideran que las propuestas de los partidos de izquierdas dan una solución más estratégica. "No es que no creamos en la tarifa plana, pero consideramos que lo que hay que evitar es que el autónomo caiga. Al inicio no sabes si necesitarás un año o cinco para llegar a la facturación que te permita pagar la tarifa mínima actual, por lo que creemos que el mejor es adecuar la contribución a la facturación real", indica el presidente de autónomos de Pimec, Miquel Camps.
Cotizar según los ingresos reales, no pagar cuota si se factura por debajo del SMI o alargar la tarifa plana son propuestas de los partidos para los autónomos
El representante de la patronal de la pequeña y mediana empresa considera que el marco legislativo actual hace que mucha gente "no dé el paso a ser autónomo" y cree que el mínimo de cotización actual es una barrera para la generación de oportunidades laborales. "Hay gente que podría ser autónoma media jornada, o que ve opciones de emprender su camino con varios clientes, pero no lo hace porque, sin darte cuenta, ya estás pagando más de 300 euros al mes independientemente del que factures".
Camps sitúa la cotización mínima como uno de los factores no profesionales que provocan la caída de muchos autónomos. Otro factor decisivo en el fracaso del autoempleo es la morosidad. "A pesar de que la ley marca un máximo de 60 días en el pago de las facturas, el plazo medio sigue estando por encima de los 70, y esta morosidad es el primer motivo de cese de actividad de los autónomos. Un emprendedor que empieza no puede soportar estos plazos". El portavoz de Pimec valora positivamente la propuesta de Ciutadans de liquidar el IVA sólo de las facturas cobradas –actualmente se paga el IVA de las facturas emitidas cada trimestre, hayan sido cobradas o no- y propone una normativa que "castigue y persiga a quien no pague en los plazos fijados".
Una nueva realidad laboral
El otro gran campo de batalla en la regulación de los autónomos es la identificación y corrección de la figura del falso autónomo. "Hay profesiones como la de periodistas, comerciales y abogados donde muchas empresas esconden la figura del falso autónomo para ahorrarse la contribución a la seguridad social, y hay que poner fin a esto", indica Camps. Tanto PSOE cómo Unidas Podemos explicita esta misma visión en su programa.
"Hay profesiones donde muchas empresas esconden la figura del falso autónomo para ahorrarse la contribución a la seguridad social, y hay que poner fin a esto"
Ahora bien, los nuevos negocios digitales han abierto la puerta a la creación de nuevos perfiles laborales que se sitúan en una franja no contemplada por la legislación, como pueden ser los riders de Glovo o Deliveroo o un programador web que trabaje desde casa. Las instituciones reclaman definir este tipo de trabajador. "Estamos ante una nueva forma de trabajo que no hemos entendido todavía, pero partimos de la base que no se puede esconder trabajadores de régimen general como autónomos", establece Camps, que reclama hacer una lista de requisitos para saber como regular este tipo de profesionales. "Hay que definir si el vehículo de trabajo lo proporciona la empresa, si se llevan distintivos corporativos, si es el único cliente del trabajador... con este marco legislativo se definiría la figura".
Precisamente, en su compilación de propuestas Pimec reclama la creación de la figura del autónomo digital. "La digitalización está abriendo muchas puertas laborales y, para las pymes, contar con un profesional que pueda trabajar desde casa durante unas horas y combinárselo con otros cuatro o cinco clientes más es una gran oportunidad que, eso sí, hay que legislar correctamente".
Facilidades en el traspaso de negocios y en las deducciones
Además de los partidos, entidades como la misma PIMEC y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) han publicado su paquete de propuestas por los autónomos de cara a las próximas elecciones, con iniciativas que van más allá de las grandes temáticas, comentadas anteriormente.
Uno de los puntos en que las dos asociaciones coinciden es en la aclaración de los gastos deducibles para los autónomos. La actual ley dificulta la identificación de los gastos que pueden deducirse, por lo que la UPTA propone medidas como que el contribuyente que trabaje desde casa pueda deducirse hasta un 30% de los gastos generados con servicios como el agua, el gas, la electricidad, el teléfono e internet, así como el mismo porcentaje en el uso del vehículo particular.
Pimec, por su parte, reclama un sistema todavía más simple, en el que los autónomos se puedan deducir un porcentaje máximo sobre su facturación sin tener que justificar su procedencia.
Finalmente, las asociaciones reclaman poner el foco en uno de los puntos obviados por los partidos políticos, como es el traspaso de negocios. Camps considera que la legislación actual pone en riesgo la supervivencia de proyectos que funcionan y generan riqueza. "La estadística demuestra que traspasar una unidad de negocio entre autónomos no es fácil, y esto hace que muchos, llegado el momento de la jubilación, prefieran cerrar que complicarse la vida para mantener las puertas abiertas", explica el portavoz de Pimec que considera que "todo es cuestión de sacar las pedretes que hay por el camino".